Cap. 38: llegada tranquila

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-Durante esas horas en las cuales la noche comenzaba a tener que darse a conocer sobre cómo luce con lentejuelas bajo su tundra de vestido de terciopelo oscuro dejando que quienes estaban debajo de ellas esperaban que de alguna manera pudieran sentirse tranquilos con su presencia durante el resto del camino que era humildemente iluminado por las farolas encendiéndose los grillos con su orquesta a embellecer las calles tranquilas de cada parte de la ciudad en la cual los dos estaban transitando de camino de regreso a su salida.-

Shura: vaya que estuvieron frías esas cosas...

Aioros: jejeje si que si... Y duele... Ni en invierno he tenido tanto frío como ese.

-Los dos estaban andando por las calles hasta tener una claridad visual de la misma casilla que tuvieron que pasar antes para entrar y de la misma forma salir.-

Aioros: de todas formas resultó delicioso.

Shura: mmh si, delicioso no quedo de falta.

-Cuando salieron de la ciudad el azabache miraba alrededor de ellos.-

Shura: realmente es muy diferente a las afueras del santuario, aunque su fauna es más bonita que la de aquí.

Aioros: cada ambiente tiene una belleza que la hace única, sus habitantes son causantes de mantenerla o bien de utilizarla o ignorarla.

Shura: seria bueno que la respetaran un poco más, ya que sin ella no podrían estar viviendo bien.

Aioros: seguro con el tiempo aprendieron a vivir con ella.

-Durante el camino pudieron ver la tranquilidad y suspenso que se vivía en aquella noche apenas teniendo poco de haberse presentado, cosa que el azabache aprovecho de ver como el castaño mayor enfocaba su mirada hacia las estrellas como si estuviese escuchando algo con importancia enorme para el, la garganta no le quería dejar libre las palabras que se le iban acumulando en el nudo poco a poco que con saliva era difícil de disolver pero al menos trató de enfocarse lo mas suficiente para darle a conocer las siguientes palabras.-

Shura: aioros.

-El castaño saliendo de sus pensamientos giro su mirada hacia el azabache.-

Aioros: ¿si?

Shura: eeh... Ya que al parecer tenemos un mismo deber... De... Venir aquí... Me preguntaba si...

-El azabache tomo aire profundamente.-

Shura: si en dado caso tengo que volver a venir por aquí ¿también podrás venir? Si no tienes trabajo por hacer claro.

-El castaño llevo una mano a su mentón para pensarlo bien aunque duro poco en ese estado para sonreír y asentir con la cabeza.-

Aioros: claro, estaré por aquí a horas de la mañana, posteriormente el resto del día ¿te parece?

-Un ligero brillo llego a los ojos del azabache por pocos segundos.-

Shura: ah, claro... Intentare... Al menos avisarte cuando vaya ¿de acuerdo?

Aioros: claro, claro, estaré pendiente ante todo.

Shura: gracias.

Aioros: ¿nos vamos ya?

Shura: por favor -ligero bostezo- muero de sueño.

-El castaño río suavemente en lo que ambos con ayuda de sus cosmos pudieron ir a modo de velocidad altamente especial al santuario y en sus respectivos templos para pasar esa noche como los demás que iban regresando a sus hogares para dormitar tranquilamente.-

Julian: tadaima!

-Uno de ellos era el peliazul que saliendo de aquel trabajo pudo llegar a casi ultima hora a la casa, siendo recibido por el pelirosa que andaba con una vela en manos.-

Sorrento: bienvenido señor.

Julian: ¿no deberías estar dormido?

Sorrento: me he ocupado un poco.

Julian: ¿Shun ha regresado?

Sorrento: hace tres horas volvió de sus clases, tuvo que ir a su habitación para que mañana tuviera que empezar a realizar algunas tareas encomendadas.

Julian: aah, que bueno, en ese caso significa que todo va normal.

-El peliazul con cuidado fue acomodándose sus ropas para que el pelirosa pudiera tomarlas a voluntad para que pudiera llevarla a lavar a la lavandería tranquilamente. Luego de eso ambos fueron por los pasillos de camino a la habitación en el cual el peliazul mostraba una mirada seria con el cual el pelirosa claramente pudo denotar que era de seriedad.-

Julian: Sorrento.

Sorrento: ¿si señor?

Julian: mañana tenemos algunos cambios en los ámbitos cotidianos, y en uno de ellos incluirá al joven andromeda para que dentro de lo que pueda estar aquí, sepa que por ahora no debe de tener la guardia alta por ahora.

Sorrento: ¿se puede saber?

Julian: mañana mismo lo veras bien, pues es algo que tengo pensado hacer aprovechando que se acerca el fin de semana para poder hablar con el.

-El pelirosa alzo han ceja extrañado de las palabras del peliazul, quien continuó el camino hacia su habitación dejando al mencionado por fuera de ésta.-

Julian: solo una cosa.

-Dijo deteniéndose en el marco de la puerta.-

Julian: no hay que decirle nada de los planes, pues no le conviene ni a sus amigos saberlo.

Sorrento: ... No lo sabrá nadie señor.

Julian: mas vale.

-Luego de eso el pelirosa vio como la puerta se cerraba frente a el cosa que le hizo suspirar un poco retirándose a descansar a su habitación para que esa noche pudiera perseguir el tiempo para durar un vals mas alargado.-

🌊💙Marea Nebulosa Del Amor💚🌊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora