Toda la noche Louis estuvó despierto, dejando salir silenciosos sollozos, el nudo en su garganta no disminuía en ningún momento y su corazón se sentía tan pisoteado.
Harry se encontraba llorando con su rostro hundido en su almohada, sentía que la vida no le podía dar nada bueno, y el saber que su padre lo iba a apartar de lo que más amaba en el mundo lo hacía sentirse la persona más miserable, el sólo pedía poder amar a Louis.
Ni siquiera se dieron cuenta cuando el sol ya estaba saliendo, hoy tenían que ir a clases, no iban a poder soportar lo que estaba por pasar, definitivamente no lo merecían.
El rizado se levantó con todo su cuerpo doliendo debido a la posición en la que se había quedado toda la noche, se dió una ducha, arregló su cabello y salió hacia la escuela sin decir nada, aún que el sabía perfectamente el mal día que iba a tener, iba a ser otra noche llorando sin poder dormir haciéndose la misma pregunta horas y horas, ¿por qué si dos personas se aman simplemente no pueden estar juntas?.
El ojiazul se sentía tan vacío que no le importaba verse bien, tomó lo primero que se encontró en su closet y bajó por su mochila para salir de su casa hacia la universidad.
Cuando ambos chicos estaban por llegar, no podían dejar de pensar uno en el otro, en la primera vez que Harry había llevado a Louis hasta esa escuela, cargandolo en su hombro solo para hacerlo enojar, sus pechos dolían de pensar tanto en el otro.
-Buenos días amor- todo había empezado.
-Buenos días linda- y no había vuelta atrás, ya no.
-Te estoy esperando para entrar juntos a clases, bebé- habló la chica rubia.
-Vamos- dijó Harry, sin esperar que la otra fuera a tomar su mano y entrelazarlas, ¿esto tenía que ser así?, haría todo lo posible para que Louis estuviera a salvo de su maldito padre.
Louis estaba del otro lado de la calle, no alcanzó a escuchar una palabra pero su corazon simplemente se rompió en mil pedazos ante aquella imágen, toda su vida se le estaba yendo en tan solo un momento, nunca pudó ser el quien tomara la mano de Harry en público, y tal vez nunca podría. Sus ojos ardían por estar conteniendo las lágrimas, no podía quebrarse ahí.
Caminó hasta la entrada de la universidad y pasó casi corriendo al lado de aquellos chicos, el rizado sintió como su pecho dolía tanto, no podía dejar de pensar en cuanto amaba a Louis, estaba empezando a creer en la frase "si amas a alguien déjalo ir", y siempre le pareció una tontería.
El agarre en la mano de la chica cada vez se hizó más débil, no tenía fuerzas para nada, sólo quería ir y abrazar a ese chico, quedarse así para siempre, pero no lo hizó; simplemente caminaron hasta entrar al salón de clases dónde todas ls miradas se posaron sobre las manos entrelazas de él y Camille, pero había una mirada que le quemaba hasta lo más profundo de él, cuánto dolor hay que soportar sólo por el hecho de amar a una persona.Niall volteó hasta donde la vista de Louis estaba clavada, ahora entendía el ánimo de su amigo, todo se resumía a esto.
-Vamos Louis, no tienes que dejar que tú mundo se caiga- habló el ojiazul.
-Mi mundo se cayó cuando los ví juntos Niall, no trates de hacerme sentir mejor por qué nada va a funcionar-
Harry y Camille caminaron hasta sus asientos con las miradas puestas en ellos, nada podía ir peor ¿o si?.
Cuando estaban ambos sentados, aún faltaban 15 minutos para que el profesor entrara por esa puerta, así que decidió usar su celular para ignorar todas esas miradas curiosas, pero ni siquiera eso pudó hacer pues la chica comenzó a besar todo su rostro tomándolo por su mentón. Está imágen fué todo lo que Louis necesitó para que las lágrimas salieran de sus ojos, hace unos días era el quien besaba el rostro del rizado, de esa misma manera, la diferencia era que el lo hacía con todo el amor que podía, esa chica solo tenía un tonto capricho, y por un tonto capricho el tuvó que alejarse del amor de su vida, no podía más.
Se levantó de aquel lugar y salió del salón sin importarle perder las estúpidas clases, sólo quería llorar hasta no sentir más dolor, si es que eso era posible.
