Cap. 47: debo enfocarme...

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-Pasando los minutos en donde los dos todavía estaban viendo con extrañeza esos triángulos en su frentes después de la lamida de aquel ciervo tan extraño, lo que si pueden estar claros es que el animal estaba esperando algo de ellos pues no se movía de su puesto como si esperase alguna reacción de su parte por lo que el menor fue el primero en tener que romper ese silencio para acercarse al animal.-

Eeh... Bueno, ¿ahora qué quieres hacer, amigo? ¿Quieres algo?

-El animal ladeó la cabeza con levedad en lo que miraba fijamente al peliverde con una mirada tierna.-

Aaw, jeje seguro que quieres hacer algo ¿no?

-El menor miró al mayor quien se sobresaltó un poco por tener su mirada puesta.-

¿Te parece si vamos caminando un poco por el área para ver lo que hay a nuestro alrededor? Parece que este amigo quiere que hagamos algo.

Julian: o-oh, eeh claro jeje, voy con ustedes.

¡Gracias!

-Luego miró al animal quien se hacia unos pasos atrás cuando el menor se estaba levantando, luego ayudó al mayor a levantarse ofreciéndole su mano por unos breves segundos hasta que ya estando de pie se pusieron detrás del animal para iniciar con la caminata.-

Bueno amigo, tú guíanos y nosotros te seguimos.

-El animal místico asintió con la cabeza en señal de que había aceptado la propuesta dada por el peliverde y solo estaba delante de los dos marcándoles el paso por aquella maravilla que había creado dentro de aquellas puertas que no dejaban a nada la imaginación a medida que pasaban, el menor se sentía aliviado, como si ese lugar le transportase a alguna parte de su niñez en el cual su subconsciente le palpitaba de alguna manera, por su parte el peliazul estaba mirando con algo de desinterés su alrededor pues aquello le sonaba mucho a cierta diosa cazadora que siempre le ha estado pisoteando como si no hubiese un mañana en toda forma posible de decir y de hacer, y sin embargo, nadie podía juzgarle porque su padre obviamente suele defenderla a toda costa nada más por ser la misma sangre que a pesar de que no le daba importancia a eso.-

¿Señor Julian?

-Pero no pasó mucho para que después de salir de su mente sobresaltara ligeramente cuando la voz del menor le llegó a llamar, así que dirigió su vista encontrando a un peliverde con esa dulce sonrisa que parece que siempre podía estar enseñando todo el día.-

¿No cree que es un lugar fantástico?

Julian: uhm.. Si... Lo es.

-Dijo desinteresado, al contrario del menor quien parecía estar como si nada o como si en verdad estuviera en un mundo diferente al humano donde nada podía cambiar lo que parecía ser, todo era tan original y acogedor que lucía como un hogar totalmente agradable de esos que nunca quieres salir.-

Es bastante genial, se siente como si fuese otro tipo de bosque.

-El animal solo los llevaba a paso lento pero manteniendo la distancia de los dos.-

Aunque siento un poco de lástima por este ser ¿no puede salir hasta la noche?

Julian: no, en realidad no puede hacerlo sino hasta que caiga el sol.

Que mal, debe ser aburrido para el o ella.

Julian: eso si, aunque por ahora lo continúan investigando, no sabemos si puede llevarse o no llevarse bien con los demás de su especie que son normales, si tiene un comportamiento agresivo puede ser peligroso.

Mmh... Pero parece muy amistoso, al menos con nosotros.

Julian: es que somos diferentes a ser como él, por eso es que podemos empezar a dudar si puede llevarse con sus cercanos o no.

Mmh... Suena como si aún no lo conocieran.

-Bufo un poco antes de mirar hacia adelante a donde el animal que no les estaba dando la mirada, tampoco parecía querer detenerse, por lo que miraba alrededor esperando alguna acción ajena o por lo menos que algo estuviera cerca de ellos para cambiar un poco el momento pero por ahora solo perduraba el olor a pino y petricor así que en medio de ese silencio aprovechó de entablar conversación con el peliazul.-

Pero aun así, espero que pueda tener buen resultado ya que posiblemente pueda convivir con los suyos sin problema.

-El peliazul por su parte todavía estaba intrigado por aquel triángulo en su frente, no sabía qué era y mucho menos el porqué no podía sentir algo de cosmos viniendo de éste o algo parecido, pero lo que si estaba seguro es que se sentía un tanto inquieto por alguna razón.-

Julian: si eso tambien espero.

-Y de golpe el animal se detuvo frente a ellos.-

¿Qué pasa?

-El mencionado ser de cuernos se dió media vuelta para indicarles con la cabeza el lugar a donde próximamente van a estar por lo que volvió a tomar el rumbo solo que con algo de emoción, misma que fue contagiada hacia el menor.-

Quiere mostrarnos algo, vamos!

-Con sorpresa para el mayor, el peliverde tomó su muñeca y lo jaló consigo hasta donde el animal los señaló, extrañando al peliazul quien estaba mirando hacia abajo donde el agarre del menor estaba en su muñeca que le dió mucha extrañeza aunque cuando elevó la vista encontró con que el animal se encontraba detenido en un lago que brillaba como un cristal apaciguado debido a la poca luz que estaba llegando al momento, el animal empezó a cruzarlo gracias a unas piedras que estaban haciendo de puente de extremo a extremo; después de que cruzara el animal les indicó agachando su cabeza hacia las piedras por unos segundos mientras miraba a los dos en señal de esperarlos.-

Mmhh... Parece que quiere que lo sigamos todavía... Y que crucemos por este lago.

-Decía sin soltar al peliazul, por lo que le miró.-

¿Quieres acompañarlo?

-El peliazul no sabía que le pasaba en el momento, ya que a su vista el peliverde estaba siendo contrastado por el azul del agua en la cual le empezaba a dar una esencia algo angelical demasiado extraña ya que en todos esos momentos en los que estaba con el menor no lo veía de esa forma ¿por qué ahora mismo era diferente? En verdad que no se lo esperaba y menos viniendo de él mismo.-

Y bien ¿va a venir?

Julian: ¿Ah?

-Parpadeando de sorpresa se percató que de tanto estar  hundido en su mente no pudo ver que el menor ya había comenzado a ir por encima de las rocas pero como no lo soltaba de la muñeca no pudo continuar más allá de sus propios pasos, a lo que con un ligero nudo en su garganta no hizo más que acceder en un asentir con la cabeza.-

Julian: ah, si lo siento, voy detrás de ti.

-Pero el menor seguía sin soltarle, ni cuando después de que el peliazul subiera con él al puente de rocas en los cuales fueron cruzando para así ir siguiendo al animal, aunque a mitad del camino el menor resbaló ante el musgo de la roca, lo que por impulso el mayor fue a auxiliarle con sujetar sus brazos para evitar que terminase de caer.-

Julian: cuidado! Casi puedes caer en el agua y no sabemos que tan profundo es este lago.

Aah si... Gracias... Tendré más cuidado la próxima vez.

-Despacio elevó la mirada hacia donde estaba el mayor dándole una sonrisa antes de mantenerse erguido gracias a la ayuda de el y así poder continuar, el peliazul suspiró con algo de pesadez, en verdad necesitaba enfocarse para evitar que de alguna manera u otra pudiera perder los pies de la tierra y termine haciendo algo que no debería hacer, por lo que cuando el menor por fin le soltó fue caminando detrás de éste para darle su espacio.-

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