Capitulo 25: suave noche

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-A medida que fueron pasando las horas los dos peliazules no estaban del todo contentos de la presencia del otro mientras que los dorados ya habían terminado hasta de ayudar en preparar la cena con las cocineras que estaban ahí, sin embargo el silencio era enorme y las miradas de ambos mayores no podía ser de menos que una disconformidad totalmente notable y tras ello una muy fuerte tensión.-

Seiya: ¿v-van a seguir así toda la noche?

Ikki: no, después de las 9 me llevaré a Shun de regreso a casa.

Julián: ¿y dejar que nuevamente le vuelvan a atacar tal como hicieron esa vez? Pensé que serías más cuidadoso.

Ikki: ¿crees que estoy loco? Dormirá conmigo esta vez así no tendrá ningún problema.

-Por su parte el peliverde estaba literalmente mudo, incómodo y de por si un poco avergonzado de que estuvieran peleando por una pequeña causa ajena.-

Julián: me ofrecí para darle mi mano ayuda a cambio de su seguridad, un ligero cambio de ambiente no viene mal al muchacho.

Ikki: no me digas que hacer ¿o es que ya se te olvido lo que sus sirvientes han hecho?

-El peliazul solo pudo mirar a su ajeno con una ligera expresión de serenidad y seriedad antes de cerrar los ojos junto a bajar su mano con el cubierto que tenía puesto, los muchachos de bronce estaban todavía en silencio sin saber si tendrían que intervenir o no pero antes de que ese silencio siguiera el peliazul abrió despacio sus orbes.-

Julián: entiendo que te quieras referir a los eventos pasados, y que no han sido bastante buenos en lo que respecta el trato que hemos llevado hasta estos momentos.

-Decía con una extraña tranquilidad.-

Julián: por ello, para tratar de remediar mis errores he estado hablando con Saori sobre algunos asuntos de seguridad, y tras esa noticia yo mismo me he puesto la responsabilidad de afrontar alguna situación que requiera la cooperación de los dos... Y esta es no es más que una oportunidad para demostrar que pueden contar con mi apoyo.

-El otro peliazul no hizo más que levantarse de la silla apoyando sus manos en la mesa casi de golpe.-

Ikki: me importa un comino tu relación con otros, lo que importa ahora es que mi hermano está bien y con eso puedo estar tranquilo, pero no puedo tolerar que alguien como tú esté dispuesto así como así a cuidarlo solo porque Saori te lo ha ordenado, se supone que no tienes que obedecer órdenes como dios.

-Esto para los caballeros de bronce les daba muy mala espina.-

Hermano, ¿no crees que eso fue muy descortés de tu parte?

Ikki: ¿Cómo?

-no se espero esa reacción de parte del menor.-

Ikki: oh vamos no estoy siendo nada descortés ¡estoy diciéndole la verdad!

-Por su parte el peliazul estaba como si nada, solo terminando su plato para levantarse.-

Julián: descuida pequeño Shun, es cierto que el caballero tenga la necesidad de decir lo que quiera al respecto ya que al fin de cuentas es un caballero de Atenea.

-El peliverde pudo ver como el peliazul se mostraba firme, con mirada serena a pesar de que el fénix estaba con su mirada enojada hacia el Dios de los mares, a pesar de que el mencionado estaba todavía con la calma su cosmo demostraba una calma que cualquier marea pudiera envidiar.-

Julián: pero ya sus maletas estan aquí, por lo que regresarlas después de que los muchachos se ofrecieron de manera caballerosa a traerlas en lo que le enseño la mansión a su pequeño hermano ¿no le hace querer tener un poco más de gracia al moderar un poco sus modales mínimamente para agradecer?

-El peliverde casi abrió los ojos por la sorpresa, mirando a los dos que estaban ignorándolo sentía como el cosmos de su hermano se empezaba a alterar, sabía a cómo se pondrían las cosas de fuertes.-

Ikki: ¡seras un..!// ¡¡Ikki!!

-Intervino el peliverde colocándose en medio de los dos, que sorpresivamente le miraron con un gesto de sorpresa bastante notable. El menor solo aclaro su garganta lo más posible.-

E-el no ha hecho nada malo todavía... Y-y tampoco lo he notado raro en el momento en que he llegado... Aparte Saori-san también ha tenido confianza en el como para acordar entre ambos investigar el caso.

-Sentía su corazón latir con fuerza en cada palabra, como si se quisiera salir por la boca debido al miedo de cómo reaccionaría el mayor.-

A-ademas... S-solo es temporal... Estarás atento a cada cosa que ocurra al mismo tiempo que los demás, si algo pasas ustedes serán avisados de una vez... ¿Verdad?

-Despacio miró al peliazul que todavía estando en su estatus asintió con la cabeza levemente.-

A-asi que no tienes que preocuparte mucho.

Ikki: Shun...

-No se esperó en verdad esa reacción de su parte, y mucho menos esas palabras, aunque solo dio un suspiro de resignación desviando la mirada.-

Ikki: ¿en serio vas a quedarte con este pescado andante?

-De reojo le miró antes de cruzarse de brazos.-

Nii-san....

Ikki: tsk... Bien! Con tal que me mantengas al tanto de la situación iré lo más pronto de lo que un rayo de sol llega.

-El peliverde sonrio y abrazó al mayor, el cual poco a poco correspondió.-

Gracias Nii-san!

Ikki: d-de nada... ¡Sueltame ya! Los hombres no se abrazan entre si.

Jejeje perdón.

-Entre tanto los bronceados estaban aliviados y agradeciendo a sus deidades que no hubo algún combate innecesario en el cual tendrían que intervenir fuertemente, finalmente el resto de la noche era para explicarle a cada uno de ellos cuáles son los mensajes que llegaran en las actividades que realizarán en el transcurso del tiempo. Costó un poco de que cada uno de ellos se despidiera antes de que la hora sea más alta y la soledad obvia pero al fin pudieron quedar los dos solos.-

Julián: espero duermas bien Shun, mañana mismo iniciaremos con la primera actividad ¿estarás listo?

Claro! No me lo perdería por nada!

Julián: jeje bueno, si necesitas algo ya sabes en donde me encuentro.

Descuide... Dulces sueños!

Julián: buenas noches.

-El peliazul apagó las luces dejando únicamente la de la astro de la noche que alumbrase la habitación del menor, cerró con cuidado la puerta sin seguro en caso de que el menor quisiera salir por alguna necesidad, entonces el solo se fue desapareciendo en medio de la oscuridad del pasillo.-

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