Capítulo 36

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Grace se encontraba comiendo en las carpas de alimentos en donde estaban todos los mercenarios, que comían con emoción junto a la princesa por haber logrado alejar un poco a los enemigos de sus tierras, en aquel sitio, no existía la división de las clases sociales por órdenes de la princesa, quién deseaba hacerse más familiar con las personas que se encontraban en sus filas.

La mayoría de las personas eran mercenarios contratados por la familia Servier y otro poco eran soldados de las diferentes casas nobles que existían en Prilev, debido a la casi inminente guerra, se le solicitó a cada casa noble enviar por lo menos cien personas a luchar y que tuviesen idea alguna de pelear. Se les solicitó que no enviasen a floreros, herreros, pescadores y demás personas que hiciesen oficio, ya que ellos solo servirían como carne de cañón tras alistarse en las líneas de combate.

—Princesa, ¿quiere más pan?—. Le preguntó uno de los mercenarios que se acercó con una canasta y un único pan sobrante.

—Cómetelo tú—. Le dijo ella mientras el hombre asentía en repetidas ocasiones.

— Gracias.

—Gracias a ti por ofrecérmelo—. La princesa le sonrió haciéndolo sonrojarse de inmediato, cosa que hizo que la mesa en donde estaba sentado él, comenzará a molestarlo.

Grace veía todo desde la distancia, mientras pensaba en que lo mejor sería que de ahora en adelante Levi le revisara durante las comidas, ya que no sería de extrañar que tantas personas que provenían de diversas casas, al igual que mercenarios pagados, hubiese alguien infiltrado que deseara lastimar a la princesa, así que ella se mantenía alerta ante cualquier situación que pudiese suscitarse.

Gregory y Levi se encontraban descansando en las trincheras, ellos ya habían comido un poco de arroz y asado unas aves que Gregory había cazado para poder llenarse por completo, e incluso haberles invitado un poco de carne a sus camaradas mercenarios quiénes se las aceptaron de inmediato por el hambre que tenían.

Incluso con los suministros enviados por las diversas casas, algunos tardaban mucho tiempo en llegar, cosa que hacía que la mayoría tuviese hambre y por lo tanto, que estuviesen enojados, de momento no habían ocurrido riñas por la comida, sin embargo, Levi sabía que pronto pasarían, aquellas personas que se encontraban enlistadas eran la antesala a una probable guerra que hubiese y los primeros en sentirla serían ellos.

Levi abrió sus ojos con preocupación mientras se levantaba rápidamente del suelo, y comenzó a tocar la campana de alerta que fue escuchada por todo el campamento de personas que se encontraban comiendo, pero que la alerta les hizo abandonar la comida y acercarse a las trincheras en donde se encontraban unos cuantos patrullando, el ojiverde había sentido al menos a mil hombres caminando en dirección a la frontera, cosa que le hizo preocupar ya que estaban avanzando muy rápido, se sentían pesadas sus pisadas, indicándole que lo más probable es que tuviesen armaduras, además todos arrastraban algo pesado y de metal.

La princesa subió a toda velocidad a las torres de vigilancia y observó que efectivamente, había muchos hombres acercándose a la frontera, pero había llamas alrededor del pueblo más cercano, observó como corría la gente, pero antes de que pudiesen llegar, sus cuerpos caían desplomados, no entendía que era lo que estaba pasando, hasta que vio que en las últimas filas, poseían unos arcos tan grandes y altos como una persona. Se escuchó un pitido que hizo que se hiciese un silencio sepulcral en el ahora campo de batalla, pero la princesa logró gritar a todo pulmón y con todas sus fuerzas.

—¡CÚBRANSE!—. Fue todo lo que pudo gritar ya que las flechas que soltó el enemigo soltaban como un chiflido.

Eran centenares de flechas que salieron de la nada, pero Levi presentía que algo así pasaría, así que con todas sus fuerzas logró levantar un gigantesco muro que no dejó pasar ni una solo flecha, las filas enemigas se quedaron perplejas al ver como se erguía un muro enfrente de ellos, eso debía ser obra de un hechicero que tuviese el reino de Prilev.

A la distancia, un hombre tomaba el té, su bello tono cobrizo casi brillaba al recibir luz del sol que los acompañaba en ese momento, pero se sorprendió ver una montaña enfrente de sus filas, no recordaba haber visto una montaña en los reportes, pero al ver que desaparecía, su interés creció al ver que un solo hombre había detenido un centenar de flechas al levantar la tierra.

—¿Su majestad algo le ha molestado?—. Le preguntó uno de los sirvientes que se encontraba preocupado por las acciones que estaba haciendo su rey.

—Parece ser que en esta ocasión la batalla será más dura—. Suspiró aquel hombre quién sintió unas familiares abrazarle por detrás haciéndole sentir una calidez que se reflejó en el rostro con una sonrisa—. ¿Qué sucede cariño?

—No deberías de preocuparte por tonterías Jonas—. Le respondió aquella mujer quién comenzó a sentarse en su regazo con toda la tranquilidad del mundo, incluso si todos los sirvientes la veían—. Además la batalla de hoy no será la primera, ya llevamos medio camino logrado, solo falta un poco más.

Grace se encontraba luchando con su espada usándola a diestra y siniestra, se encontraba tres filas detrás de la ya primera fila disuelta, con los cuerpos que se encontraban pereciendo en el campo de batalla, Levi ya no podía proteger de las incesantes flechas que se lanzaban, ya que ahora el campo de pelea estaba todo mezclado, no se podía distinguir al momento quién era quién, no se detendría esperando a defender a un aliado si no podría diferenciarle de un enemigo, por lo que decidió acabar el problema de raíz, eliminar a los arqueros.

Decidió sumergirse en la tierra, tan bella y pacífica que era, la única superficie en dónde los humanos se sentían más cómodos, pero incluso en ella podían haber diferentes tipos de desastres, él deseaba usar un terremoto, sin embargo sabía que eso también podría perjudicar a su propio bando por lo que se abstuvo a usarlo, decidió ir por debajo de todo el campo y llegar a la fuente de los silbidos, el lugar en donde los arqueros se encontraban disparando aquellas ruidosas flechas, que aunque al inicio habían sido sorprendentes, en ese momento le parecían tan molestas.

Al lograr localizar a los arqueros y percatarse que se encontraba completamente solo en territorio enemigo, comenzó a actuar. Al comenzar a escuchar gritos en la superficie supo que su plan estaba funcionando. La tierra que era tan fuerte y serena comenzó a transformarse en arenas movedizas que atrapó a todos los arqueros, todo aquel que tuviese arrastrando un objeto ligero a la percepción de Levi, era un arquero, así que con ese pensamiento, atrapó a todos y cada uno de ellos.

Se escuchaban los gritos ahogados de los pobres que habían sucumbido ante la habilidad de Levi quién se sentía cansado, debía regresar lo antes posible, si se agotaba no sería capaz de salir de la tierra por un buen tiempo y quedarse atorado con la imposibilidad de poder salir hasta que recuperase sus energías, decidió correr mientras hacía túneles subterráneos para poder salir al otro lado, regresó escuchando ruidos y tintineos de espadas, se alegraba de ya no escuchar a las molestas flechas volar por los aires y escuchar como impactaba contra las personas que se encontraban en el batalla.

Tomó su espada y se impulsó en el aire sacando un poco de tierra, que el viento se llevó por acción de Grace quién se encontraba con un poco de sudor en su cuerpo y Levi le ayudaba, las cosas se habían estado complicando, desde el inicio la balanza para el reino de Prilev no era del todo favorable, había una notable desorganización y diferencia de cantidad de personas en cada bando, la proporción de los enemigos era mayor en contraste con la suya, por lo que eran ellos dos quiénes debían al menos inclinar la balanza lo más que se pudiese para poder equilibrar las cosas, o en el mejor de los casos, lograr hacer las cosas favorables para ellos, pero era muy complejo el peso que recargaba en los hombros de esos dos.

La princesa Alexa veía todo desde la distancia, ya que hablando con Grace habían quedado que ella no se acercaría tanto en caso de que hubiesen enfrentamientos, y que lo mejor que podía hacer era lanzar flechas desde las distancia, que era lo que estaba haciendo, pero incluso con eso sintió escalofríos en la espalda al darse cuenta que tan pronto se había quitado el levantamiento de polvo que había por la zona de arqueros del enemigo, que esa zona había desaparecido, se le había hecho raro que aquellos repetitivos chiflidos parasen de una vez por toda.

Ella había mandado a Gregory a buscar ayuda al palacio real y que se trajese consigo a Cayden y Vika, las cosas eran demasiadas para solo dos Sloras, que lo mejor es que trajeran a los cuatros, sin embargo, su madre quedaría desprotegida, y no hablar de su hermano, quién se encontraría que sus escoltas eran necesitados en la frontera norte, la guerra había comenzado y los resultados no se mostraban tan favorables para Prilev.



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