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- hola, hija, lamento todo lo qué pasó, pero adoro verte -. Lucía feliz pero a la vez triste. - y a ti mi pequeñito -. Apretó las mejillas de George.
- la extrañé mucho, Mama dos -. Así es como George llamaba a su abuela.
- he vuelto, madre, para quedarme esta vez, solo planeo acompañarte y criar a mi George junto con su abuela -. Sonreí forzadamente.
Ella me abrazó.
- pasa debes entrar y desempacar -. Asentí e entré a la casa, estaba todo como recodaba, todo perfectamente, incluso mi antigua habitación, estaba perfectamente limpia y vacía, sin ni siquiera una cama, porque la mía, la había llevado al apartamento que habíamos alquilado Milo y yo.

- necesitaré comprar una cama, y otra para mi pequeño -. Dije dejando las maletas en el piso.
- así es, si quieres puedo acompañarte -. Agregó mi madre con George en los brazos.
- no, no te preocupes, madre, creo que necesito un respiro, ir sola a recorrer California otra vez, debo pasar al trabajo y luego al centro comercial por los muebles, no te preocupes por mi, me llevaré a mi pequeño -. Iba a tomar la mano de George, cuando mi madre me detiene.
- pamplinadas, me quedaré yo con el niño, quiero pasar tiempo con mi nieto, ¿no crees? -.
- pero no quiero darte molestias -. Hablé.
- insisto -. Dijo decidida y con tono firme.
- está bien, te dejaré a mi niño. - me incliné para alcanzar la altura del niño. - debes portarte bien con la abuela, ella te cuidará -.
- si, mami, lo prometo -. Sonrió.
- bien, creo que esto me servirá bastante, una vida simple, sin ningún lujo, me agrada esto -. Suspiré observando todo mi alrededor. - bien, madre, ya me tengo que ir, luego de esto traeré la cena, no te preocupes de hacerla, volveré pronto -. Mi madre asintió y me dirigí hacia la puerta principal, necesitaba pensar, y esto me ayudaría.

Conducí al centro comercial y me aparqué en el subterráneo; me preocupaba dejar a George solo con mamá, el no está acostumbrado a estar sin mi, ni su niñera que quedó en Inglaterra, doy un paso a las escaleras mecánicas, allí surge mi momento de profundas reflexiones; sin embargo lo único que puedo pensar en este momento, es en Kook, una persona tan buena y generosa dejó este mundo, no pude evitar pensar en mi padre, el también dejo este mundo dejando su imagen como una persona buena y generosa.

Al entrar al centro comercial me dirijo a las tiendas donde venden camas, sábanas y almohadas, compré una cama grande para mi con sabanas hermosas de micro fibra; a mi hijo le compré lo mismo pero en un formato más pequeño, no evité sonreír por las tiernas sabanas de autos y cohetes.

Seguí caminando, ya había comprado lo dicho, pues tenía despacho a casa; no podría llevar yo sola dos camas en mi auto, ni que fuera una camioneta extra grande.
Al pasear me di cuenta de que las tiendas de ropa estaban cada vez más llenas de atuendos hermosos, realmente creo que no sería una mala idea ir por unos cuantos vestidos nuevos; en mi guardarropa no tenía muchas prendas negras, el luto me sentaba de maravilla, o eso es lo que creo.

Entré a una tienda y me compré 3 vestidos de los más hermosos, elegantes para ir a trabajar y 2 pares de zapatos increíblemente hermosos, estaba emocionada por mis nuevas prendas; pensé en George, también necesitaría nueva ropa, a lo mejor un lindo regalo como un juguete o algo así, creo que ir de compras me había despejado la mente; será mi nueva forma de desestresarme, me causa alegría y me hace reír, ya que nunca pensé que sería así, __________ Jeon comprando ropa para conmoverse.

- este será precioso para nuestro niño o niña, ¿no crees? -. Estaba una mujer  y su esposo o novio eligiendo ropa muy pequeña para un bebé muy pequeño, ella era muy delgada, sin embargo se veía una pequeña barriguita redonda y con la curva perfecta.
- si, si, lo que quieras Alexis -. Escuché una voz familiar.
Estaba en el pasillo infantil eligiendo chaquetas para George; ellos estaban en frente pero estaban de espaldas, me pareció extraño el trato de él hacia su pareja, ella estaba embarazada, mínimo respeto.
- no seas así, ya lo conversamos, no puedes evitarlo -. Lo miró.
- entiendo -. Dijo el con tono frío.
El hombre se dio vuelta.
No puede ser...

¿Milo?

Extraordinary [Milo Manheim y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora