Cap. 39: visita comunal

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-Al día siguiente, nuevamente una jornada tranquila se interpuso en el mundo de los mortales en el cual sin saber que estaban conectados con el mundo de los guerreros zodiacales que están a la orden de los dioses, los rayos de Apolo estaban tocando fondo los frondosos arbustos del jardín de la mansión del peliazul, mismo que no tuvo problema en levantarse temprano para hacer el desayuno para todos con total calma, con su delantal rosa, guantes de cocina para mover las ollas y sartenes sobre la estufa mientras que tarareaba una canción sin separar sus labios hasta que pudo rellenar el plato sobre la mesa.-

Julián: ha tardado un poco, tal vez se quedó despierto hasta tarde.

-Decía para sí mismo dejando la cosión en la estufa a fuego lento para tomar el plato entre sus manos protegidas por los guantes evitando quemarse, saliendo de la cocina hacia las escaleras miraba de reojo su alrededor pero sobre todo a las ventanas para ver cómo iba el clima de la mañana.-

Julian: buenos días joven andrómeda!

-Decía desde la puerta cuando tocaba con una mano que soltó el plato para dar esos segundos de toque, sin recibir respuesta a cambio.-

Julian: el sol ha salido el día de hoy, quiere decir que hay buenas señales.

-Pero nada que respondía, lo que extrañado con cuidado abrió la puerta encontrándose con las luces apagadas todavía, ni la lámpara de noche estaba encendida, pasó unos segundos desde que el peliazul estaba en el marco de la puerta antes de dar un paso hacia adentro de la habitación solo usando la luz de una lámpara que estaba cerca para poder colocar el plato en la mesa de noche que estaba alado del menor.-

"(Debe estar todavía en brazos de Morfeo)"

-Pensó el peliazul antes de girar a verlo, su cara brillaba como la porcelana, su cosmos estaba dándose a relucir como una ligera pluma recientemente sacada a volar con delicadeza en el vals que el viento se estaba dejando a relucir acompañado de una buena cantidad de melodioso acordeón en sus notas especiales para lo cual dejaba a su momento una gran calma que no se podía escribir en palabras lo que se podría expresar, espera lo que podía "ver" el peliazul con sólo ver al menor dormir tan tranquilamente.-

Julian: ......

-Suspiro levemente cerrando los ojos en vista hacia abajo para solo estar calladamente dejando la comida en la mesa e ir escalera debajo en busca de un molde que la cubriera de todo animal por si el menor despertaba no estuviera tan fría, y así solo dejar la puerta abierta para la habitación del menor.-

Sorrento: ¿el joven Shun no vendrá a desayunar?

Julian: está dormido todavía, debió tener un día agotador y seria muy descortés despertarlo en un estado de tranquilidad total.

Sorrento: entiendo.

Julian: por ahora, solo debemos nosotros hasta que despierte.

Sorrento: si señor.

-Y así lo hicieron aunque no estaba la puerta cerrada si estaban los dos marinos desayunando con tranquilidad, el Peliverde estaba algo confundido en su sueño ya que estaba flotando en el espacio sin casco pero no sufría de nada, su alrededor era una nebula de colores rosados con celestes que lo iba rodeando de pies a cabeza dejándole solo su silueta envuelta en calidez.-

–¿Qué es esto? Estoy... Estoy flotando pero... Esto no se parece a la galaxia de andromeda!–

-Comentaba dentro de su sueño mientras estaba andando como si estuviera dentro del agua sobre el espacio recorriendo aquella marea tan extraña de polvo estelar que se movía a velocidad luz ante sus ojos que a penas podía verla.-

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