CHAPTER 17

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Un joven entraba a la empresa con un aspecto impecable. Su cabello, ligeramente rojizo, estaba peinado hacia atrás, cuidadosamente. Sus ojos demostraban una fuerte fiereza y convicción. Sonrió mientras se acercaba a la persona que atendía al público. Él no tenía cita, y lo más normal es que le negasen el paso. Al menos, en condiciones normales.

- Buenos días, ¿tiene cita? - preguntó la joven muchacha, mientras se disponía a buscar en el horario de la empresa.

- Buenos días. No tengo cita - le respondió con una sonrisa -. Vengo a hablar con Jeon Jungkook.

La mujer se sorprendió por lo dicho. Revisó la agenda que Yugyeom le había pasado apenas una hora atrás, buscando cualquier evento que tuviera señalado para esa mañana. Parecía que el presidente iba a tener un día muy tranquilo. Se mordió el labio. Nunca se le había dado demasiado bien mentir, pero sabía que tenía normas de decir que su jefe estaba ocupado siempre, fuera cierto o no.

- El señor Jeon...

- ¿Está ocupado? ¿Tiene día lleno? ¿Debo coger cita? - la interrumpió él -. Señorita, hágame caso. Su jefe querrá verme.

- ¿Es usted un familiar? ¿Un amigo? - se aventuró a decir.

El joven se rió. ¿Un familiar? No, se podía apreciar fácilmente que ellos no tenían ningún rasgo similar. ¿Un amigo? Eso sí que parecía una broma, él nunca sería capaz de ser amigo de semejante rata.

- Mejor dicho, puedo llegar a ser su peor pesadilla así que... ¿qué le parece si llama a su secretario y le pide que me haga un hueco?

Terminó lo que estaba diciendo y deslizó una pequeña tarjeta por el mostrador. La chica entendió la indicación, recogiendo la tarjeta de identificación. Oh, dios. Ella conocía perfectamente ese nombre.

Deslizó su silla hasta acercarse al teléfono. Presionó un par de teclas y se llevó el auricular a la oreja. Su rostro estaba más pálido desde que había visto la tarjeta. Él no pudo evitar sentirse orgulloso de la reacción, a fin de cuentas, había dedicado toda su vida para conseguir eso. Que la gente viera su nombre, lo escuchase, y supiera que estaban en problema.

- ¿Kim Yugyeom? - esperó un segundo - Tenemos un problema. Hay alguien aquí que necesita hablar con el presidente - la mujer volvió a callar mientras escuchaba lo que le decían a través del teléfono -. No lo entiende, es urgente de verdad. Esta persona... es un abogado muy importante.

Él sonrió. "Un abogado importante". Oh, él era mucho más que eso. No sólo era importante, era el mejor. Y pronto lograría que se hiciera justicia.











Cuando salió esta mañana de la casa iba con prisas. Había recibido un mensaje de Taeil pidiéndole que fuera antes al estudio ya que tenían trabajo atrasado del día anterior. Aquello desanimó un poco a Taehyung puesto que quería hablar con Jungkook. Ayer no se dio cuenta de cuando el mayor había llegado y esta mañana tampoco había podido intercambiar palabras con él. Solo le había dado tiempo de pedirle que se llevase hoy a Jaemin él, puesto que él debía ir directamente a la sala de fotografía. Tras eso, Ten lo había recogido y llevado hacia allí rápidamente. Él no iba apresurado para su trabajo, pero Taeil le había pedido como favor que acercase al modelo a la empresa.

Taehyung tampoco pudo hablar en ese momento con Ten puesto que el tailandés solo anticipaba cómo sería la fiesta de esa misma noche. Le había recomendado un par de estilos y un par de colores. El coreano había anotado todas sus indicaciones y consejos, pero no había podido resolver la duda que le acaecía. Él realmente quería saber cómo había quedado aquel tema.

Supuso que Taeil le diría algo, pero no. Moon estaba completamente inmerso en su trabajo. No se había tomado ningún descanso. De hecho, entre los cambios de ropa, de maquillaje y de escenarios, Taehyung podía observar como el fotógrafo probaba diferentes ángulos, limpiaba su cámara y se movía entre su cámara y el ordenador. También lo había escuchado maldecir un par de veces, pero nada le parecía fuera de un día normal de estrés.

Fraude. [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora