CHAPTER 33

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No pudo evitarlo. La felicidad parecía haberlo llevado a otro universo. No sabía en qué momento, desde que había escuchado ese "Sí" escapar de entre sus labios, esa respuesta que tanto temía y tanto ansiaba, lo había tomado entre sus brazos. No lo había besado, tendrían tiempo, toda una vida para hacerlo. Pero lo había tomado entre sus brazos y había dejado que la euforia se expresase a través de su cuerpo. Se sentía libre, como si durante todo ese tiempo hubiera estado viviendo dentro de una jaula y, por fin, hubiera encontrado la forma de salir al mundo. Y quizás, no se equivocaba tanto, porque sin pretenderlo, Taehyung se había convertido en su mundo.

- Te quiero, te quiero, te quiero - dijo sin parar, mientras el otro se reía por todas las vueltas que no dejaba de darle -. Te quiero muchísimo.

- ¡Y yo! - exclamó Taehyung, entre risas - Pero para, me voy a marear.

Después de un par de vueltas más, Jeon frenó poco a poco. Taehyung se aferraba con fuerza a su cuerpo, su sonrisa estaba intacta, pero sus ojos estaban un poco idos a causa de las vueltas.

- Gracias, Taehyung, gracias - susurró mientras acariciaba con cuidado sus brazos -. Gracias por esta oportunidad, gracias por hacerme el hombre más feliz de la Tierra.

- No eres tú quien debe estar agradecido.

Y lo pensaba de verdad. Jungkook había sido su salvavidas. Había llegado a un mundo difícil, que se escapaba de su pequeño conocimiento. El cambio de Daegu a Seúl le había dado miedo, y las cosas en la agencia de modelos tampoco habían sido la mejor experiencia. Había pensado tantas veces que todo había sido para nada. Que todos aquellos años que pudo estudiar, buscar algo de provecho, se habían resumido en falsas esperanzas y sueños rotos.

No obstante, ahí estaba Jungkook. Quien no lo echó de la casa por la que se habían llevado todo su dinero, que apostó por el modelo que acababa de llegar a una empresa cualquiera, que vio en él algo que ni él mismo veía. Porque él había aprendido a destacar lo que no debía, a creer los comentarios maliciosos y a soportar los dolores, los corazones rotos. Jungkook, con su adorable sonrisa y con sus ojos llenos de amor, le habían mostrado un mundo que desconocía y ¿quién sabe? Quizás hasta llegase a ser capaz de romper las cadenas que lo ataban a su pasado.

- Eres precioso, Taetae - susurró Jungkook, con sus labios rozando los contrarios -. Te lo repetiré todas las veces que hagan falta. Prometo cuidarte tanto - continuó, su mano ahora acariciando la mejilla ajena -. Nunca he sentido nada como esto antes y... estoy aterrado e ilusiona - Ambos se rieron -. ¿Tiene sentido? Te quiero tanto que me da miedo, pero luego os veo, a Jaemin y a ti y... Dios, ¿cómo puedo ser tan afortunado?

Taehyung negó levemente antes de unir sus labios a los contrarios. Pese a la emoción anterior, a la celebración, a todos los sentimientos, el beso fue tranquilo, sincero. Había amor, había respeto. Era más que un simple beso, era la promesa de un futuro juntos. Un futuro que, oficialmente, había empezado ese día, pero que llevaba varios pasos ya dado.

Cuando se separaron solo pudieron contemplar los ojos ajenos y el amor que estos transmitían. Desde ese momento, supieron que eso era a lo que llamarían hogar. Se habían convertido en el lugar tranquilo, seguro, del otro.











Las cosas habían cambiado, eso era innegable. Aun así, sabían lo que les esperaba cuando cruzaron aquella puerta con sus manos unidas y sus cuerpos, con la mínima separación como para que pudieran andar. Muchos miraron aquella escena escépticos, otros empezaron a rumorear, pero muchos los acogieron con una gran sonrisa y es que, por suerte, Taeil no había invitado a tanta gente a su fiesta que perteneciera a la empresa que dirigía Jeon. Ambos habían llegado al acuerdo de hacer su relación pública una vez que la campaña terminase o, al menos, pública para el resto del mundo, porque sus allegados conocían ya todo acerca de su historia de amor.

Fraude. [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora