Habían pasado cinco largos años cuando por fin habían logrado llegar en caravana hasta Tirania, eran miles de personas que tenían el mismo deseo en sus corazones, matar a Jonás de Tirania, cuyas conquistas habían sido sangrientas, y les dejaba hacer de todo a sus fieles soldados, quienes quemaban aldeas enteras, mataban a todos los hombres y niños que se encontraban en el sitio, violaban a todas las mujeres que se encontraban a sus pasos, destruían hogares completos por los permisos de Jonás quién comandaba todo eso.
Cuando lograron derribar las puertas del palacio comenzaron a entrar para buscarlo y matarlo, aquel que lo encontrase se llevaría su venganza a cabo, las concubinas de aquel lugar gritaban y rogaba por sus vidas, incluso si aquellas mujeres no habían hecho nada malo, las mataron a todas, igual a los hijos que había en el palacio, no planeaban dejar a nadie vivo.
Cayden se encontraba viendo como todos se llevaban todo dentro del palacio, lo estaban vaciando de sus riquezas, pero él seguía viendo si no quedaba nada, al entrar a una de las habitaciones pudo escuchar el susurro de dos niños que suplicaban que se fuera y que no los encontraran, aquello lo sorprendió, por lo que se acercó.
Lo que más le sorprendió en ese momento fue ver a dos niños pequeños que tenían los mismos ojos que Levi tenía, ¿acaso eran sus hijos? Ambos tenían el pelo negro como él, aquellos niños también incluso si se encontraban sorprendidos, se encontraban a la defensiva.
—Aléjate o usaré mi poder en ti—. El mayor estaba llorando mientras mostraba sus manos extendidas, teniendo atrás suyo al más pequeño, Cayden fue precavido y se alejó de aquellos dos, pero cerró la puerta para que nadie más entrase.
—Yo también tengo un poder—. Le dijo él mientras los otros dos le miraban de forma arisca, pero Cayden comenzó a hacer que pequeñas flamas se convirtieran en caballos que comenzaron a cabalgar alrededor de toda la habitación, iluminadora por completo—. ¿Cuál es el tuyo pequeño? Te lo prometo, no te haré daño.
—No te lo diré—. Aquel pequeño seguía escéptico ante lo que aquel hombre que se parecía a su madre le decía—. Mi madre me dijo que no debía de decirle a nadie mi poder.
—Eso está bien—. Cayden se rascó la nuca mientras pensaba como llevarse a aquellos niños que se parecían tanto a Levi—. Pero ahora sus vidas están en peligro pequeños, y necesito que confíen en mi o morirán en manos del ejército.
—Si intentas hacer algo te voy a herir —. Le respondió el más grande mientras salía poco a poco del escondite de donde estaban.
Logró observar como la pared de aquel palacio regresó a su sitio, tal y como está a tan pronto ellos se quitaron, pudo observar que habían plantas que se marchitaron tan pronto esos dos niños se encontraban en la mitad de la habitación, él les explicó que le tomasen su manos, uno cada uno, para que no hubiese ningún problema, el menos aceptó sin ningún problema, ya que aquel hombre le transmitía con su sonrisa un poco de confianza, además que los gritos incesantes en el palacio, le indicaban que se debían aferrar a él.
Tan pronto salieron de la habitación, Vika observó a aquellos niños con una sorpresa total, al ver el parecido que tenían con Levi, así que Vika se arrodilló para hablar con el más pequeño qué no debía de pasar de los dos años, ya que podía caminar como un pequeño muñeco que le dio mucha ternura, pero que le hizo pensar que quizás debía de haber alguna persona que físicamente se pareciera a los Slora.
Vika tomó en sus brazos al más pequeño ya que había comenzado a llorar y lo comenzó a tranquilizarte mientras lo mecía en sus brazos y comenzaba a cantarle, canciones que solía escuchar en las carpas mientras acampada, pero le cantaba por susurros mientras el pequeño se iba quedando dormido paulatinamente en sus brazos.
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Sloras
AdventureLa familia Slora poseía habilidades en sus integrantes que pasaban de generación en generación, quienes después de un fatídico final de la casa noble en su reino natal donde fueron desterrados a ser esclavos, deciden probar suerte en otro país en do...