Cap. 49: un día en la mansión Solo

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-Al día siguiente, los rayos del sol se estaban colando entre las cortinas de la habitación del peliazul quien se había levantado tempranamente para preparar el desayuno y limpiar un poco por el lugar topándose con el pelirosa que estaba apareciendo en medio del pasillo.-

Sorrento: ¿Qué hace despierto a esta hora señor?

Julian: no he tenido sueño en casi toda la noche... Desde que llegamos no he podido pegar el ojo.

Sorrento: debería de estar en la cama señor, así podría prepararle un té que lo pueda ayudar.

Julian: me gustaría pero...

Sorrento: ¿pero?

Julian: no lo sé, no me siento con ganas de dormir ni tampoco de descansar, siento que me hace falta hacer algo pero no sé qué.

-Decía en lo que se trataba de calmar en tener que hacer algo, por lo tanto andaba en el pasillo para que pudiera empezar a ir a la cocina seguido por su fiel servidor.-

Sorrento: ¿que han estado haciendo anoche usted y el joven Shun?

Julian: solamente lo lleve a conocer a una criatura y ahora no puedo dormir después de eso.

-El pelirosa alzo una ceja algo confundido por sus palabras mientras que lo seguía a paso normal por los pasillos hasta la cocina mirando como el peliazul estaba enfocado en hacer las cosas por sí mismo esperando que el cansancio hiciera su trabajo.-

Sorrento: señor, creo que sería buena idea dejar que su cuerpo descanse un poco antes de que el cerebro colapse.

Julian: lo sé, lo sé, solo déjame hacer esto antes de que pueda ver la hora para descansar.

Sorrento: debe considerar que debe tener un día libre para usted lejos del trabajo.

-Decía el pelirosa mientras que iba tomando camino en la cocina para encender la estufa de tal manera que el peliazul solo estaba preparando lo que sería la comida a degustar en el día de hoy.-

Julian: ya que lo dices... Quizás pueda solo tener un rato libre... Pero la investigación no puede detenerse por mucho tiempo.

Sorrento: puede hacer la investigación desde aquí, si solo están para buscar las evidencias de los argumentos de lo susodicho por los supuestos testigos no debería ser tan difícil de encontrar la información de las personas.

-El peliazul cortaba las verduras que tendría como relleno del desayuno.-

Julian: creo que solo podría averiguar un poco de la información que tendría de cada persona que dió su testimonio pero nada más.

-Respondió con algo de seriedad en lo que el pelirosa continuaba atendiendo el resto de la cocina sin hacer mucho ruido para evitar despertar al menor.-

Sorrento: al menos podría ser bastante sutil y de utilidad ya que de esa forma podría tener ya algo preparado.

Julián: como si fuese tan fácil... Pero lo tendré muy en cuenta para cuando tenga que realizar una investigación rápida.

-Con seriedad estaba empezando a continuar con lo que sería la cocina por el resto de la mañana hasta que por fin había quedado listo el desayuno para que todos puedan saborearlo a su debida hora, el peliverde todavía estaba hundido en sueños mientras que el peliazul estando en su habitación estaba usando la laptop para comunicarse con sus compañeros de trabajo en vía de video llamada sobre lo que podría acontecer aunque luego de que todo quedara como una ligereza durante la extensión de la investigación por un tiempo más hasta que se consiga todo lo necesario del juicio.-

-Pero luego de que acabase la "reunión" con ellos, se dedicó a investigar un poco de lo que tengan registrado de aquel animal que había en aquel templo y de aquel símbolo que hasta ahora no se ha borrado de su frente, no ha encontrado nada que le pueda ayudar, a lo que suspiró con pesar mientras sobaba su cara esperando alguna respuesta pero nada que podía encontrar; fue entonces que la puerta empezó a sonar mientra se abría aunque el mayor no estaba con ganas de hablar con alguien...-

Julian: estoy bien, ya dije que no tengo hambre.

¿Ni siquiera hora?

-Hasta ahora que escuchó la voz del menor alzó la mirada para ver cómo entraba a la habitación con la bandeja entre su manos.-

Julian: ¿desde cuánto estás despierto?

Hace media hora, me hizo extraño no verte en el comedor así que le pregunté a sorrento dónde estabas y me dijo que aquí.

-Decía mientras dejaba la bandeja en la mesita que tenía alado antes de voltear a verle.-

Julian: uhm... N-no te hubieras molestado...

Jajaj tranquilo, es lo menos que puedo hacer en agradecimiento por haberse tomado la molestia de haberme llevado a tan maravilloso lugar a voluntad propia.

-Mencionando con una nueva sonrisa y con las manos detrás de su espalda mientras se acortaba de hombros ligeramente, el peliazul se rascó detrás de la cabeza un poco apenado por el hecho de que el menor se molestara por traerle el desayuno por aquello sucedido.-

Julian: d-de acuerdo... A-aunque no tengo hambre todavía, tal vez a la tarde pueda tomar un bocado.

-Despacio dejo lo que estaba investigando en la laptop a un lado en lo que escuchaba como la bandeja era tapada para proteger la comida que ahí se encontraba, luego el menor se quedó al otro lado de la cama que estaba con un poco más de espacio.-

Además de eso...

Julian: ¿si?

¿Aun no hay noticias sobre los sucesor ocurridos en mi casa?

-El peliazul respiró hondo.-

Julian: aun no, se espera a que los testigos vuelvan a aclarar lo que han visto hasta entonces para poder iniciar con el proceso de análisis profundo, pero hasta ahora va bien la investigación en búsqueda de más pruebas.

Mmhh... Ya veo...

-Aquello no sonó algo convincente para el mayor.-

Julian: ¿sucede algo?

No nada, es solo.... Que me preocupa el hecho de saber que alguien más aparte de mi pueda salir lastimado en las mismas o en peores condicciones.

-La pequeña sonrisita del menor intrigaba al mas alto, quien sin saber como evitarlo dejó su mano en su cabeza mientras se acomodaba en la cama quedándose sentado en ésta.-

Julian: no te preocupes por ello, más temprano que tarde encontraremos a los responsables de estos casos y trataremos de tener a salvo a las victimas.

-El menor no esperó que el mayor le diera una sonrisa que le daba una sensación de calma, la suficiente como para asentir con suavidad.-

Espero que si.

Julian: ya verás que así será, no tienes que preocuparte por ello.

Gracias, en verdad.

-Después de un rato de silencio el Peliverde se levanto de la cama.-

Bueno, voy abajo... Por favor coma algo, no seria bueno que se sienta mal por no haberlo hecho ¿si?

-El mayor despacio asintió.-

Julian: esta bien.

-Y así lo hizo cuando el menor salio de la habitación, su estómago rugió como león así que no tardó nada en comer todo lo que había en la bandeja.-

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