ꜱᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴠᴇᴢ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)

•Once•

Se lanzó.

Y se lo correspondí.

Por mal que a mi me pareciese, me gustaba el tacto de sus labios contra los míos y odiaba el hecho de que alguien más los hubiese besado

Una de sus manos me tomó por la mejilla profundizando más el beso, nuestras lenguas rápidamente se reconocieron

-No puedo -me separé de ella.

-¿Porqué? -sonaba desesperada.

-Porque no -me hice hacia atrás.

-¿Tienes miedo, nunca has querido a una mujer es eso? -se acercaba a paso lento.

-Eso no importa -hice un gesto para que frenase.

-Pero-

-Habla con Viktor, es lo mejor que puedes hacer -y con eso bajé las escaleras, volviendo a la sala.

-¿Hermione? -Viktor me miró forzandose a disimular su ansia.

Lo que me llevó a hacer una mueca.

-Ya viene -incómoda me moví en mi silla.

Por Merlín ¿Porqué me siento así?

-¿cierto Jannet? -dijo Harry.

-¿Eh? -alcé mi vista.

-Lo dicho, es una despistada -espetó Ron.

-No eres quien para hablar -quise mantener mi tono burlón tan común en mi.

Hermione bajó y dejó claro que se iría a dormir ya que no se sentía bien, y no lo puedo negar tenía mala cara.

Ella y Viktor se alejaron hacia un pasillo.

-Es la vida de Hermione y si ella es feliz... -comenzó Thonks -Pero ese chico no me gusta para ella, no sé es muy... Distinto -miró en dirección hacia donde acababan de irse.

-Normal -dijimos Harry y yo a la vez.

Sentimos como una puerta se abría de manera brusca proveniente del pasillo, de esta salió Viktor lleno de furia, agarró su abrigo y gorro que estaban en el perchero de al lado de la entrada y salió de la casa.

Oh.

-Creo que Hermione estaba de acuerdo en que ese chico no era para ella -espetó Remus algo sorprendido.

Unos pasos subían las escaleras y ligeros sollozos se escuchaban alejarse mediante los pasos.

-Necesita apoyo -Fred se puso de pie.

Todos los chicos se pusieron de pie menos yo, fueron uno tras uno hacia las escaleras.

Yo ya había intervenido...

-Bueno... -di un suspiro largo -Me iré a dormir, ya saben hay que levantarse temprano y abrir mis tan merecidos regalos -les regalé una sonrisa a todos y me alejé hacia mi habitación.

Me puse un vestido negro de noche para dormir y me acomodé en mis cálidas sábanas.

A pesar de que era invierno, papá había puesto un ambiente cálido en la casa, cual era agradable.

Me cubrí con una de las sábanas y respiré hondo con mi vista fija en el techo.

Mi mente estaba hecha un desastre.

Nunca he sido una persona de quedarse a amar a alguien, porque nunca he amado, soy cariñosa y quiero a las personas que de verdad se merecen un hueco en mi vida, pero amar de querer toda una vida con alguien nunca lo he sentido porque me aburro de lo que consigo fácilmente y eso me a ocurrido todo este tiempo atrás.