Capítulo 44

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El tiempo pasaba muy rápido al igual que las estaciones, lo que parecía ser un embarazo simple de Vika, había pasado a ser un embarazo doble, había nacido dos pequeñas niñas, quienes, eran una copia exacta de Cayden, ambas habían nacido con un pelo muy fino pero oscuro, y tan pronto abrieron los ojos, fueron unos ojos verdes tan oscuros, que se parecían mucho a los de Boris, la llegada de las dos niñas fue muy bien recibida con todo el personal de una de las fincas en donde se criaría las niñas, Cayden había hablado con sus hermanos con respecto a que todos los niños creciesen en una misma finca para aumentar la familiaridad entre todos ellos.

Dicha idea fue aceptada por todos, y así fue como todos se mudaron a una misma finca que estaba a pocas horas de la capital en donde se encontraba cerca por si había algún problema en el Palacio, en donde al igual que en la casa Slora, se había llenado de otras dos niñas, siendo así que el rey ahora tendría 3 sucesoras en total. Grace se alegraba un poco que ahora Cedric fuese un poco más abierto con ella, incluso a sus escasos 6 años, él era un niño muy maduro para su edad, además que su habilidad en el control de la tierra estaba muy bien controlada y aprendida, le recordaba a la habilidad que tenía Levi mientras combatían antes de la gran guerra.

Kwan estaba teniendo en ese momento su celebración por su tercer año de vida, habían mandado una invitación a todos los pequeños nobles que no rebasasen de la edad de seis años, dicho requerimiento fue para que los pequeños pudiesen conseguir amigos a esa corta edad, y también para poder familiarizarse con los demás nobles de su edad, los pequeños estaban bien vestidos, y por su parte se podía ver a una ocupada Vika arrullando a una de sus hijas, mientras Cayden arrullaba a la otra. Aquella escena hizo reír a carcajadas a Boris y Grace, quienes jamás se imaginaron ver esa faceta de padre del alocado Cayden.

Boris invitó a bailar a Grace, ya que la fiesta era un mezclado entre una fiesta infantil y un poco adulta, la música sonaba y era una melodía lenta, a ninguno de los dos les molestaba la cercanía que ambos tenían ya que para ellos era de lo más común, ambos habían crecido y se habían criado juntos desde muy pequeños, y para ambos era más cómodo encontrarse bailando que esperar a que alguien los sacase a bailar, ya que eso podría generar rumores que ellos no pretendían seguir y que simplemente eran molestos para ellos.

La familia Slora, seguía poseyendo aquel apodo entre los nobles cómo "los perros del Rey", ya que todos eran cercanos a la monarquía, al igual que todos tenían muy buenos territorios y el dinero no les faltaba para nada, tenían más dinero del que quisiesen gastar en todo un año, y con eso atraían a diferentes familias nobles que pretendían aumentar sus ingresos, y si se ponían más superficiales, aquellos bellos rostros que poseían los familiares de la casa noble Slora, eran catalogados como los más bellos por sus definidos rasgos, así que eran un verdadero partido desde cualquier punto que se pudiese observar.

Muchos pensaron que porque uno de ellos se había comprometido con la hija bastarda del ducado de Willow, cualquier persona mientras fuese noble podría proponerle matrimonio, las ofertas de matrimonio estaban a la vuelta del día para ellos dos, y para ambos, eran simplemente molestas. Boris no tenía intención alguna de contraer matrimonio, él se encontraba feliz siendo amante de la emperatriz viuda Laura. Mientras que Grace no deseaba contraer matrimonio ni tener ningún tipo de relación amorosa con nadie, seguía en un proceso de búsqueda y recuperación personal, que si dejaba entrar a alguien más a su corazón, dicha reparación no podría ser hecha.

—Debería de ir a saludar a la emperatriz viuda para agradecerle por la ropa de los pequeños—. Dijo Grace mientras la música continuaba y ambos hablaban en un tono bajo sintiendo las miradas de los diferentes nombres que se encontraban en la celebración del pequeño Kwan quien se encontraba haciendo amigos.

—Podríamos ir mañana, de todas formas tengo que ir al Palacio a hablar con el príncipe y me quedaré unas horas con la reina—. Boris sonrío al pensar que se encontraría con la reina después de una semana de no haberle visto—. Y ya regresaría sola después de eso, ya que yo me quedaré al menos un día entero en el Palacio de la emperatriz viuda.

