Cap. 48: extraño palpitar

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-Después de que cruzaran el lago siguieron los pasos detrás del animal mágico quién parecía llevarlos a alguna parte de aquel bosque que no estaba en las afueras de la propia intemperie sino que dentro de un templo que con milagro se mantiene en pie gracias al mantenimiento que le han dado y todavía le dan, por lo tanto los dos estaban continuando a una distancia estable del animal quien no parecía darles la mirada en algún momento pero si estaba al pendiente de los dos ya que sus orejas estaban andando hacia atrás donde cada uno de ellos durante el camino que a pesar de ser silencioso era más que todo tranquilo.-

Señor Julian.

-Aunque no duró mucho cuando el menor dirigió su vista hacia el mayor quien parecía encontrarse en su mundo.-

¿Se siente cansado? Si es así, podemos pedirle que lo deje así y volvamos mañana

-El mayor negó con la cabeza levemente.-

Julian: no para nada, ya estamos casi llegando así que sería muy descortés dejarlo así a casi terminar.

-Decía con mucho relajo y con algo de inquietud pero nada más intentaba no conectar con la mirada del menor ya que dentro de esos tiempos es que empezaba a sentirse totalmente raro en su presencia, era como si esos ojos tan profundos lo invitasen a nada mas ni nada menos que seguirlos mirando hasta cansar físicamente su cerebro, en ver como las estrellas brillaban sobre ellos de tal manera que no era posible despegarse de ellos totalmente por mas que sea necesario.-

Julian: mnh.

-No obstante al caer en cuenta que el peliazul estaba en la realidad y no en su mente desvío la mirada hacia otra parte donde no estaba nada mas que la fauna y flora del ambiente, el menor se extraño mucho por su actitud así que solo dejo las manos detrás de su espalda para acercarse un poco más.-

¿Le sucede algo, señor Julian?

-Sin embargo el mayor negó con la cabeza nuevamente.-

Julian: n-no! Eeh... E-es solo que estaba pendiente de lo que estaba pasando alrededor, las mariposas dejaron de aparecer.

Ah si, talvez fueron a descansar.

Julian: s-si jeje...

-No obstante el menor por su parte estaba todavía acercándose mas y mas a el, casi haciendo que su espacio personal se viera en peligro y más con una presencia tan ¿apacible? Viniendo de un caballero de Athenea.-

Anda! ¿O no será que está emocionado por ver la nueva sorpresa que nos está deparando con este pequeño amigo?

-A pesar de que su inocencia parecía palpitar en todo momento, era nada creíble que se tratase de un caballero como tal.-

Julian: eehm... S-si! Ajaja... ¿Quién sabe qué puede guardarnos nuestro amigo? Tal vez esa sorpresa sea enorme e increíble.

¡También lo creo así! No puedo esperar mucho para que podamos verlo.

-Dicho y hecho el ciervo tras escucharlos aceleró el paso para ir casi trotando en frente de ellos, cosa que los extraño bastante.-

¿Ah? ¡Oye! ¡Espera!

Julian: aguarda! Shun!

-El menor salió corriendo detrás del animal y el peliazul con ligero temor a que se pierda en el inmenso lugar fue detrás de el de modo que solo el ciervo era quien los guiaba en su paso acelerado por aquel sendero que lleno de árboles y maleza podía moverse con agilidad sin mucho tropiezo a diferencia de quienes lo seguían el rastro.-

Auch... Hey... ¿Qué te sucede?

-Decía el menor saliendo de entre la maleza apenas vio al animal atravesarlas, seguido el peliazul estaba escoltándolo a casi su sombra hasta que también logró salir de ese lugar.-

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