El frio me estaba matando, pero yo aún seguía sentada en aquella roca inundada por mis dolorosos pensamientos.
Clara salió corriendo emocionada con algo entre sus manos de la cueva.
- ¡Aerilyn, lo tengo!
La niña aún seguía desnuda mientras la nieve se impregnaba en mi ropa. Me levanté rápidamente y me acerqué a ella para envolverla entre los tejidos suaves y calientes de la manta, ella me lo agradeció con una sonrisa que devolví con un esfuerzo abismal y avanzamos hacia la cueva.
Antes de llegar con los demás, Clara ya me había extendido las manos para que agarrase el objeto.
Mis ojos se inundaron enseguida.
- Oscar- susurré.
Supongo que antes había habido una mínima esperanza de que la persona que me había criado, no había sido la misma que me había mandado a una posible muerte, pero hay tenía la prueba entre mis temblorosos dedos.
- Hijo de...- me retuve a soltar aquella palabra delante de la niña.
- Es uno de los únicos objetos que conservó de él.
Deslicé las puntas de mis dedos por la amatista del anillo de plata que había en la palma de mi mano. Yo había tenido un anillo igual que con los años había perdido en algún lugar de los "4 muros", un día cuando debía tener unos nueve años, Oscar había llegado de uno de sus viajes más duraderos y su manera de pedirme perdón por la tardanza fue con aquel anillo.
- ¿Qué vamos a hacer? - les pregunté.
Intentaba evitar la mirada de Calix por lo cual me centré en mis otros compañeros.
Nadie contesto.
- Genial- susurré irónicamente.
- ¿Por qué nos mandaría aquí? No tiene sentido. ¿Y si ella nos está mintiendo? - Theon dijo señalando con su dedo a la niña que se encogió enseguida al verse afectada en la conversación.
- Tiene pruebas- espetó Daryl con los brazos cruzados.
- Pero pueden ser falsas o coincidencias- refutó Fayra.
- Parece que no lo conozcáis. Yo de él me espero cualquier cosa- soltó Daryl.
- No la conocemos de nada y a nuestro mentor sí, es la persona que nos ha criado. ¿Enserio vais a depositar vuestra confianza en esta niña? Sin ofender- siguió diciendo Theon.
Entonces Calix aún más cabreado que antes le contestó.
- Si, voy a depositar mi confianza en una chica que no me ha golpeado, no me ha maltratado y no me ha aislado durante mucho tiempo. Así que callaros la puta boca, porque no tenéis ninguno de aquí ni idea de quien es Oscar.
El silencio se extendió por la cueva, Theon retrocedió dos pasos y Calix adelantó otros dos.
- Os voy a decir que vamos a hacer, nos vamos a callar y escucharemos a la chica- acabo de decir con voz autoritaria.
¿Hacia mucho calor en aquel sitio, no?
Me dolía que él no me hubiese mirado ni una vez, pero no lo demostré.
- Oscar me enseñó desde que era una cría a utilizar mi poder, mi otro yo. Después de saber cómo controlar mi poder, hicimos un viaje hacía aquí, pero en aquellos tiempos tenía prohibida la palabra sino estaba autorizada..., como ahora. Me dejó aquí y lo primero que hizo fue sacar mi dragón interno, lo enfadó y lo enfureció hasta que explotó y salí sin control alguno, no lo recuerdo con claridad solo sé que hice lo que él quiso. No me se controlar cuando mi poder despierta y él sabe cómo sacarlo de quicio hasta volverlo una bestia. - una lágrima se deslizó por las mejillas de la niña- Me ha estado controlando todo este tiempo, y aún no sé cómo lo hace. Solo sé que su objetivo es tener el poder, que gracias a mí y a vosotros, lo convertiremos en un héroe que tendrá de parte suya al pueblo y que conseguirá destronar a la actual monarquía.
- ¿Y cómo has podido vivir tanto sin envejecer? – preguntó tenso Theon.
- Llevo aquí desde que era pequeña y antes de que todo aquel plan se originara. Cada mañana aparecían unas señoras mayores con frascos y jarrones, preparaban extraños líquidos que luego me obligaban a tomar. No tengo una respuesta certera de como sigo teniendo el mismo físico desde hace diez años, pero deduzco que algo tuvo que ver aquello.
Hervía de rabia. ¿Cómo podía habernos hecho eso? ¿Cómo no me había dado cuenta? ¿Cómo había podido confiar en él?
- Lo mataremos- dije.
Las expresiones de los chicos pasaban del desconcierto, a la frialdad, al dolor y a la rabia.
- ¿E-Estas segura? - tartamudeó Dhara.
- Habrá que hacerlo, Dhara- contestó fríamente Fayra.
Lo busqué y lo miré. Sus manos temblaban, pero en cuanto vio que yo también lo había visto las escondió en los bolsillos de sus pantalones.
Habían pasado tantas cosas que siendo sincera la única que me importaba tenía nombre propio, Calix. Había sufrido mucho y ahora tendría que encontrarse de cara con el causante de su dolor. Quería acercarme y decirle que todo iría bien, quería decírselo a él y a mí a la vez, pero él solo se distanciaba.
- ¿Dónde está Oscar ahora? - le preguntó Calix a la niña.
- No lo sé...
- ¿Hay alguna manera rápida de saberlo? - siguió preguntando.
- Si... Ella... Es el único ser mágico que no huyó- contestó pensativa la niña.
- ¿Por qué huyeron? - siempre había tenido esa duda.
- Nunca se supo, y dudo que algún día lo sepamos. A lo mejor se vieron asustados por una magia demasiado oscura, al final la mayoría de ellos eran seres de luz.
- ¿Tu magia es oscura? - pregunté torpemente.
- Si, pero la mía está mezclada con la de Oscar que la suya es más poderosa y antigua que las demás.
Me quedé congelada.
- Espera- levanté las manos en un gesto de calma- espera. ¿Cómo que Oscar tiene magia?
- ¿N-no lo sabéis? - al momento se puso nerviosa.
- No- dijo secamente Calix.
- Pues ahora lo sabéis.
Ahora las cosas se estaban saliendo de control más que antes y mira que eso parecía imposible.
- No nos vayamos del tema. ¿Quién es ella? ¿Nos puede ayudar a saber dónde está? - dijo Fayra retomando el tema principal.
- Es una señora mayor que vive en el poblado, con uno de sus calderos y materiales podrá deciros donde está.
Empezamos todos a andar hacía la salida menos Clara que se quedó atrás.
- ¿A qué esperas? – pregunté con ansias de marcharnos de allí.
- ¿Qué? - peguntó desconcertada ella.
- Que te muevas, nos marchamos.
- ¿Yo? Yo no puedo. Nunca me he ido de aquí, él puede venir...
Me acerqué a ella le agarré de la mano y la llevé conmigo hasta la salida.
- Pues ahora saldrás y volverás a vivir, Clara.
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La Última de las Melodías
Aventura¿Dos corazones podrán llegar a amar, pese a tener que cumplir, una misión de la que no se podrán salvar? Una bestia. Una salvación. Seis jóvenes. Y un destino. Obra iniciada 22/02/2021 Obra culminada 03/08/2021