CHAPTER 11

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La sesión de fotos se había alargado mucho más de lo debido, y todos eran completamente conscientes de ello. Kim dejó escapar un quejido cuando escuchó por novena vez las palabras del fotógrafo, que aseguraban que esa sería la última. Deberían haber terminado hace un tiempo, y él debería estar ya en la habitación que Jungkook le había señalado al inicio de la jornada, cuidando de su pequeño bebé. Pero Taeil se veía completamente estresado y desconcentrado. No hacía falta ser ningún genio para darse cuenta de que algo había pasado entre la reunión con Jungkook y el inicio de la sesión. Algo que había empeorado después del pequeño descanso de quince minutos que tuvieron para comer.

- Moon, ¿podemos hablar un momento? - se animó a preguntar el modelo.

El fotógrafo despeinó sus cabellos y se separó de la cámara tan rápido que sintió un ligero mareo. Taehyung no tardó en levantarse y acercarse a socorrerlo. La idea de que algo le podía haber pasado a ese chico lo estaba carcomiendo. Ambos no llevaban demasiado de conocerse, pero habían creado un buen vínculo, pese a lo reservado que era el fotógrafo.

- ¿Qué ha pasado? No estás bien - el castaño abrió los ojos sorprendido ante su propia iniciativa. Él no solía ser tan directo. Nunca.

- Claro que estoy bien, sólo un poco... - gruñó - Vale, no estoy bien.

Aquel cambio de versión había sido muy llamativo para el castaño, quien simplemente tomó la mano del más bajo y ambos se adentraron dentro del camerino del modelo. Ambos tomaron asiento y se mantuvieron unos segundos en silencio, decidiendo sin palabras quien iba a romper el hielo.

- Puedes contarme lo que quieras, no saldrá de aquí - le aseguró con voz calmada.

- Es una tontería, te vas a reír de mí.

- Claro que no - mencionó mientras tomaba la mano contraria y le daba un ligero apretón.

- ¿Sabes quiés es Seo Jhonny? - asintió. Lo había visto acercarse varias veces por allí, también algunos rumores, pero sobre todo los suspiros que se robaba por parte de todas las empleadas cada vez que entraba en una habitación - Nosotros no somos nada.

Un silencio incómodo se instaló en la habitación tras aquella afirmación. Taehyung ya se podía imaginar que el mal humor del fotógrafo había sido causado por el señor Seo. Sin embargo, se veía incapaz de alentar a su mayor a hablar, no cuando veía el tormento en sus ojos. Un manojo de sentimientos que incluso llegaban a oprimirle el pecho.

¿Qué había podido pasar para que Taeil se viera tan perdido? Él era una persona muy responsable y muy profesional. Casi nunca había nada que pudiera interponerse entre el trabajo y él, era algo que todo el mundo sabía.

Pero ese chico parecía ser su talón de Aquiles.

- En realidad, llevábamos tiempo teniendo encuentros a escondidas. Nadie se podía enterar. Supongo que la idea me pareció tan excitante que ni siquiera pensé en lo raro que era eso - una mueca amarga se dibujó en su rostro -. Hoy fui a buscarlo a su oficina, habías retrasado la hora de comienzo, así que... bueno, simplemente fui. Él estaba allí junto con un grupo de chicas, trabajan aquí, las he visto varias veces. Ellas le estaban preguntando por su vida personal. Ya sabes, parejas, alguien que lo espere en casa... Nosotros no somos nada, no sé por qué esperé que dijera que tenía alguien - en cierta manera, Taehyung ya sabía cómo iba a terminar esta historia, y no sabía si tenía ganas de escucharla o de abrazar al mayor, que se veía tan indefenso encogido sobre sí mismo, como si tratase de desaparecer -. El caso es que, ellas se miraron entre sí, y la mayoría se fueron. Ella empezó a indagar un poco más, hasta que llegó a mí. Supongo que nuestra "relación" siempre fue un tema candente aquí.

El chico tragó con dificultad y sintió como sus ojos se cristalizaban. Se sentía tan ridículo. La vida le había enseñado tantas veces que no podía ilusionarse con nadie, que así no funcionaban las cosas. Cerró sus ojos, se sentía incapaz de decir nada más sin quebrarse. No tenía fuerzas.

O al menos, así se sentía hasta que notó el fuerte agarre del menor sobre su mano. Taehyung sujetaba su mano con fuerza y en su mirada no había pena, no había rechazo. Solo había una profunda compresión, incluso si aún no había llegado al meollo del asunto.

- No tienes por qué seguir si no quieres, creo que puedo imaginarme lo que pasó.

Moon negó. Quería decirlo. No, no quería, lo necesitaba. Su cuerpo le pedía que dejase de reprimir el dolor que todo aquello le causaba.

- Él no solo lo negó todo, sino que dijo cosas horribles de mí. Decía que yo era un desesperado acosador que no lo dejaba pese a que me había recalcado su desprecio hacia mi persona. Había tanto odio en sus palabras - susurró -. Yo ni siquiera pude irme de allí, tenía esperanza de que la culpabilidad tiñese sus palabras o el arrepentimiento, pero la cosa solo fue a peor. Así que bueno, decidí que lo mejor sería retirarme. Si tanto desprecio me tenía, ¿para qué iba a tratar de verlo? - lágrimas caían por los ojos de Taeil, claro que él no iba a decir en voz alta todo lo que escuchó, pero eso no implicaba que el recuerdo estuviera grabado a fuego no sólo en su memoria, sino que en su corazón. Él realmente había creído que ellos podrían llegar a ser algo especial - Entonces, en el descanso él vino a buscarme, como si no hubiera dicho nada antes. Yo no pude callarme y le exigí respuestas. Él solo me felicitó por darme cuenta por fin, y me respondió que simplemente me usó porque le habían dicho que debería probar las relaciones homosexuales, pero que en el fondo, solo había sentido asco.

Taehyung se levantó y abrazó a su mayor. Parecía tan devastado, se veía como un niño pequeño en busca de amparo. A Kim se le rompió el corazón con cada uno de los sollozos que escuchaba, y con cada sacudida desesperada que tenía el pequeño cuerpo entre sus brazos.

Podía entender la falta de concentración del mayor ese día. De hecho, ¿siquiera podía ser juzgada? Estaba seguro que de todas maneras, el mayor había hecho un trabajo increíble. Sólo que en esa situación de inseguridad, no había podido apreciarlo.

Sin embargo, Taehyung sentía que ahí debía haber gato encerrado. Es decir, ya eran todos adultos como para saber si el sexo opuesto te atrae o no, y si solo quería probar, nunca lo hubiera buscado de manera recurrente. Aunque, de todas maneras, estaba seguro de que el señor Seo era el villano de la historia, porque había sido él quien había roto de tal manera a alguien que no se lo merecía. Y como "amigo", o intento de amigo del fotógrafo, se iba a encargar de alejarlo del contrario. Mentalmente, ya estaba haciendo una lista de todas las personas que conocía y que le gustaría presentarle al joven.

- Taehyung, ¿soy un estúpido? - preguntó tras sorber sus mocos.

- No. Él lo es por jugar contigo.

Lo que ninguno de los dos sabía es que su conversación había dejado de ser privada casi desde el comienzo, y que tras la puerta semiabierta, se encontraba una persona extremadamente cabreada, y que pensaba tomar cartas en el asunto, porque no estaba para nada conforme con lo que había escuchado.

Fraude. [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora