Capitulo 118: Plan B

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-Después de aquel altercado los rayos del sol comenzaban a asomarse de entre las nubes que no querían alejarse de las zonas de dónde han llovido y dejado sus sobras de una manera algo exagerada pero al mismo tiempo tranquilizante pues el olor a petricor todavía abundaba en la mañana, los ligeros rayos de sol que traspasaron las ventanas llegaron hacia el interior de la sala donde dos personajes estaban durmiendo con tranquilidad uno encima del otro como si ya no hubiese algo menos usual, el peliverde se iba despertando poco a poco escuchando las suaves gotas caer sobre el techo pero más que todo los latidos retumbantes del mayor al respirar en sus pulmones, despacio colocó sus manos en su pecho mientras que se iba elevando un poco para verle dormir, aunque él también estaba medio dormido, sus ojos entrecerrados le veían dormir un par de minutos antes de que girase su mirada hacia uno de los lados que tenía su reloj quien marcaba la hora, estaba por tener 30 minutos para llegar la hora de entrada, pero un mensaje vibrante llegó desde la dirección que, como era debido tener su registro numérico, avisaba de algo importante, con algo de ligereza estiró su brazo para tomar el teléfono y ver el mensaje que debido a la lluvia varios de los personales del instituto no vendrá debido a los chaparrones que estaban cayendo hacia sus hogares, por lo que enviará en vía correo lo que deberán llenar en físico si el día siguiente no sigue lloviendo, después de apagar la pantalla lo devolvió en su mesa de dónde descansaba para así tener que volver a reposar sobre el mayor para escuchar sus latidos de su corazón, aunque luego sintió el movimiento del mayor para que terminase de atraerlo consigo antes de girar y dejarlo contra la pared del sofá y el cuerpo del peliazul quien le dejaba un poco más de presión.-

-El mencionado no quería despertar ya que estaba cómodo en su lugar, más con lo que estaba abrazando que era tan calientito y suave que ni los peluches estaban para compararse al menor, quien abriendo los ojos hasta la mitad, esperó para que esa imagen tan tierna y a la vez deseable de seguir teniéndolo así antes de volver a cerrar los ojos volviéndose a quedar dormido; pero en pocos minutos el pelirosado pasaba por el lugar para remover al peliazul con suavidad a pesar de que el mencionado se rehusaba a despertar.-

Sorrento: señor, es momento de despertar.

-Pero el mencionado no quería, a lo que solo siguió dándole la espalda.-

Sorrento: señor, llegará tarde al trabajo.

-Repitió de la misma forma su movimiento pero recibió la misma reacción del mayor quien empezó a fruncir el ceño y seguir dándole la espalda, a lo que el pelirosa suspiró levemente.-

Sorrento: bien señor, debería de explicarle a los demás que no va a ir.

-Y segundos después de eso el celular del mayor empezó a sonar una y otra vez conforme los mensajes de la mujer estaban llegando, lo que hacía que el mayor arrugase el entrecejo y rápidamente tomase el teléfono y bajar el volumen de las notificaciones, miró los mensajes que no dejaban de llegar.-

Julian: (¿acaso no tiene trabajo temprano?)

-Pensó para sí mismo antes de ir subiendo los mensajes anteriores para compararlos con los nuevos, habían ciertos patrones en las preguntas que hacía ella a él, y viendo las horas en las que estaba enviándole mensajes tomando en cuenta una cosa; ¿acaso ella no dijo que trabajaba todos los días? Si es así ¿por qué no se enfoca en lo que trabaja en vez de mandar mensajes a cada rato?, pensaba intentando subir mas y más pero con cada nuevo mensaje era difícil de poder leer con calma, así que sin dudarlo más apagó el teléfono y miró el del menor, de reojo miro al mencionado antes de tomar el teléfono del menor y ver el mensaje que tenía puesto en el apagado, tras una necesidad de saber qué más tendría fue a buscar las grabaciones al recordar que él tenía un grabación, bajo el volumen para escuchar lo único que se ha grabado, poniéndolo en su oído antes de buscar de nuevo el sueño abrazando al menor a ojos cerrados. Las horas seguían y ninguno de los dos quería despertar hasta que el sueño se había acabado para ellos, el menor se iba removiendo un poco en lo que le dejaban la pared y el cuerpo del mayor que continuaba dormido a su lado, despacio se fue elevando escuchando como su estómago rugía por estar lleno de energía que necesitaba para seguir produciendo alimento para el cuerpo propio, algo tambaleante se iba incorporando hasta quedar sentado, rascándose los ojos con sus nudillos hasta que se le aclararon las imágenes de su alrededor, de tal manera que miro su alrededor, se sentía el aire un poco frio a pesar de que su cuerpo se sentía calientito era mejor seguir con una de las mantas que traía encima.-

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