Cuando Harry volteó hacia el lugar de Louis el ya no estaba ahí, tal vez sólo tenía que acostumbrarse a verlo con Camille y después se le haría algo normal, no importaba cuanto le doliera a el, solo quería quitarle el dolor a su chico.
Las clases le parecieron eternas teniendo encima de el a esa chica y sin poder ver esos ojos azules que lo llenaban de paz, pero cuando por fin terminaron, salió apresurado de que Camille no lo encontrara, pero quién si lo encontró fué un ojiazul tremendamente molesto.
-¡Qué demonios te pasa Harry Styles!- aquí va -¿viste lo mal que está Louis? ¿a caso no te preocupa?, ese chico está tan enamorado de ti Harry- el ojiverde se quedó en su lugar solo escuchando -responde maldita sea-
-¿Qué quieres que te diga? es mi maldito padre como siempre Niall, yo no tengo nada que ver, creeme que a mí me duele igual que a Louis, yo lo amo como tú no tienes una idea, mi maldita y miserable vida se resume a el, me estoy muriendo por dentro Niall, y no se cómo sentirme vivo sin él- había comenzado a llorar.
Al rubio le dolió tanto la imágen de su amigo tan roto, no lo veía llorar así desde lo de Daniel, y definitivamente no esperaba que Harry se sintiera tan mal, solo lo envolvió en un abrazo, susurrándole repetidas veces "todo estará bien Harold", pero nada estaba bien, nadie podía entender que sin Louis nada estaba bien.
°°°
Louis se había quedado llorando en su habitación desde que llegó de la universidad, su madre estaba trabajando por lo tanto no sabía que el chico se encontraba de esta manera. La única palabra que definía esto era dolor, por qué el amor duele, duele tanto, y duele más cuando no puedes estar con la persona que amas y no hay nada que puedas hacer.
Lo único que podía hacer era llorar hasta que todo el dolor se evaporara.
Pasadas 4 horas de que había estado llorando, decidió sacar su dolor de otra forma. Se levantó de su cama y buscó en su buró de noche una pluma y una libreta que el guardaba como su mayor tesoro. Era ahí donde podía desahogarse, donde escribía sus canciones, aún que no las cantara, el siempre había dicho que quería encontrar una persona que pudiera cantarlas ya que a él no le gustaba su propia voz, así que hasta ahora solo eran letras sin música.
Abrió su libreta y comenzó a escribir dejándose llevar por lo que sentía en ese preciso instante, dolor.
Había tantas frases revueltas en su cabeza, pero después de 6 horas sentado pudó juntar todas en una canción, era una triste, y el sabía que encajaba perfectamente con lo que sentía ahora mismo.
"Want everything she has
That smile and that midnight laugh
She's giving you now.
I want to taste her lips
Yeah, 'cause they taste like you
I want to drown myself
In a bottle of her perfume
I want her long blonde hair
I want her magic touch
Yeah, 'cause maybe then
You'd want me just as much".Comenzó a tararear la melodía que quería ponerle a esta canción, era igual de triste que su letra, pero era así como el se sentía.
Louis escribió esta canción pensando que Harry quería a Camille, que lo había dejado por qué sentía realmente algo por esa chica rubia, pero el no sabía que el rizado sólo se estaba muriendo por un beso más de sus finos y rosas labios, ambos eran tan tontos por no decir lo que sentían ahora mismo.
El ojiazul comenzó a llorar de nuevo, no pudó contener más las lágrimas, entre sollozos solo pronunciaba esas palabras que daban vueltas en su cabeza -quiero su largo cabello, quiero su toque mágico, por que tal vez así me querrías tanto, Hazz-
El otro chico se encontraba llorando en su cuarto, con la música a un volúmen demasiado alto para que nadie escuchara su llanto, estaba más que destrozado, no entendía por qué el amar duele tanto.
Todo lo que ellos estaban pasando se explicaba en una sola frase.
Eran el amor correcto en el momento equivocado.
Hola loves, estoy muy feliz por qué somos #918 en fanfic, se que es muy poco pero no sé imaginan lo importante que es para mí, pero quiero agradecerles a ustedes por todo, soy feliiiiiiz, espero que les guste este capítulo, cuidense mucho luvs, all the love M.<3
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Never say never [L.S]
FanfictionHarry niega a toda costa el sentimiento que se desarrolla demasiado pronto hacia el ojiazul, diciendo que NUNCA tendría una relación más allá de la amistad con un hombre, pero siempre hay un punto dónde nada se puede ocultar y el sentimiento explota...