Capítulo 25

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La princesa Tessa junto a Grace , Levi y Gregory se encontraban a las afueras de una gran zona Fronteriza con el reino de Maldiva quién se encontraba en disputa con un loco tirano del norte según los reportes que le enviaban los emisarios al rey Arthur.

En la zona fronteriza en donde se encontraban se llamaba Netter, era una alargada zona fronteriza en control de la familia Servier, cuya se centraba en protección a la frontera, por lo que la mayoría del dinero iba hacia el ejército, la princesa se encontraba sorprendida, ya que esa zona era una de las que más dinero poseía y no era posible que el pueblo Central de Netter se encontrase en tan malas condiciones, había gente murmullando tan pronto les vieron llegar, pero se podía observar muchas cosas fuera de lugar.

Había gente mendigando, otros cuantos peleándose por pedazos de comida, había otros cuantos que llevaban a sus espaldas tanto gatos como perros, mostrando que la carne escaseaba en ese lugar, Grace tenía ganas de presenciar más cosas, sin embargo alguien gritó a lo lejos:

—¡VIENE EL EJÉRCITO!

Ese gritó fue como una alarma para la población, ya que comenzaron a esconderse y cerrar los negocios como si fuese de noche, las cosas no se veían para nada bien, y aunque todos salieron despavoridos de la escena, hubo un pobre hombre que no pudo guardar las cosas a tiempo y llegó la caravana de hombres armados, personas que parecían fanfarrones con una mirada de superioridad que le hizo molestar a Levi que junto a los demás se mantenían en una esquina siendo meros espectadores de la situación que estaba pasando.

—Ya sabe cómo funcionan las cosas, así que le recomiendo que coopere y no nos haga perder nuestro tiempo—. El hombre que estaba hablando tenía la armadura y una capa, era el uniforme que se usaban para los generales del reino, no podía creer que alguien que había realizado un juramento de justicia, pudiese ser un ser corrupto.

—Le pido misericordia, no he vendido nada en estos últimos tres días—. Dijo el hombre con una voz temblorosa y llena de miedo, pero se vio interrumpido por el derechazo que le propinó el comandante, acción que hizo que Grace saliese del escondite, pero sin quitarse la capa.

—Entonces te confiscaremos la mercancía, ya que no le das un buen uso—. El hombre estaba por propinaron un segundo golpe al pobre hombre que se encontraba lloriqueando en el suelo cuando la mano de una mujer de su tamaño le detuvo.

—Le recomiendo que deje de hacer esta escena General—. Le dijo Grace con un tono serio y el hombre tragó en seco al ver los mortíferos ojos verdes que le observaban—. Le recomiendo que regrese por donde vino y no genere más disturbios.

—¿Quién te crees que eres para hablarle así a un general de la guardia real—. Uno de los subordinados habló mientras Grace solo sonreía y quitó su agarre del general, parecía que las noticia de los Slora en la capital no habían llegado hasta la frontera, pero aquel hombre vio la marca que Grace tenía en su mejilla—. Tienes que aprender cuál es tu lugar esclava.

—Simplemente no deseo ver molestias por donde estoy pasando—. Dijo Grace sin importarle lo que el subordinado recién le había dicho—. Mi señora se enojará si ve algún tipo de disturbios de este tipo.

—¿A qué casa noble perteneces?—. Le preguntó con cautela aquel general que había sentida sólo la fuerza con la que le había retenido el golpe, y sabía que aquella mujer alta era de temer.

—Quisiera saber con quién estoy hablando en realidad—. Le dijo Grace con una sonrisa que todo el pelotón de la guardia consideró como cínica.

—¡Maldita mujer!—. Gritó el subordinado quién tomó a Grace por el cuello, pero ella le propinó un golpe en la cara que hizo que se tirara al suelo dejando un chaco de sangre, parecía ser que había matado a aquel hombre.

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