Sloras

Capítulo 1

Desde hace varios siglos, las casas familiares definían el destino de una persona, si podías aspirar a ser un guerrero, a ser un inventor o un gran erudito, tu familia te precedía, al igual que tu rango local que había por las familias, pero a pesar de eso, existían unas cuantas familias poderosas.

Existió hace muchos años, una familia que se encontraba en la gloria debido a las habilidades que pasaban de generación en generación, la familia Slora. Los hijos provenientes de ésta familia podían tener dos habilidades especiales siendo superiores al resto de las demás casas, pero todo cambió, cuando la avaricia los envenenó y aspiraron por más. Desearon el trono de la familia real, quienes se sintieron amenazados por ellos y decidieron solicitar ayuda ante las demás casas para empezar una guerra.

La lucha fue sanguinaria, al hecho fue conocido como "La matanza de los Slora", todas las casas poderosas se unieron con la realeza para ir en contra de los Slora quienes dieron una gran pelea, pero incluso por las habilidades especiales, seguían siendo humanos mortales que murieron y fueron erradicados. Pero una pequeña parte de la casa fueron perdonada, entre ellos los pequeños hijos por que podían ser monstruos, pero eran muy pequeños , sin embargo al final del día era lo que eran, monstruos que era marcados en sus pequeños rostros para ser identificados por todos como una casa en vergüenza.

Hasta el día de hoy las cosas no habían mejorado considerablemente, a lo máximo que alguno de esos niños podía aspirar era ser el servidor de alguna de las casas poderosas, de momento solo existían tres Sloras en la capital en donde, los tres eran primos, todos vivían protegidos por el amparo de la familia Beaufoy, una familia que se especializaba en la creación de cosméticos, que en este momento eran muy importantes en la sociedad, ya que ayudaba a ocultar los malos olores de las personas debido a las temperaturas que podía haber en el sitio.

—Mi señora Jenna ya es hora de levantarse—. Dijo aquella mujer con una palma en su pecho mientras hacia una reverencia y al levantarse se podía observar la cicatriz de aquella marca que tenía a lo largo de su mejilla.

Jenna que se encontraba en la cama simplemente se levantó mientras la mujer con la marca en su mejilla cerraba la polvorosa cortina para después encargarse de limpiar en cuanto su señora saliese de la habitación, la señora caminó hacia su ropero mientras levantaba sus brazos hasta la altura de sus hombros, siendo esta una indicación para su sirvienta que le quitase sus ropas para dormir y ayudarla a vestir con un bello vestido esponjado con encajes de una paleta dicromática entre el morado y azul, color que era muy caro costearse debido al proceso que este requería.

—Grace, ¿está mi padre en el comedor? —. Dijo aquella mujer bellamente vestida mientras se dirigía a su sirvienta con mucha informalidad pero con respeto, mientras aquella mujer con una marca le daba una sonrisa afirmando aquel hecho—. Perfecto porque después tendremos que ir al castillo de la familia Dagger para que vaya a escoger mi propia escolta.

—Me parece correcto mi señora—. Dijo Grace mientras hacia una reverencia a aquella mujer que aunque era de su edad, el nivel de aristocracia marcaba una clara diferencia social y económica entre ellas.

Grace caminaba con rapidez detrás de su señora quien fue prácticamente corriendo inclusive con los regaños de la matriarca mayor quien era la nana de aquella niña, se sentó en la mesa mientras esperaba a que uno de los sirvientes le moviese la silla y ella comenzó a comer en silencio mientras estaba en la misma habitación con su padre.

Grace nunca tuvo la fortuna de conocer a sus padres, habían pasado veinte años desde" La matanza de los Slora" en donde ella había sido encontrada siendo una bebé junto a sus otros dos primos, Boris y Cayden, quienes se encontraban con una mano en su pecho mientras los tres se veían entre ellos sin moverse de su sitio. Ellos trabajaban bajo el cobijo de la familia, habían sido traídos desde pequeños a la casa , los entrenaron con muchos maltratos y desprecios por la familia que provenían aunque ellos no tuviesen memoria alguna de algún familiar suyo ya que todos fueron traídos a la mansión cuanto el más grande de ellos tenía cuatro años.