—No me cuentes tus cosas que de verdad ni me interesa escucharlas—. Ella hizo una cara de asco que hizo reír más a Boris mientras sus aperlados dientes relucían por todo el lugar.

—Igual deberías ir a ver a las hijas del Rey, son muy parecidas a ella—. le dijo Boris con un tono un poco más serio qué hizo que también ella torra se su cara a un semblante sin sonrisa—. Gracias a Dios no sacaron absolutamente nada de la familia del ducado Willow.

Ellos siguieron bailando por el resto de la noche, ya que tan pronto intentaban sentarse o tratar de tomar un poco de vino que estaban entregando en la fiesta, les invitaban a bailar con los diferentes nobles, sin embargo ellos ya sabían de las técnicas baratas que solían usar aquellos nobles para engatusarlos y ser objeto de diferentes chismes que rondaban hasta por semanas en la boca de los diferentes nobles que no tenían absolutamente nada que hacer más que hablar de aquellos insípidos chismes que corrían de boca en boca.

Kwan alzo sus dos brazos como indicación para qué Grace lo cargara y ella comenzó a arrullarle, pero antes de que él se durmiese, el pequeño hizo crecer desde su poder una bella flor verde, que era muy similar al color de los ojos de Grace, dicho detalle le dio ternura e hizo que soltarse una sonrisa espontánea. Boris observó aquella interacción entre los dos mientras sentía felicidad por ella, había pasado mucho tiempo desde que había visto aquel bello brillo que tenían los ojos de Grace, quien había podido sanar un poco su corazón desde que habían llegado aquellos niños a la casa Slora.

Con el pequeño en brazos, ella se dirigió hacia el patio, ya que había oído por las sirvientas que el pequeño Cedric se encontraba jugando con nobles de su edad en ese sitio, y decidió no acercarse tanto para no interrumpir aquella convivencia que logró ver desde la distancia, algunas de las actitudes que él tenía, les recordaban mucho a las actitudes que tenía Levi.

Que cada vez que pensaba en él, recordaba lo joven que murió, y también con esos recuerdos venía otro que siempre hacía que su corazón se llenará de hoyos ya que se sentía perforado por diferentes punzadas, y era el hecho que el cuidador de Levi había llegado desde aquella isla simplemente para encontrarse con la tumba de aquel niño de sus ojos que había cuidado durante tantos años en la isla.

Aquel hombre lloró noche y día durante todo el tiempo que estuvo en la capital de Prilev, pero ella no tuvo la valentía de siquiera irlo a despedir, ya que le había fallado, a todos ellos les había encargado de favor que cuidan a su pequeño y no lo habían logrado, pero ahora tenía un motivo para poder ir a visitar a aquel hombre que todavía se encontraba haciendo el líder de la isla rumbo a donde ella había logrado descubrir su poder, le llevaría a los niños para que les platicara de aquellas historias con las que ella se estuvo riendo aquella cálida noche cuando ellos se quedaron a dormir en su casa.

—¿ Te ha gustado la fiesta de hoy? —. Le preguntó al pequeño quién asintió frenéticamente con una gran sonrisa en el rostro—. Eso es bueno, ¿conociste algún nuevo amigo?

—Sí, sus madres han prometido venir a que jueguen a la finca—. Le dijo él con mucha emoción, mientras ella trataba de no hacerse ideas de las pláticas que tendría con aquellas mujeres que buscarían que aquella inocente relación amistosa que tuviesen los niños fuese una especie de relación económica entre adultos—. Pero me he divertido mucho en mi cumpleaños, gracias, Grace.

—No hay de que pequeño—. Ella lo abrazó con una gran felicidad y después le dio un pequeño toque a su nariz que hizo que el soltara una sonora carcajada—.Además este es la primera de muchas fiestas de cumpleaños, pequeño Kwan, pero ya deberíamos de ir a buscar a tu hermano, ¿no crees?

Kwan se bajó de los brazos de Grace, y corrió en dirección a donde estaba su hermano , quien lo recibió en un abrazo y se los presentó al resto de niños que rondaban entre los seis o cinco años, que habían logrado convivir con él, cosa que le agradó a Grace, ya que les ayudaba a ambos a desenvolverse en un ambiente social.

SlorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora