La noche había vuelto a llegar igual de rápido que una cerilla consumiéndose después de haberla encendido.
El carruaje estaba inundado de un profundo e incómodo silencio, después de lo sucedido ninguno había dicho nada. Dentro estábamos Theon, Daryl, Dhara, Calix y yo y fuera Fayra. Fayra tenía la suerte de que se encontraba sola fuera y no tenía que estar allí dentro.
Daryl rompió el silencio.
- Hemos perdido parte de nuestros suministros.
- Aquí por suerte había más que en el otro, pero sí, es cierto que hemos perdido un treinta y cinco por ciento de nuestros alimentos- comento Calix, demostrando una breve preocupación por el tema.
- No serán los únicos que nos encontraremos por el camino- dijo Dhara sumida en sus pensamientos.
- Tenemos que encontrar su punto débil o saber sus rutas, saber algo que nos pueda ayudar contra ellos- comente.
- Theon sabía sobre eso.
Nos quedamos en silencio otra vez.
Calix extendió uno de los mapas sobre sus piernas y lo miro detenidamente sin decir nada. Alzo su dedo y empezó a trazar caminos en él.
- Y si paramos en uno de los pueblos cercanos, nos desviaríamos del camino, pero solo un poco, así descansaríamos y podríamos recopilar información y con suerte nos enseñan un camino más rápido para llegar a nuestro destino.
- A mi me parece bien- se escucho la voz de Fayra por delante.
Asentimos los demás y Calix se acerco a la ventanita para explicarle el recorrido a Fayra.
Unas tres horas después con el cielo aun más oscuro y con el sonido de los grillos y el rio a un lado, nos encontrábamos con un letrero de madera que en él tenía letras en mayúscula escritas con pintura roja que trazaban la palabra "Pueblo".
Originales, su segundo nombre.
A lo lejos vi cuatro o cinco casitas de madera cobijadas por los grandes arboles frondosos que tapaban sus techos, una de las últimas casas estaba iluminada por unos farolillos en su exterior y entonces cuanto más nos acercábamos más me di cuenta de que la silueta de un hombre estaba postrada en una silla allí bajo la oscuridad.
Fayra paro el carruaje y Daryl fue el primero en salir, salimos todos, menos Theon que seguía dormido y nos acercamos al hombre.
- Disculpe señor, ¿sabe algún sitio donde uno se pueda refrescar durante un rato? - pregunto Daryl.
El hombre alzo la cabeza despacio.
Un sonido de sorpresa se escucho por parte de Dhara que estaba al lado de Daryl, cuando el hombre dejo a la vista su rostro, el hombre tenía la mitad de la cara quemada y sus ojos eran de un color rojo intenso.
- Mi casa, mi casa está a su disposición si lo desean- su voz se escuchaba en un tono bajo y ronco.
Dhara giro la cabeza y me miro, al instante entendí que quería decirme.
Ni de broma entramos en su casa.
Y estaba de acuerdo, era una persona cerrada que a menudo prefería no confiar en los demás y está sin duda no sería la excepción.
- No hace...- pero hay quedo mi frase porque Daryl me interrumpió.
- Si no le importa, nuestro compañero necesita descansar.
Los ojos de Dhara se abrieron de golpe y agarro del brazo a Daryl clavándole las uñas en él.
- Tengo una cama y medicinas- comento el hombre lentamente.
- Solo seria por esta noche, haber si despierta nuestro compañero- Daryl hablaba tranquilamente, sin nerviosismo, fríamente y autoritario, como era él.
Él hombre empezó a toser compulsivamente, Fayra se intentó acercar para ayudarle, pero entonces paro de toser y nos miró con una sonrisa.
- Pasar, sentiros como en vuestra propia casa.
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La Última de las Melodías
Adventure¿Dos corazones podrán llegar a amar, pese a tener que cumplir, una misión de la que no se podrán salvar? Una bestia. Una salvación. Seis jóvenes. Y un destino. Obra iniciada 22/02/2021 Obra culminada 03/08/2021