•Diez•

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"Con mis pequeños detalles me gustaba hacerla feliz"

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"Con mis pequeños detalles me gustaba hacerla feliz"

—Anónimo   

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A la mañana siguiente noté como alguien tiraba de mi.

—¡Feliz Navidad Jannet!– dijo Fred dando tirones de mis manos para que me levantase.

—Oh vamos Fred, déjame en paz— me pasé la almohada por la cabeza.

Cuando pensé que se iría sentí sus manos tomarme de la cintura y subirme a su hombro.

—¡Fred, bájame!— le di con la almohada que aún estaba en mis manos.

—No puede ser que tú novia y todos tus amigos estén abriendo los regalos y los tuyos sigan sin abrir— me soltó en el comienzo de las escaleras y con una sonrisa me indicó con la manos que bajase yo primero.

Me rendí y accedí a bajar.

—¡Feliz Navidad!— dijeron todos que estaban en el salón junto a muchos regalos.

—Bueno –se asomó Molly por la puerta del salón –El desayuno está listo, cuando terminéis venid— sin decir más se marchó.

Vi los regalos que tenían mi nombre.

Uno era otro jersey con mi inicial, era de color verde así que supuse que ya habían asumido que no era una Gryffindor.

En uno que venía muy mal envuelto había unas galletas de navidad que en la caja había varios huecos donde faltaban galletas.

Miré a Ron tras abrir el regalo, este se volteó.

—Bueno Harry, ¿No tienes hambre?— y tiró del chico hacia la cocina.

No pude evitar reir, dejando la caja de galletas aún lado.

Mis ojos se abrieron en asombro.

—¿Qué? –dijo Fred con una sonrisa pícara.

—¿Te gusta?— dijo George con la misma facción.

Era una caja muy bien decorada con todos tipo de explosivos.

A cada lado de los explosivos había una pequeña tarjeta dónde explicaba que hacia ese explosivo y las mejores situaciones en los que podías utilizarlos.

Era una de las cosas más caras de la tienda de los gemelos.

—Gracias —dije mirando aún asombrada la caja, realmente era de los mejores regalos.

—Tienes a los mejores para aconsejarte de cada uno —susurró George como si contara un gran secreto.

El siguiente estaba muy bien envuelto.

Era un tipo de cuadrado pequeño.

Cuando quité el envoltorio vi que era una pequeña caja de terciopelo negro y en la tapadera venía grabado mi nombre con unas letras plateadas.

Al abrirlo pude ver un anillo plateado con una esmeralda un poco circular rodeada círculos en forma de pétalos puntiagudos de color plata.

—Te quedará bien como la reina de Slythering que eres— Hermione quitó la caja de mis manos y tomó el anillo, alcanzando mi mano puso el anillo en mi dedo anular.

Sentí un ligero cosquilleo en mi estómago al verla haciendo esto, de manera inconsciente, sonreí.

—Feliz Navidad, cariño— dijo mirándome a los ojos mientras enlazaba sus manos con las mías.

—Feliz navidad, libritos— tomándola de ambos lado de su cara la acerqué a mi y la besé.

No podía expresar la forma en la que la amaba.

[;]

—¡Te amo, te amo, te amooo!— dije abrazando cada vez más fuerte a Stregus.

—Vale Jannet, yo también pero ya vale—el chico tenía a sus lados los brazos ya que yo no me cansaba de abrazarlo.

—Que chica más empalagosa —dijo Arnot.

Me giré hacia el dragón y este alzó sus cejas e hizo una mueca en forma de sonrisa.

Esa misma tarde de Navidad, Stregus me llevó al bosque que había tras su casa para darme su regalo.

Cuando estuve con Hermione repetidas veces en el mundo muggle sabía la ilusión que me hacían aquel tipo de animal llamado «perro».

Eran animalillos realmente adorables.

—Es que... ¡Mira que carita!— el perro estaba en la caja con la cara inclinada hacia un lado al ver con la ilusión con la que yo le hablaba.

Era de color blanco entero, parecía un lobo, sus ojos eran de color azul intenso y si lo soltaba en la nieve lo único que vería sería dos perlas de color azul.

Arnot lo olfateó con desconfianza.

—¿Y qué función tienen estos animales muggles?— preguntó dando vueltas alrededor de la caja, el perro giraba su cuerpo mirándolo divertido.

—Ladrar, comer, morder cosas... –Stregus se llevó la mano a la barbilla pensando —Oh, y dejar sorpresitas de color marrón en cada esquina —asintió divertido mirando a Arnot.

—Inservible —murmuró Arnot sacando humo por la nariz.

—¡Oye! –le lancé una bola de nieve —Cuidado con lo que dices de White —tomé al perro entre mis brazos, este movía su cola hacia los lados contento.

—¿White?— preguntó Stregus.

—Blanco en inglés, creo que es obvio el porqué—

Arnot se puso a centímetros de White, para observarlo.

White lamió un lado de su cara, el dragón se echó hacia atrás asqueado.

—¡Me ha chupado, esa cosa me ha chupado!— Arnot restregaba el lado de su cara contra la camisa de Stregus.

White le ladró divertido a Arnot, como si consistiera en un juego.

—Ven, te presentaré a tu otra mamá— dejé a White en el suelo y este me siguió.

—¿Lo has visto? –se siguió quejando Arnot —Me a lamido la cara, con esa lengua diminuta y babosa —Stregus rodó sus ojos y echó hacia un lado a Arnot.

—Lo superarás, créeme— Le contestó el chico a su fiel amigo.

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Nueva historia de ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ!

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ꜱᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora