ꜱᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)

•Diecinueve•

24 de junio, 1994.

Y las semanas fueron pasando, ya estábamos a final de curso y hoy era la prueba final.

El laberinto.

Hermione estuvo todo el tiempo dándonos consejos a Harry y yo, sobre todo recalcó que cualquier mínima cosa lanzásemos el hechizo, que tampoco hacia falta ganar...

Podéis imaginarlo, es Hermione.

Estábamos en la entrada que nos pertenecía a cada uno, yo estaba junto a Harry, Cedric desde otra de las entradas me sonrió en forma de suerte, yo le devolví la sonrisa y Dumbledore terminó de dar el pequeño inicio de la prueba.

—¡Que comience la prueba! —una corneta sonó, ojo loco nos empujó dentro del laberinto.

—Suerte, suerte — dijo con una sonrisa algo siniestra antes de que las hojas del laberinto se entrecruzaran y este se cerrase.

Silencio.

Uno muy tenso.

Harry y yo compartimos una mirada antes de echar a correr.

Avanzamos por los caminos del laberinto, tuvimos que echar hacia atrás en más de un ocasión ya que algunos caminos no tenían salida.

El silencio que había en el lugar daba demasiada mala espina.

En un momento en el que quisimos avanzar un sonido de hojas y respiraciones costosas llamó mi atención.

—¿Qué coño?— vi que en el suelo se encontraba Fleur, unas hojas estaban enredándose en su cuerpo.

—El hechizo Harry ¡El hechizo!— me acerqué a la chica e intenté que las hojas no se le enredásen al cuello.

Tras Harry gritar el hechizo y apuntar con su varita al cielo el laberinto se la tragó.

—¿Se supone que eso tenía que pasar? — le pregunté algo asustada.

El con la misma faceta de preocupación asintió, tiró de mi mano y seguimos recorriendo el laberinto.

Víktor apareció en el final de un camino, pero estaba raro, muy raro.

Sus ojos brillaban en un azul muy escalofriante y su gesto en la mirada era de ira.

Cuando quise llamar la atención del chico Harry me cayó y nos echó para atrás, pegándonos a las hojas del laberinto, Víktor paso justo por ahí y era como si no nos hubiese visto, parecía estar buscando algo, o quizás a alguien.

Cedric apareció, parecía asustado y cuando vio a Víktor su cara de pánico aumentó.

Levantó su varita dispuesto a atacarle, Harry lo paró.

—Si no hacemos ruido no nos verá— Harry quitó la mano de la boca de Cedric y se separó lentamente, viendo hacia los lados en símbolo de alerta.

—¿Quién mierda lo ha hechizado?— espetó el chico en un susurro mientras caminábamos por los caminos, un potente azul iba aumentando por el entorno.

—Ni idea, pero se nota que los tontos son el blanco fácil —dije burlona mirando hacia los lados, preparada por si lo veía lanzarla algún hechizo.

Prometo que no le haré daño.

Cedric aguantó una pequeña risa y Harry me miró como; ¿Enserio?

Me encogí de hombros con cara de inocente y seguimos caminando, hasta llegar a un camino del que aquella luz azul estaba intensificada, cuando cruzamos aquel camino vimos el porqué de aquella luz.

El cáliz.

Unas miradas fugaces recorrieron entre nosotros, a la vez empezamos a correr hasta este y cuando nuestras manos lo tocaron algo ocurrió.