CHAPTER 26

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Taehyung se sorprendió al ver el lugar al que Jungkook lo había llevado. Nunca había estado allí. Ni siquiera sabía que existieran lugares tan verdes cerca de la ciudad, estaba tan sorprendido, y entusiasmado. A Taehyung le encantaba la naturaleza. Aquello era un paisaje maravilloso para él.

Bajó del auto con cuidado, yendo directamente hacia donde se encontraba el pequeño Jaemin, quien trataba de ver a través de las ventanas, lo que lo esperaba fuera. Taehyung agradecía que Jaemin fuera un bebé tan curioso. Pensaba que eso los haría más unidos.

- Tenía otros planes, pero como dijiste que te gustaba mucho la naturaleza - dijo él avergonzadamente.

Taehyung se colocó a su lado, con el pequeño Jaemin en sus brazos. El infante lo observaba todo, retorciéndose entre los brazos de su padre. Quería llegar a ver más. Aquello era demasiado verde. Balbuceó algo incomprensible para los mayores.

- Muchas gracias, Kookie - le contestó -. Este lugar es asombroso.

- Ven, seguidme. Por aquí hay unas mesas de piedras.

Estiró su mano libre hacia Taehyung, quien no dudó en cogerla. Cualquiera que los viera, pensaría que se trataba de una familia feliz. Taehyung estaba sonrojado. No se acostumbraba todavía a esa cercanía con Jungkook. Pero no le importaría acostumbrase a ella. Jungkook se había convertido con demasiada rapidez en alguien muy significativo en su vida. Además, despertaba en él todo tipo de reacciones.

Se sentaron uno al lado del otro. Jaemin descansó frente a ellos en la mesa.

- ¿Te gusta, Jaemin? - le preguntó Taehyung.

Sin embargo, el bebé no les estaba prestando atención. Estaba demasiado interesado en ese nuevo paisaje que observaba. Estaba fascinado por todo lo que veía. Sus ojos parecían no poder estar por más de unos segundos en el mismo lugar, trataba de verlo todo.

- Taetae - escuchó como Jungkook lo llamaba.

Dejó su mano reposar sobre la pierna de Jaemin, de manera suave. Quería poder sentir sin el niño se movía. La mesa no era exageramente alta, pero sí lo suficiente como para que el pequeño se hiciera daño si decidía acercarse en demasía a los bordes.

Dirigió su mirada hacia el pálido chico. Estaban sentados demasiado cerca, pero no lo había notado hasta ese momento. El calor del cuerpo del chico, ya se había vuelto una costumbre para él. Se extrañaba cuando no lo notaba. Sin embargo, la cercanía entre sus rostros lo puso muy nervioso. Se relamió los labios, tratando de acallar los nervios.

- D-dime - susurró de igual manera.

Sentía como si el aire hubiera escapado su cuerpo. Jungkook sonrió. Su sonrisa era una de las vistas favoritas de Taehyung últimamente. Había algo bonito y adorable en la forma de sonreír de su menor. A Kim le gustaría que siempre estuviera sonriendo. Que nada pudiera alejar aquella sonrisa de su rostro.

- He estado pensando en... ¿todo?

- ¿Todo? - repitió la pregunta Taehyung. No sabía a lo que Jungkook se estaba refiriendo con eso.

- Sí - susurró -. He estado pensando en ti, en mí. En el pequeño Jaemin. Hemos formado una familia demasiado pronto. Lo hemos hecho todo a destiempo - confesó un poco avergonzado -. Se supone que primero deberíamos habernos conocido. Te hubiera podido decir que eres el chico más guapo que he visto en mi vida. Hubiéramos tenido citas, donde me enamoraría como un loco de tu personalidad - su mano acarició su mejilla. Era un contacto agradable, tranquilo.

Taehyung tragó saliva despacio. Sus ojos buscaron los contrarios, Jeon lo miraba con tanto amor, con tanto cariño. Lo tocaba como si pudiera romperse, como si fuera tan frágil como un cristal. O como si se fuera a desvanecer como un sueño. Sonrió. Inconscientemente, su piel no dejaba de buscar más de ese tacto.

Fraude. [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora