Capitulo 84: dulce pequeña mañana.

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-Al día siguiente los rayos de sol comenzaron a traspasar la ventana penetrando directamente a la habitación en dónde se encontraban los dos jóvenes descansando plácidamente en la misma cama, el peliverde a quién le cayeron primero los rayos del sol, se fue despertando poco a poco conforme a lo que estaba sucediendo en la perturbación de sus ojos durante su esfuerzo de esclarecer las imágenes de su alrededor, el tacto de su mejilla le decía que era mejor quedarse en dónde estaba ya que era un tibio lugar donde los latidos de corazón constante le relajasen bastante, esperen, ¿latidos?-

¿Hmn?

-Lentamente forzó sus ojos a abrirse y obtener una primera imagen de su alrededor teniendo en primera plana a un Julian tan cerca como era posible, intentó moverse pero cuando se pudo percatar, estaba atrapado entre sus brazos durante un abrazo.-

(¿Cuándo pasó esto?)

-Pasó a su mente mirando con sorpresa y confusión al mayor que seguía dormido, la alarma no sonaba aún y era un alivio ¿o no lo era? Daba igual, al menos por los momentos estaba tranquilo.-

(¿Desde cuándo estamos así? No recuerdo haberme acercado tanto a él para... Abrazarle, además, pareciera que no puedo moverme por este abrazo.)

-Mencionaba en lo que se acomodaba en medio de ese abrazo en el cual se daba en el acto, escuchando sus latidos constantes para así tener que respira profundamente y pensar en lo cómodo que se sentía estar en ese lugar, era demasiado suave a su parecer.-

(Si no despierta lo pueden regañar, al igual que a mi si llego tarde... Aunque... Es bastante cómodo aquí...)

-Miró a su alrededor en lo que mantenía el silencio, su respiración era lenta y algo pausada por lo que mantenía la calma en él era sumamente agradable, muy raro al ser verdad, pero no quiere decir que era incómodo ya que al momento de moverse rosaba parte de su cara con el pecho del mayor dotando de un palpitar retumbante que parecía un tambor.-

(Tal vez... No sea tan malo quedarse un rato más.)

-Despacio volvió a entrecerrar los ojos aflojando el agarre de su abrazo ya que con eso sentía mucha calma y bastante paz en medio de ese cálido abrazo que estaban experimentando en el instante, a pesar de que el pelizul todavía estaba dormido.-

(A pesar de que sigue durmió, se ve bastante... Tranquilo...)

-Pasó por su mente mientras que le daba una sonrisa en lo que se mantenía quieto en su lugar cerrando los ojos para relajarse en lo poco que estaba pasando de tiempo hasta que la alarma empezó a sonar cerca de los oídos de ambos jóvenes, el peliazul comenzó a abrir los ojos lentamente para percatarse de que ya era un poco más allá de la hora pautada para despertar, el peliazul sin embargo no le daba alguna preocupación ya que era lo mismo para él todos los días estaba en la misma hora, lentamente se removió un poco notando un extraño peso encima de su pecho.-

Julian: ¿hmn?

-Notando que se trataba del pelivere le dio una sonrisa.-

Julian: buenos días dulce~

-Susurró con calma mientras acariciaba su cabello sin ser muy brusco, su aroma era demasiado dulce, su peso era ligero casi como un cojin, era demasiado lindo el cómo tenía su cara tan angelical, su sonrisa tranquila era imposible de ignorar, despacio fue removiéndose pero sin separarlo el abrazo y a la vez acariciaba su cabello con delicadeza y lentitud para evitar que se despierte de golpe.-

¿Hmn? B-buenos días.

Julian: buenos días~ ¿dormiste bien?

-El peliverde asintió con la cabeza levemente.-

Mmn si, ¿y tú?

Julian: bastante, gracias.

-El peliverde despacio se fue separando del agarre del peliazul para irse elevando de la cama mientras que se rascaba los ojos terminando de bostezar y así tener que levantarse de la cama y estirarse de brazos y torso para luego dejar que el peliazul igual se levante y abra la puerta.-

Julian: bueno, es momento de empezar a prepararse para ir al colegio.

Claro, primero debo arreglar el cuarto y darme una ducha.

Julian: de acuerdo.

-El peliverde sonrió con ternura por escuchar sus palabras junto a sus pasos hacia el lugar de descanso que habían usado para la noche de películas, lo acomodaron para evitar que se tropezaran en algún momento, de igual manera los dos comenzaron a ser capaces de organizar varias cosas, de tal manera que en poco tiempo lo dejaron tan limpio como antes hasta que solo quedaba en ir a la ducha en lo que el peliazul estaba en la cocina preparando el desayuno mientras que el peliverde estaba saliendo de la ducha.-

Julian: ¿haz dormido bien?

Si, bastante bien ¿y tú?

Julian: me alegra bastante, falta poco para irnos ¿no te hace falta algo?

-EL peliverde negó con la cabeza mientras que daba una sonrisa sincera.-

Pues, por ahora no, no sé qué haremos hoy.

Julian: bueno, en todo caso estaré preparando un jugo para que no falte energía para ti.

Gracias, de verdad.

-Los dos continuaron su mañana en base normal hasta que estaban todo terminado es que fueron al auto de camino al instituto donde el peliverde estaba estudiando ya que estaban esperando a que el mayor llegase a dar las clases, por lo que cuando llegó a la parada delante del instituto no dejaba de sentir que le miraban en toda área murmurando cosas inentendibles pero por los momentos no le daba importancia alguna y cuando salió del auto se encaminó hacia adelante pero la ventanilla del piloto bajó para mostrar al peliazul.-

Julián: avísame cuando salgan, intentaré llegar lo más temprano posible.

De acuerdo, intentaré avisar de antemano cuanto antes posible.

Julian: no olvides que si hay una emergencia puedes llamarme.

Voy a estar bien, los chicos y yo estaremos pendientes de lo que suceda a esta hora del día y en lo que viene.

Julian: no solo eso, si necesitas algo igual me puedes decir.

Esta bien, no debe preocuparse mucho.

Julian: tengo que hacerlo, no lo puedo evitar.

-El timbre de entrada empezó a sonar, cortando la atención del peliverde por esos breves momentos y el avistamiento de sus 3 amigos con el castaño alzando el brazo en señal de saludo y aviso.-

Debo irme ya, te escribiré cuando sea necesario.

Julian: estaré pendiente, cuídate mucho.

Lo mismo espero para usted.

-Después de alejarse e ir con ellos el peliazul prendió camino hacia su trabajo después de encender el teléfono ignorando la cantidad grande de llamadas y mensajes de sus compañeros y así llegar a marcar.-

Julian: voy en camino, estoy saliendo del instituto.

-Mencionó escuchando las palabras de regaño de parte de sus compañeros pero no quitaba las manos del volante.-

Julian: llegaré en cortos minutos, tomaré un atajo.

-Y con ello cortó la llamada tomando rumbo a la localidad de trabajo pese al tránsito que estaba en ese día, leía en largo camino unos cuantos mensajes que venían con noticias sobre el sospechoso que ayer habían capturado para confesar sus crímenes.-

Julian: bien, veamos qué nos tiene para dar.

-Comentó suavemente mientras que llegaba al lugar.-

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