Capítulo 152: un día de corazón

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-En medio del día donde las personas dentro del castillo que las personas presentes prepararon la mesa donde la cena estaba preparándose con dedicación y cuidado para que ambos seres pudieran estar con calma en un día dónde ambos corazones palpitaban en un mismo ritmo, la mesa era enorme y decorada con colores cremosos en mantel, los candelabros alumbraban encima de ellos, el peliazul dejó al peliverde sentado a su lado a la par que los sirvientes terminaban de preparar los platos delante de ellos.-


Julian: después de la cena quisiera mostrarte algo, solo queda entre los dos.


-Incluso cuando no estaba con las palabras para decir después de lo recién ocurrido, más una pequeña sonrisa se formó en su rostro.-


Vayamos con calma ¿si? Jej luego nos ganan los nervios.


Julian: mmn creo que en mí se adelantaron un poco jaja.


Jajaj ay Julian.


-Después de que todo estaba listo, sirvieron de todo tipo de comida, desde saladas hasta dulces y no tan dulces.-


Julian: ninguno es carne de nosotros si acaso.


Gracias por decirme o se ne resolvería el estómago.


Julian: sé que sabe igual, pero estas algas son peculiares para simular ese sabor de la carne que conoces.


-Con cuidado fue tomando un bocado para probar su sabor.-


La verdad si esta delicioso.


-Los dos comenzaron a comer lo primero que se les antojaba, Charlie estaba en su silla especial con su plato de comida lleno lejos de la carne, los marinas que habían llegado a sus sitios sólo estaban en sus mundos mentales cuidando que nada pudiese pasar alrededor de ellos, después de haber hablado con ciertas criaturas para darles un favor a cambio de decirle a su mayor después de pasar este rato de alegría, y ese favor era, que los monstruos marinos que fueron tan temidos y a la vez respetados por sus actitudes, eran los que andaban libres en medio de las corrientes marinas.-


-Después de terminar de cenar hasta guardar para la noche, el peliazul llevó de la mano afuera del castillo y de la ciudad para que ambos pudieran ver a la lejanía un cañón estrecho se gran altitud.-


Julian: ¿vez ese enorme cañón de allá?


Si, si, lo veo. Está demasiado lejos por lo que se ve.


Julian: allá es donde rebosa el mal llamado mar de los monstruos.


¿El mar de los monstruos? ¿El mismo donde...?


Julian: sí, ese mismo.


Wuau, no creía que estuviera tan cerca.


Julian: normalmente está a unas cuatro semanas del reino.


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