•Ocho•

4.7K 384 6
                                    

A pesar de la música pude escuchar como unos pasos se acercaban y molesta me separé de Hermione, pero todavía estaba cerca de ella.

—Hermione —Viktor Krum.

—Eh... Estaba diciéndole a Jannet lo bien que le queda su vestido —se separó de mi y toco la tela del lado de mi vestido, como si lo observase con gusto.

Frunci mi ceño y quise ver lo que el caballero contestaba.

Que se note el sarcasmo

—Ya... Si –me dio una mirada rápida y después la posó en Hermione —¿Nos vamos? —en su tono se le podía notar la intención.

No me gusta la forma en la que la miras.

Esto era decisión de Hermione, no iba a intervenir.

—Si... Eh, claro –me miró rápidamente y pasó por mi lado —Adiós Jannet —fingió su mejor sonrisa y se fue.

Esto no es cierto.

La libritos me acababa de dejar plantada.

No,me niego.

Fui a la sala común y entré en mi habitación dando un fuerte portazo.

No hice ningún sonido más.

Me quedé sentada en el borde de mi cama, con mis puños apretados a los costados.

Reinaba de tal manera el silencio que escuché unos llantos en la habitación de mi lado izquierdo.

¿Quién había allí?

No había prestado mucha atención con quién compartía pasillo, casi nunca estaba en mi habitación salvo por las noches.

Salí de mi habitación y me paré frente a la puerta de donde veían aquellos llantos.

Sin tocar y sin previo aviso entré.

Un pelo corto castaño se inclinaba sobre unas rodillas mientras una cabeza se escondía entre estas.

El llanto cesó de golpe, y mientras la chica levantaba la cabeza de su boca provenían sollozos.

—¿Qué te pasa? —espeté.

Ella se secó sus lágrimas y se levantó del piso.

—¿Qué haces aquí Jannet? —su voz estaba rota, ella se abrazó a sí misma.

Su bonito vestido blanco apretado se veía algo roto por abajo.

¿Como sabes mi nombre?

—Yo... –evadí mi pregunta —Te escuché llorar, y me entró la curiosidad —cerré la puerta y caminé por su habitación, observando que estaba muy bien decorada.

—Me han humillado —espetó, yo me di la vuelta quitando la mirada de su estantería y la miré.

Tenía apretado sus puños y pude ver una fina hilera de sangre que terminaba por colgar en sus uñas.

—Hey! –caminé hacia ella y abrí sus puños, se había lastimado —No hagas eso, si quieres cuéntame ¿si? —levanté mi mirada hacia ella, se veía tan vulnerable y rota.

—Camila Wood —sorbó su nariz e inclinó un poco su cabeza al hablar.

Supe que quiso darme sus manos pero estaban manchadas por gotas grandes de sangre.

—Jannet Stefan Black —le sonreí y nos sentamos en el piso con la cabeza recostada en el borde de su cama.

Me contó su noche, y si, fue horrible.

Un chico del grupo de Gryffindor de Quidditch que había conocido gracias a su hermano, Oliver Wood, era su novio, era una relación casi perfecta, el casi era debido a que él quería mantener relaciones, ella nunca se sintió lista y la mayoría de las veces discutían por aquello, esta misma noche aquel chico tenía muy claro que la chica perdería su virginidad, incluso la forzegueó rompiendo su vestido, pero no, no la tocó, gracias a que ella no se dejó en ningún momento.

La humillación fue cuando el se besó con medio baile, todo el mundo fue consciente de ello, y para ella fue la mayor humillación de su vida.

—El que se a humillado a sido él –comenté al ella terminar de hablar —Hazme caso, te darás cuenta conforme pase el tiempo —suspiré y le sonríe reconfortante.

Camila ya había llorado y yo la había consolado, me tranquilizó saber que
ella estaba mejor.

—¿Y que tal tu noche? —se giró para observarme mejor, viendo mi perfil.

Suspiré ante el recuerdo.

—Bien, nada fuera de lo común —toqué mi cabeza.

El efecto del alcohol ya estaba haciéndome pasar las consecuencias.

—Lo has hecho muy bien en las pruebas —su voz tenía admiración.

—Gracias Camila, no ha sido fácil —le sonreí y jugué mis dedos tranquilamente.

Hubo un silencio pero por extraño que pareciese no fue incómodo.

—Tengo que irme –me levanté —A sido un placer conocerte Camila, espero que sigamos hablando —le sonreí y al querer darme media vuelta me frenó.

—Lo mismo digo, Jannet —posó un beso en mi mejilla y yo pestañeé desconcertada, seguí mi camino.

Vaya...

Entré a mi habitación y cerré la puerta, tirándome de cara a mi cama, ahogando mi grito en la almohada.

Menuda noche me has dado Granger...

___________________________

<3


   

ꜱᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora