•Veintidos•

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Las semanas pasaban y el verano se podía decir que estaba siendo fabuloso, para todos menos para Jannet, todos notaban como la chica cada vez estaba más distante, callada y seria.

Para ser una chica bromista que siempre  sonreía, reía que nunca paraba de hablar y era muy cariñosa estaba siendo un fuerte palo para todos la repentina actitud de Jannet sobre todo para su novia, Hermione.

—¿Y porqué no?— Hermione se cruzó de brazos y me miró enojada.

Estaban al pique de tener otra discusión, que ya se estaban haciendo diarias.

—No me gusta la playa— mentí, moviéndome en las sábanas dándole la espalda a Hermione.

—Jannet no sales ya a ningún lado con nosotros, ¿Se puede saber qué a ocurrido contigo?— Ya había levantado la voz y eso hacia que la cabeza me empezase a latir de forma dolorosa.

—Por Merlín Hermione– cubrí mis orejas molesta—Déjame en paz— lo último que escuché de Hermione fue como soltó aire por su nariz en forma de risa incrédula y un portazo tras sus rápidos pasos.

Aquellas palabras, el vacío en la mirada de Jannet, su indeferencia y todo el cúmulo de la situación había sido suficiente para que Hermione se encerrase en el baño y llorase de manera desconsolada.

Había perdido a su novia y no sabía si estaba a tiempo o había forma de recuperarla.

______

Faltaba un mes justo para que las clases volvieran a comenzar y ya había tomado la decisión sobre lo que haría.

No volvería a Hogwarts.

No podía.

Cada noche sentía el terror de ver que mataban a alguno de mis amigos, de que terminasen como Cedric, de perderlos y todo por mi culpa.

No quería perder a nadie, sobre todo a ella.

Mi humor era de perros, los dolores de cabeza que tenían por tomarme cada noche una poción para que Voldemort y ni madre no sé comunicaran conmigo me estaba pasando factura, la presión y el saber que me alejaría de ellos me estaba matando por dentro y no sabía cómo lidiar con ello.

Hace unos meses pensé que mi vida por fin tenía un control que yo misma podía llevar pero lo que no sabía es que la cosa se pondría peor.

Harry sabía esto, sabía que nos marchaiamos a un lugar que Thonks tenía preparado para alojarnos, él volvería con sus tíos y seguiría en Hogwarts.

No era del todo bueno desaparecer de esta forma, a la vez que también queríamos tener información sobre que estaría ocurriendo allí.

Íbamos a derrotar a mi madre, y eso implica derrotar a Voldemort.

Harry no diría sobre esto a nadie, ya que yo iba a marcharme...

Esta misma noche.

Hermione

—Estoy tan cansada de esto— me apoyé en el hombro de Ginny, viendo como los demás jugaban en el agua.

Era casi de noche, llevábamos todo el día allí.

—Jannet, supongo— dijo, yo asentí sintiendo como mis ojos empezaban a nublarse otra vez.

—¿Sabes la de hace días que no me besa, o que la toco? Sólo discutimos, no hemos tenido ninguna palabra que no sea para atacarnos o algún gesto de cariño— me llevé las palmas de mis manos a mis ojos que ya habían empezado a derramar lágrimas.

—Oye...— dijo Ginny lentamente, mientras sus brazos procedieron a abrazarme.

Así me desahogué con ella durante un rato, necesitaba hacerlo.

—Intenta hablar con ella Hermione, y no, no la ataques o la critiques por sus actos– dijo rápido al ver que yo iba ya a protestar— Escúchala, haz que se desahogue, quizás creamos que ella a superado todo lo de hace unos meses pero es algo muy delicado y puede que los demonios hayan venido ahora a comerle su interior, a saber cómo se está sintiendo en estos instantes— sus palabras me hicieron reaccionar, es verdad que no me había parado a escucharla, o a preguntarle verdaderamente que era lo que le pasaba u ocurría.

No había hecho lo correcto desde un principio, y sabía que al volver de ese viaje lo haría, estaría para su novia como tenía que ser.

_____

Aquella noche era la peor que estaba pasando en toda mi vida.

Me odiaba, eso lo tenía claro.

No podía parar de ver el hueco de la cama en el que ella dormía, en donde estos días atrás se había pasado tirada, y aunque lo había odiado ahora mismo desearía que estuviese ahí, incluyendo su mal humor.

Nada más entender que ella se había ido, agarré los polvos flu y me dirigí hacia su casa, pero al atravesar la chimenea y ver que allí parecía que no había vivido ni un alma, sentí que el mundo se me desmoronó.

Incluso busqué por todos los rincones al Elfo malhumorado, pero ni él estaba allí.

Lo que más daba vueltas en mi cabeza era la nota que había dejado:

No me odies por esto, te sigo amando igual y no lo voy a dejar de hacer, esto es por el bien de todos.

Jannet

Ella se había ido, ya no estaba.

Y hubo muchas palabras de consuelo por parte de los demás, pero ninguna sirvió de nada, yo solo quería que ella estuviese ahí, hablarlo todo, por qué a pesar de que se había ido, lo había hecho en nuestras peores condiciones.

Cogí un papel y una pluma, preparada para escribirle.

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<3














ꜱᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora