Capitulo 114: Orfanato 2.

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-Los minutos pasaban y los 3 estaban ayudando a los niños con algunas cosas mientras que otros jugaban con ellos normalmente, realmente eran unos ángeles, así mismo cuando notaron que el mencionado gato se ha levantado por sí solo y ver lo que estaba sucediendo.-

¿Ese es el gato?

Niño3: si.

Bueno, ¿pueden traerlo acá? No quiero que me rasguñe jejeje.

Niño 3: vamos señor bigotes, no tengas miedo.

-Con cuidado el niño cargó al felino para entregarlo frente al peliverde quién le ha tomado con cuidado de que no le rasguñara o le mordiera, despacio lo recostó sobre el suelo boca arriba para ir revisando por fuera su cuerpo.-

Niño4: esperamos que no sea muy grave.

-El menor lo elevó y suavemente lo recostó normalmente para tocar su columna vertebral teniendo cuidado de no lastimarlo mucho, solo así buscaría una reacción de parte del felino que le pueda dar una noticia de alguna dolencia o similar, lo que recibió fue una dolencia cuando toco y apretó una de sus patas traseras, a lo que le soltó para evitar que le mordiera o le rasguñara, lentamente volvió a tocarlo pero en el área cerca de esa pata, en especial el vientre y el estómago, recibió la misma reacción del gato que mostraba dolencia.-

Es por esas zonas.

-Dijo antes de acariciar la cabeza del felino.-

Tal vez sea que haya comido algo o haya recibido algún daño de alguna parte.

Niña4: ¿de qué podría ser?

Tal vez una caída, alguna pelea, o algo que haya comido y que pudo haberle caído mal... Pero viendo su pata... Le duele y se ha lastimado bastante....

Niño3: ¿Qué crees que pueda ser?

A lo mejor una pequeña fractura, por como vi en su caminar parece que se ha lastimado de alguna forma la pierna y con ello causo una herida interna, si tiene mucho tiempo sin tratarse deberían llevarlo directamente a la veterinaria, si han sido pocos días tendrá más oportunidad de poder ser curada su pata y vientre.

Señora: creo que puedo ir, no debería haber mucha gente allá.

Que bueno, sería bueno llevarlo en un bolso cerrado para que no se asuste, si da positivas sus reacciones entonces solo deberán de darle lo que pueden recetarle o un cercano, si ha comido poco deben dejarle el plato no tan lleno para que no se quede tan relleno ya que eso podrí afectarle un poco la salud.

Niño6: y ¿qué tal si le damos unos ratones muertos?

Niña6: ¡noo! ¡Qué asco!

-Los demás solo soltaron una risita por la reacción de algunos niños.-

Bueno, eso ya podría depender si deja de dolerle o no, así que mientras tanto lo revisen, solo deben dejarle lleno de cariño y algunos mimos.

Niño3: ¡muchas gracias! Eehh... Señor.. Señorita... ¿Cuál era su nombre?

Shun.

Niño3: ¡gracias señorita Shun!

-La mujer se tapó la boca por la casi risa que estaba por escapársele desde la garganta, el peliazul por su parte solo negó suavemente con la cabeza mientras que continuaba con su parte.-

Eehh... No hay de qué jejej...

-El peliverde no sabía que decir al respecto de aquellas palabras, pero no era quién para poder decirle algo a los menores que estaban contentos de que su gato se podrá curar y no es algo muy grave, eso esperaban, al menos era una buena noticia para ellos.-

Niño7: ¿quieren jugar un poco con nosotros?

Julian: nos encantaría.

Niña7: ¿no te importa si decimas las reglas?

Julian: es justo, así no nos desbordamos del juego como tal.

Niño4: ¿también te quieres unir?

Por supuesto, si no les molesta.

Niño7: ¡jugemos!

Niña2: señorita Saori, ¿justaría jugar con nosotros?

Saori: me encantaría, pero por ahora quiero verlos desde aquí por si acaso.

Niño2: aaaw, está bien, si luego se quiere unir nos dice.

Saori: claro que lo haré.

-Y sin más los infantes halaron consigo a los dos que aceptaron el juego para tener que iniciar con lo que era un juego de guerreros y guerreras, dejando de lado el consejo que los dos dieron que no importaba el género se pueden realizar las mismas acciones de guerra en medio de una batalla para lo cual tener que seguir el juego sin importar la hora, la mujer por su parte les miraba con una sonrisa en su cara y ayudaba a atender algunas cosas mientras todos jugaban hasta muy llegadas horas de la tarde que es donde se iban despidiendo.-

Señora: vuelvan cuando quieran.

-Los niños se despedían de los demás mayores quienes estaban despidiéndose también con la mano hasta llegar a la distancia para que puedan irse tranquilos.-

Saori: agradezco mucho que hayan querido venir a ayudar.

No es nada.

Julian: nos alegra mucho haber aceptado.

Saori: ¿seguros que pueden venir solos?

Julian: estaremos bien, de hecho... Teng algo que hablarle a Shun.

-El mencionado le extrañó un poco mientras le miraba.-

Saori: ya veo, en ese caso, saben dónde buscarme si me necesitan.

-Losdos asintieron con la cabeza antes de que ella se fuera a ver cómo el mayor llevabadel hombro al menor bajo un cielo oscuro que buscaba una señal de querer lloveralgo encima de la tierra en una penumbra refrescante pero que dentro de poco sepondrá fría, ella se quedó en su lugar hasta perderlos de vista soltando unsuspiro de alivio de que finalmente pudiera resultar en positiva las reaccionesde ambos con solo una conversación algo profunda pero que poco a poco se tornarámas intensa entre los dos, seguramente habrán más cosas, pero hasta losmomentos era mejor dejarlos tranquilos mientras daba su camino tranquila haciasu limosina que iba de regreso a la mansión.-


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