Never say never [L.S]

Una historia de amor: capítulo final

Eran las 7:00 a.m del día siguiente y Harry ya estaba despierto, era raro por qué estaban en día sábado. Quitó sus mantas de encima de su cuerpo y después de echar un vistazo a su reloj en la mesa de noche al lado de su cama, se levantó y caminó hacia la puerta.

Después de bajar las escaleras hasta la sala, se dió cuenta que no había nadie ahí, su madre aún estaba dormida seguramente, ya que los fines de semana eran los únicos días en que no tenía que levantarse tan temprano.

El rizado camino a la cocina para tomar un vaso de agua, después de beberlo tomó su celular para desearle buenos días a su chico.

Hazz: buenos días, mi amor<3

Lou: buenos días, cariño

Hazz: ¿qué haces despierto tan temprano, Lou?

Lou: ayer dormí muy temprano, supongo que por eso desperté a esta hora, ¿y tú?

Harry se quedó viendo la pantalla pensando en si decirle la verdad -que no había podido dormir de los nervios- o si solo contestarle que era una simple casualidad y se había despertado temprano por arte de magia.

Hazz: Olvidé quitar mi alarma ayer

Que gran mentira acababa de decir, pero no importaba con tal de que su sorpresa saliera perfecta, quería que este día fuera tan especial para Louis cómo lo iba a ser para el.

Harry apagó su celular y subió de nuevo las escaleras hasta su habitación, llamó a el jardín dónde había hecho una reservación unos días antes para ver que todo se encontrará en orden, y así fué, tenía una reservación en ese restaurante al aire libre, más parecido a un jardín, sabía que ese tipo de lugares le gustaban mucho a Louis y le parecía una idea genial pedirle matrimonio en aquel lugar.

Salió de su habitación una vez más, está vez dirigiéndose hacia la de su hermana menor, tocó la puerta y no escuchó respuesta, sabía que ella estaba dormida por lo tanto no hizó intento por seguir llamando, así que giró la manilla de la puerta y se adentro en aquel cuarto. Gemma estaba durmiendo pacíficamente, con sus mantas cubriendo desde su nariz hasta sus rodillas, ella siempre tuvo la costumbre de acomodarlas así, y Harry nunca entendió por qué.

Se sentó al lado de ella y acarició su cabello, tenía mucho que no la veía dormir, desde que eran unos niños y tenían que compartir habitación por qué a al rizado le daba miedo dormir solo. A pesar de que Gemma siempre fué muy independiente y era ella quien defendía a Harry de todo, el ojiverde la iba a cuidar siempre de todo a su alrededor, era su pequeña hermana y le tenía un amor inmenso.

Movió a la chica unas cuantas veces queriendo que ella se despertara, aún no le contaba sobre la idea que tenía preparada para hoy. Claro que ella sabía las intenciones de su hermano, lo conocía a la perfección, pero no había escuchado a Harry contárselo directamente. Ella despertó después de tres veces más moviendo a la chica está abrió los ojos y frunció su entrecejo, ya sabía lo que seguía, Gemma siempre fué de un carácter algo fuerte, solo un poco.

—¿Qué demonios te pasa Harold?— la chica frotó sus ojos con evidente enojo.

—Yo sólo quiero contarte algo Gemms— mostró su cara de gato con botas esperando ablandar el humor de su hermana.

—¿Y no podía ser más tarde?, digo, no se si te diste cuenta pero te caíste de la cama, son las malditas 7:20 de la mañana, ¡y es sábado!—

—Lo sé, lo sé, lo siento— levantó sus manos al lado de su cabeza en señal de paz —es algo urgente. No te lo había podido contar por qué no quería que me cuestionaras, pero ahora se que no hay nada que me haga cambiar de opinión—