Un Potter y una pelirroja en el pasado [Un Potter Y Una Pelirroja 1]

1. Un desatre digno del duo peligro

Mckeyla 's pov

Era un día normal, los merodeadores y yo habíamos planeado una broma, la cual nos salió mal y por eso James y yo estamos siendo regañados por Minnie, se que os preguntareis, ¿dónde están Fred y Vanessa?, y bueno si no os lo preguntáis os lo respondo igual, solo nos pillaron a James y a mi y como buenos amigos que somos antes muertos que delatarlos.

Minnie llevaba rato regañándonos y como nos sabemos el discursito de memoria la verdad es que ni James y yo prestábamos atención, seguramente nos mandaría a limpiar los trofeos, como de costumbre.

- ... es por eso que su castigo es limpiar la sala de trofeos sin utilizar magia, ahora por favor entreguenme sus varitas- dijo con esa cara severa que tanto la caracterizaba

- Deberías buscar castigos más originales Minnie, ya nos sabemos la posición exacta de todos los trofeos y los nombres que hay en ellos - dijo el loco que tengo por mejor amigo

- En ese caso, señor Potter, espero que les valga de lección para la próxima vez que se les ocurra hacer una cosa semejante, ahora, ¿serían tan amables de entregarme sus varitas? - dijo mientras extendía su mano hacia nosotros y ambos sacábamos nuestras varitas para dárselas

Una vez fuera del despacho de Minnie sentí como James pasaba un brazo por mis hombros, un gesto curioso ya que no me suele agradar el contacto con otras personas, pero con él es distinto, nunca me molestó ese gesto por su parte o cualquiera de los apodos que no permito que nadie más me diga. Estaba tan centrada en mis pensamientos que no me di ni cuenta de que llevábamos ya varios minutos en silencio, pero no era un silencio incómodo, sino al contrario, esa es otra de las cosas que adoro de mi mejor amigo, la mayor parte de las veces las palabras sobran, nos entendemos con una mirada. Cuando llevábamos 5 minutos caminado James me dijo:

- Por favor princesa dime que tu si atendiste a todo lo que nos dijo Minnie- y por respuesta me limite a sonreir inocentemente dándole a entender que no había escuchado más de unas palabras sueltas- pues sí que somos responsables- dijo el divertido

Seguimos el camino hablando de cosas vanales, sin importancia, entre ellas la cita que Fred y Vanessa debían estar teniendo en ese momento, la verdad, es que a los dos nos encanta la idea de ver a nuestros amigos juntos, ya amenazaríamos a Fred luego.

Paso el tiempo y nosotros terminamos de limpiar, pero cuando fuimos al despacho de Minnie a por nuestras varitas, nos dimos cuenta de que no estaba, lo que si había era una nota en la que ponía que había tenido que salir y que la esprerásemos ahí sin destrozar nada, siendo esto algo complicado porque una de las cosas que nos suele perseguir es el caos, aun así nos entretuvimos hablando con los cuadros, haciendo tik toks y hablando de cualquier estupidez. Habían pasado 2 horas y yo ya estaba aburrida, así que miré a James y vi que estábamos en las misma, por lo que dije:

-Bambi.... me aburro- en ese tono tan infantil que solo los más cercanos a mi habían escuchado alguna vez

-Yo también, ¿qué te parece si cotilleamos a ver que tiene Minnie en su despacho? Total pasamos más tiempo aquí que en nuestra sala común, no creo que le importe- dijo él con esa sonrisa juguetona que yo tan bien conocía

- Es mala idea...- canturreo el  cuadro de Snape, por respuesta James y yo seguimos mirando, jugando y buscando, ignorando las advertencias del antiguo director

Así pasamos un rato hasta que yo encontré algo que  había llamado mi atención, se trataba de ni más ni menos que el sobre que había visto en mi visión, se que os preguntareis de qué visiones habla la loca ahora, pues sencillo  tengo muchos secretos entre ellos está el de que cuento con poderes y habilidades especiales, pero no solo yo, sino que también el resto de merodeadores, pero me estoy desviando del tema, entre mis poderes está el de que veo el futuro, pero no como en adivinación, yo no necesito bola, solo pasa.

La cosa es que cuando James llegó los dos nos miramos a los ojos decidiendo que hacer. Como el sobre tenía nuestros nombres decidimos abrirlo, pero al hacerlo no había una carta,  sino que de él salio una niebla morada que nos envolvió y nos traslado a la aventura de nuestras vidas.

Eso si era un desastre digno del duo peligro