Capítulo 122: piedra en el zapato

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-Entre tanto dentro de la está estación de policía estaban todos los trabajadores amontonados en el instante gracias a que los casos que dejaron por perdidos habían regresado de la nada atados en la puerta unos con otros, papeles volaron de un momento a otro, las computadoras encendidas con teclados soñando con un día de descanso de tanta presión encima por los dedos de los dueños de dichas maquinarias, las personas no dejaban de hablar unos con otros tanto en presencial como por teléfono con los otros suyos buscando una información que les pueda brindar a sus cerebros, al mismo tiempo que traían a los prisioneros en fila hacia sus respectivas celdas, los dos hombres principales estaban andando con sorpresa en su tono de voz.-


Nagaku: es increíble, primero Julian anda raro, segundo trae a quien quiera al sitio ¿y ahora estos casos cerrados vinieron de la nada?


Kuriku: parece que la justicia está al pendiente de todo lo que ocurre alrededor.


Nagaku: o bien alguien o algo ha tenido que ver, ya que todos los casos presentes ahora se han acumulado de la nada.


Kuriku: quizás hayan sido los espías especiales quienes se han encargado del asunto.


Nagaku: no seas ridícula, los espías del gobierno no obedecen a casos como los que han venido, a menos de que se traten de casos de posibles amenazas de guerra.


Kuriku: tal vez sea una señal.


Nagaku: ¿de qué?


Kuriku: no lo sé, pero presiento que será algo sumamente enorme.


-Dijo la mujer con un tono serio de tal manera que el  contrario solo guardó silencio.-


Kuriku: puede sonar una tontería, pero tengo un muy mal presentimiento.


-Se separó rápidamente para ir hacia dónde le llamaban, dejando al contrario todavía en silencio y con la palabra en la mano, hasta que le vio desaparecer, que fue donde se había dado la vuelta e ir hacia su lado que le llamaba.-


Nagaku: esto debo consultarlo seriamente con el...


-En cuanto al peliazul se encontraba en su oficina ordenando lo que tenia encima llegado, tenía un par de teléfonos, uno donde la misma mujer le llamaba pero el aue atendió a leer fue del menor con aquel mensaje, le respondió que estaba bien y si en todo caso le avisara.-


Julian: ......


-Luego fue a ver al segundo teléfono viendo los mensajes de la mujer, la mínima diferencia era de 1 minuto.-


(Julian: ¿de verdad no se cansa de escribir tanto? A esta hora todos deben estar laborando en sus trabajos ¿por que sigue mandando mensajes? )


-Comenzando con su labor, dejando abierto el buzón de mensajes para que no vibrase tanto sobre la mesa.-


(Julian: ¿vendrá? Ay no...)


-De pronto escuchó la puerta tocar.-

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