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Me metí a bañar como Rich me había propuesto; tenía mucha vergüenza, pero no podía hacerme el viaje a mi casa por el poco tiempo que tenía.

Cuando por fin estuve desnudo acomodé mi ropa sobre la tapa del inodoro de forma que pudiese llevármela cómodamente, entré a la ducha cerrando detrás de mí la cortina y abrí las llaves como me había dicho el pelinegro. En el instante en que sentí que el agua estaba a una temperatura que me viniera bien tuve que adentrarme debajo de su pequeña lluvia.

— Joder. — varios pensamientos llegaron a mi mente en cuanto tomé el shampoo aroma frutos rojos y verti un poco de este en mi mano para después comenzar a tallar mi cabello.

¿Hacía cuánto tiempo no dormía en casa ajena?, Desde la preparatoria. Lo irónico es que todas esas veces fueron por motivos más “ocasionales” que esto.

¿Me había ofrecido ese trabajo así como así?, Quizás. Dijo que necesitaba a alguien que no se perdiera al manejar comandos. No sé si sea porque realmente me necesita o sólo me tuvo lástima.

¿Por qué había ido con Rich en primer lugar?

Tantas preguntas se asomaban en mi mente que no me dí cuenta cuando una gota de agua y jabón me entró en el ojo causando que lo cerrara de golpe y me quejara de dolor. Luego, me lavé el cuerpo y cepille mis dientes con un cepillo nuevo que me había dado mi anfitrión.

Salí de la ducha con una toalla rodeando mi cintura y me dí cuenta de que mi ropa ya no estaba, en su lugar había una camisa negra y unos pantalones del mismo color junto con un par de calcetines y una ropa interior que dude si usar o no. Sabía que tanto Kaumaru como Rich eran demasiado limpios, pero no podría quitarme ese toc de tener la ropa de alguien más.

Me miré en el pequeño espejo una vez me puse todo. No era muy diferente a lo que yo solía usar, pero no se trataba de mi estilo.

Todo era tan raro, desde lo que vestía hasta lo que sentí cuando ví que me había preparado el desayuno después de aceptarme en su casa mientras tenía la crisis que me ocasionó la noticia de Kolo.

Salí del baño abotonandome la camisa. Pude ver qué había un perchero para colgar las toallas y que se secaran así que ahí la dejé.

Cuando llegué a la habitación de Rich pude ver qué él también ya estaba listo. Yo me había bañado en el cuarto de invitados y él en el suyo. Noté que llevaba la misma ropa de siempre, me recargue sobre el marco de la puerta pues no había notado mi presencia mientras se abrochaba las botas.

— Te ves bien, pero sigo diciendo que te sienta más el traje de enderman. — me miró entre procesando lo que dije y formulando algo ingenioso con qué contestarme.

— Me lo pondré si te tiñes de verde otra vez, me prenden los Creepers. — Los dos reímos. Estaba orgulloso de haber podido crear con él tal relación que no importaba cuánto vacile cada uno, simplemente era una broma.

Bueno, quisiera decir que era así al 100%

— ¿Estás nervioso?, Vas a reunirte con la elite de Elite — Salimos de su habitación y comenzamos a dirigirnos a la sala, alguien tocó la puerta. — Los hombres más poderosos del lugar, mentes imponentes cuyas ideas rebasan los límites comunes, bestias pardas de porte frío y calculador, personas cuyas capacidades trascie... — seguramente hablaría mucho más acerca de lo buenos que eran, pero una voz detrás de la pieza de madera gritó interrumpiendo su discurso.

— ¡Maldita sea, Ricardo, abre la puerta que me cago encima! — Por lo que conocía a sus amigos me dí cuenta de que se trataba de Tonacho. Me empecé a reír tanto que tuve que tomarme el estómago, sobretodo por la mirada decepcionada del híbrido wither skeleton que abría la puerta para dejar entrar a un rapado de ojos rojizos que corrió como alma que lleva el diablo hasta el baño más cercano. Detrás de él, por todo lo contrario, venía Rubik tranquilamente.

Podíamos ver desde ahí que Kaumaru estacionaba su automóvil y Conter venía caminando. No pasó mucho para que los 6 estuviéramos en la mesa del dueño de la casa; yo, el conejo y el golem en bancos y los demás en sillas.

— Esto es un claro ejemplo de que discriminan a los de tez blanca. — Tonacho golpeó su puño en la mesa con una indignación claramente falsa.

— Que raro, casi siempre es al revés. — Conter se encogió de hombros, realmente le daba igual.

— Bueno, es que si no hubieran roto las sillas la vez pasada, tendrían un asiento bien.  Además, Killer está en su iniciación y por ello no puede sentarse como un miembro. — Habló Rich para después tomar mi mano por debajo de la mesa, seguramente notaba lo nervioso que estaba y trataba de calmarme de alguna forma. — En fin, demos comienzo a esto que tengo cosas que hacer. —

La reunión fue normal según palabras de Kaumaru; me adentraron como un nuevo miembro y, también, me explicaron sus movidas y cómo tenía que trabajar. Me otorgaron hojas que debía de llenar y una memoria USB para que empezara cuanto antes.

Pedimos una pizza, apenas y me comí una rebanada. Cuando pasó la tarde llegando el anochecer los invitados comenzaron a retirarse, el de casco se ofreció a llevarme en su auto así que aproveché para no tener que tomar el autobús.

— Que vaya bien, nos vemos luego. — Rich se quedó en la puerta hasta que nos vió desaparecer por la calle encima del vehículo.

Kau puso la radio en volúmen bajo, supongo que quería platicar acerca de ciertos “detalles”. Era como un padre para mí, sobretodo por el hecho de que me lleva 10 años.

— ¿Quieres hablar acerca de Kolo? — preguntó sosteniendo el volante.

— ¿Quieres escucharme? — Desvío un poco la mirada con ese sentimiento de “ya sabes que si” en las pupilas. — Vale, mañana lo operan. Con el pago que me dará Rich podré pagar la cirugía y, a parte, un poco de su recuperación. —

— Joder, ¿De dónde sacaron el corazón? — Me encogí de hombros, no había podido saberlo. — ¿Quieres que te acompañe mañana? — gracias a la junta me dí cuenta de lo atareado que estaría esta semana, no quería causarle algún problema.

— No quiero que faltes al trabajo. Pero si puedes pasarte en la noche, me ayudarías mucho. — Asintió, no quería ser terco, seguramente.

— ¿Ricardo estará ahí? — pude notar cierto tono sugerente, solamente desvíe la mirada a la ventana.

— Si, me insistió mucho. Parece un niño pequeño cuando se lo propone... Es adorable. — un calor en mis mejillas apareció, no tan fuerte como los anteriores, pero ahí estaba.

— He oído muchos adjetivos por parte de la gente que conoce a Rich, pero nunca adorable. ¿Te tiene tan mal, Titi? —

No sabía qué responderle. El pelinegro había estado para mí en mi derrumbe, él me ha confiado tantas cosas, me siento pleno con él y, además, nos hemos besado.

— Tengo pensado poder lograr una relación con él, no solamente de amigos. — Recargue mi cabeza sobre la ventana sintiendo mejor el movimiento del auto.

— Si quieres, yo te ayudo. — con una de sus manos revolvió mi cabello. Luego de eso estuvimos en silencio escuchando la música que sonaba en la radio.


𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕥𝕒  [ᴋɪʟʟᴇʀʀɪᴄʜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora