Cap. 43: la incomodidad de Julian

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-Después de que llegaron a la cocina lo primero que hizo el peliazul en su conjunto fue enseñarle cómo se preparaba una dulce lazaña sin perder el gusto original, y entre tanto el peliverde solo accedía a las palabras del mayor para lo cual estaría pendiente el solo preguntar algunas cosas antes de tener que ver como el mayor se estaba tratando de alejar lo mas posible hasta que casi estaba a una distancia de la mitad de la cocina.-

Señor Julian ¿le pasa algo?

-El mencionado por su parte negó con la cabeza.-

Julian: no, no pasa nada.

¿Está seguro? ¿Por qué se aleja tanto?

Julian: es solo que no quiero molestar con lo que es tu espacio personal, así que desde esta distancia pensé que sería buena idea verte trabajar en lo que sería la receta.

-Alzando una ceja el peliverde miraba al mayor alejarse del sitio sin decirle alguna palabra, a lo que solo su silencio estaba presente en el momento para cuando el peliazul se estaba dirigiendo hacia los pasillos tratando de no verse ni en plena luz del día, mirando por las ventanas hacia donde estarían las cosas que mantenían aun estables dentro de la mansión, con la mirada recorriendo cada por fuera de las ventanas pudo divisar al pelirosa llegar con unos mandados que había encargado, así que no se demoró en bajar las escaleras para ir a donde estaba.-

Julián: creí que estarías en casa.

Sorrento: disculpe por mi ausencia inesperada señor, estaba buscando la posibilidad de obtener suministros para la cocina y algunos materiales para las decoraciones de la mansión.

-Mencionada en lo que estaba mostrando las bolsas con el contenido dicho a pesar de que la mirada del peliazul era tan seria que era inevitable suponer que algo estaba sucediendo.-

Sorrento: ¿ha ocurrido algo, señor?

-El mencionado se sobó un poco la cara.-

Julian: hoy tuvimos visitas inesperadas, el hermano mayor de Andrómeda vino a darnos una noticia de que unos testigos vieron al auto del presunto atacante venir por esta calle.

-Con una mirada seria se le acercó al pelirosa quien un poco sorprendido por ver su cosmos algo alborotado por la frustracción.-

Julian: ¿de casualidad has guardado bien el auto durante esa noche?

-Frunciendo el entrecejo el pelirosa le entregó las bolsas para luego sacar uno de los controles del garaje para que revelase al levantar la cortina notando que los autos que siempre ha tenido la mansión estaban ahí.-

Sorrento: desde esa noche no se han usado esos autos para que no sea para urgencias, en esa misma noche no se ha usado hasta las 6pm.

-Mencionaba en lo que cerraba la puerta del otro auto con el que venía antes de que volviese a tomar las bolsas que había entregado al peliazul quien suspiraba algo cansado de estar pensando las cosas en un solo día.-

Julian: bien, solo podremos saber si tenemos algo de evidencia para mostrar con las cámaras de seguridad.

Sorrento: ¿cree que el hermano del joven shun esté implicado en algo?

Julian: algo debe de saber, ya que está trabajando para los puestos de policía y es probable que esté tratando de ayudar o por su cuenta propia buscar solucionar el implicado cometido.

-El pelirosa alzó un poco la ceja siguiendo al peliazul después de que éste se diera la vuelta para regresar a la mansión pero teniendo a su par a su fiel servidor.-

Sorrento: ¿y dónde está el joven Shun?

Julian: dentro de la mansión, no está enterado de nada aún.

Sorrento: quizás deba hablar con la señorita Kido para ir debatiendo del tema ¿no cree?

-El peliazul suspiró con algo de cansancio mientras que iba de regreso sobre sus propios pasos hacia el interior de la mansión.-

Julian: sería mejor... Tal vez así podamos llegar a otro acuerdo con respecto al tema de seguridad.

Sorrento: sería lo mejor.

-El mayor poco a poco se fue relajando en el instante en el que se iban acercando a la cocina.-

Julian: bueno, solo queda mantener la guardia alta.

-Pero el pelirosa tampoco estaba andando con merodeos.-

Sorrento: mi señor, debe estar tranquilo, entiendo que la reputación de su familia está en peligro con respecto a ese rumor que se ha extendido por las localidades vecinas, aun no quedan las pruebas de si lo que han visto es una confusión debido a las horas de la noche es un auto diferente al otro o el mismo.

-Mencionaba en lo que se estaba adelantando en el andar hacia la cocina quién entrando primero para colocar las bolsas sobre la mesa.-

Julian: si, es verdad... Además es tarde para continuar teniendo el tema en un mismo día.

-Suspirando con más calma dirigió su vista hacia la cocina percatándose de que el peliverde todavía estaba ahí, pero ahora ocupando las ollas y sartenes en el fuego de la estufa batiéndose con la charola levemente.-

Julian: ¿Andro-.... Shun?

-El mencionado miró de reojo en lo que colocaba algo en el plato, tenía guantes de cocina así que no se estaba quemando.-

Julian: ¿qué estás haciendo?

Estuve algo aburrido de esperar alguna respuesta, así que me entretuve haciendo lazaña dulce para todos para evitar que el cansancio sea mayor después de un largo día.

-Mencionaba apagando la estufa mientras que iba colocando la olla fuera de ésta para que airée un poco su contenido, luego tomaría los platos para dejarlos en la mesa, pero uno en especial estaba destinado para el peliazul, cuya lazaña tenía escrito en glaseado azul las palabras " Gracias, señor Julian" mostrando la linda letra que tenía el peliverde.-

Además de que quería agradecerte por haberme enseñado esta receta, también por tenerme aquí para cuidarme, al igual que agradecerle a Sorrento por aceptar que me quedara, por lo que no quise quedarme sin hacer nada y me propuse a hacerles a cada uno. ¿No quieres probar?

-Decía con una sonrisa extendiendo el plato un poco más cerca del peliazul quién con sorpresa notaba el detalle que le a dado ¿acaso el menor si sabía cocinar? Era una pregunta algo tonta, sin embargo, lo que menos esperó era que el detalle del escrito fuese obvio ya que casi nunca le mostraban ese agradecimiento que no sea con formalidad, pero viendo al peliverde que si mostraba ganas de agradecerle con.... ¿Ternura? ¿Eso era lo que estaba viendo en su cosmos de flores flotando? Negó rápidamente con la cabeza para quitarse eso, definitivamente debía descansar en la noche de hoy.-

Julian: g-gracias... Eeh... No era necesario...

-Sorrento por su parte alzó una ceja extrañado mirando al par.-

Julian: pero.... Ya que insistes... C-creo que sería mejor que empecemos a cenar los 3 juntos ¿vale?

Sorrento: si señor.

¡De acuerdo!

Julian: gracias.

-Suspirando de alivio los 3 se fueron a la mesa a probar la deliciosa lazaña, incluso más deliciosa que el propio pelirosa podía hacer, que ha sido preparada en agradecimiento del peliverde, el cual estaba en medio de los 2 pertenecientes de la mansión por voluntad del menor sin que alguno de ellos le dijiese algo mientras la noche solo esperaba a que las luces se apagaran para continuar su orquesta tranquilamente.-

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