Cap. 44: Dulce cercania

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-Una mañana tranquila se presentó con los primeros rayos de sol que se asomaban por los pasillos que brillaban con hermosura y gratitud que dejaba que todo aquel que estuviese dentro de ellos sea bendecido con esas luces tan especiales de manera natural, por lo que las alarmas empezaron a sonar puntuales a sus momentos dejando que los demás estuvieran elevándose tan frescos como lo estaría un vegetal verdoso, así estaba el peliazul quien tranquilamente estaba andando por uno de ellos en camino a la habitación del peliverde como siempre a llevarle el desayuno, soltando la bandeja llevó su mano a tocar la puerta.-

Julian: buenos días joven Shun. ¿Está despierto?

Buenos días señor Julian! Si, claro.

Julian: ¿puedo pasar?

Por supuesto! Puede entrar.

-Con cuidado giró la perilla para después entrar se dió a la sorpresa que el peliverde estaba sentado frente al espejo que había puesto el día anterior, dándole la espalda, mientras usaba un peine para cepillar sus mechones e cabello, estaba ya vestido con una de las ropas que estaban en el armario, esta vez usaba un tocado uniformal de colores neutros que quedaban algo ajustados para su talla pero le quedaban bastante hermosos.-

Julian: despertaste temprano.

Se me ha terminado el sueño, por lo que quise adelantar un poco el tener que alistarme por mientras.

Julian: eso es bueno.

-Con cuidado deja la bandeja en la mesa alado del peliverde antes de ver su alrededor.-

Julian: tambien veo que tomaste un tiempo para ordenar.

Ah si, ya que después de haberme levantado quise ver un poco el entorno buscando alguna forma de memorizarlo por mientras tanto.

Julian: parece que te ha gustado mucho tu habitación.

Es muy linda al decir verdad, aunque es un poco demasiado amplia ¿no?

-El peliazul se acortó de hombros antes de sentarse en la orilla de la cama en espera de que el menor terminase de desenredar sus nudos en el cabello y de esa forma colocar el peine sobre el tocador.-

Julian: es mejor que sobre y no que falte, por lo que el espacio es solo cuestión de irse acostumbrando antes que nada, pese a que no muchas cosas suceden en ellos, nunca se sabe cuantas visitas tendrás.

-El menor por su parte al estar listo giró su cuerpo sobre la silla para ver al mayor con una sonrisa ligera.-

Bueno, no niego que eso es verdad... Tal vez solo deba acostumbrarme a tanto espacio.

Julian: ya veras que si. ¿Ya estas listo?

-El menor asintió mientras se levantaba.-

Claro! Estoy listo para empezar.

-El mayor sonrió un poco antes de nuevamente estar levantándose para adelantar su paso hacia la mesa de alado y colocarla de manera que sea similar a una mesa.-

Julian: bien, pero primero hay que desayunar.

-Posteriormente el menor se coloco del otro lado en lo que tomaba el plato y el mayor empezaba a servir el té en las dos tazas.-

Por su puesto, aunque... No era necesario venir si podía ir bajando ¿no cree?

Julian: tomalo como amistad, es gratificante tener con quien hablar.

-El menor ladeó un poco la cabeza.-

Aah? Pero... Creí que estaría mejor acompañado por Sorrento, que es su mano derecha ¿no?

-El mayor terminaba de servir las dos tazas llenas de té antes de dejar la tetera suavemente en su lugar.-

Julian: lo sé, pero pocas son las veces que tengo que compartir cosas pequeñas con alguien más... Así como una charla tranquila sobre cosas lejos de lo que serian los trabajos y formalidades.

-Mencionaba llevando el primer sorbo con tranquilidad Mié tras el menor se llevaba el primer bocado a la boca, un poco extrañado por sus palabras ¿será por tener gran poderío económicamente mortal? Se podría decir que si, pero él quería saber un poco mas al respecto.-

Ya veo... Entonces... ¿Podemos mientras tanto charlar un poco antes de partir?

-El mayor miro con algo de sorpresa al Peliverde quien se acercaba un tanto a su lado, pues estaban usando la cama como silla, a lo que cuando miro que se acercaba con una sonrisa amigable pero al mismo tiempo adorable que dentro de poco el mayor no estaba seguro si debería dejarle una tremenda sorpresa o quizás algo diferente.-

Julian: eeh... Si no te es molestia.

Para nada! Ya que si estamos viviendo en el mismo techo seria bueno aprovechar.

Julian: jeje, si tu lo dices.

A ver... ¿La vida de los ricos siempre es muy ocupada?

Julian: depende, si tienes muchos empleados a los servicios el tiempo queda de sobra para todo lo que uno se proponga, pero no es tan sencillo como crees.

¿Ah no? Mmh... Que raro... Cuando el señor estaba con vida el nos solía decir que solo hay que convencerlos de darles un trabajo bajo un sueldo con el cual podrían vivir y nada mas.

-El mayor río un poco bajo ante las palabras del menor.-

Julian: pues en parte si es cierto, pero lo difícil tiene que ver que tipo de servidores requiere y el sueldo a establecer, no todos los ricos pueden obedecer sus propias reglas, pues por una parte esta el hecho de que hablando se entienda la gente y por el otro las acciones muestren lo contrario.

-Mencionaba mientras el menor comía.-

Julian: todo queda en la intención con el que este ofreciendo el trabajo.

Aah... Ya entiendo...

-Decía terminando de comer.-

Entonces... Si por algún momento yo le pediría trabajar para usted... ¿Qué me diría?

-El mayor casi se ahogo con el té tras oír esas palabras viniendo del menor.-

Julian: ehh...

-Se acomodo levemente en su funcionalidad, por lo que se acomodo para ver al menor lo más calmado que podía.-

Julian: b-bueno...

-Y encima el menor le dio una pequeña risita inesperada.-

Calma, es solo para poner un ejemplo, o en cuanto se pueda podría servir como una opción en lo que necesite ocupar tiempo extra ¿o no lo cree?

Julian: a-ah si! Cualquier cosa podemos hablarlo al algún día y acordamos las normas por escrito para que nada se pueda saltar sobre la ley.

-El menor asintió con la cabeza sin dejar esa sonrisa.-

Por supuesto! Seria un placer algún día trabajar en algo que sea de utilidad para usted.

-Una sonrisa de parte del mayor se presento en correspondencia al del menor para lo cual ambos continuaban probando sus bocados.-

Julian: ya, sera mejor que nos apureños en desayunar, hay muchas cosas que hacer hoy.

-Y sin mas solo las cortinas estaban mirando como los dos estaban terminando de comer su desayuno con tranquilidad hasta dejar todo vacío.-

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