CAPITULO 8

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Los días pasaron, cada vez tenía una idea más para llevarla a cabo, la situación de Anna hacia que me sintiera más segura de mi misma. Que haya dicho que solo se siente bien al estar con Kristoff, me da una alegría.

En en todo el transcurso de los días, estaba más pendiente de ella, nos contamos secretos que nunca teníamos pensado confesar. Éramos felices, aunque me gustaría que fuera así toda mi vida.

La Felicidad de Anna se transmitía por todo el Reino, solía cantar, bailaba o corría como una pequeña niña. Era lo mejor para mí, ver la chica que amo feliz es... Es un sentimiento que no lo puedo describir por ahora.

Habíamos acordado que cada noche saldríamos del Reino para tomar aire fresco. Creo que esos momentos eran los mejores, porque había más conexión entre Anna y yo.
Como decía, tenemos ya esa confianza de hermandad o más que eso para decir cualquier cosa. Eso era muy lindo desde mi punto de vista.

Por ahora, estoy esperando a Anna fuera del Reino para iniciar con nuestra pequeña rutina. Hace unos minutos dijo que tenía que buscar un regalo que tenía para mí, tal vez por eso es que tarda un poco. Conociendo a la pelirroja, se que su "regalo" debe estar en un lugar donde ella olvidó por completo.

A decir verdad, me siento un poco mal porque yo no tengo nada que entregarle ahora a Anna. Si me lo hubiera dicho desde la mañana, obviamente tendría un regalo para ella y no solo uno, quizás sería todo lo que yo podría encontrar y cada lugar de Arendelle.

Cuando noté que mi hermana venía hacia mi, me puse tan nerviosa. Con un solo paso, sonrisa y mirada, Anna puede mover mi mundo por completo. Ella suele tener algo que me hace sentir nerviosa y a la vez me hace sentir segura, es como si fuera mi propio hogar.

— ¿Ya estás lista?. — preguntó y asentí. — Tengo muchas cosas por contarte.

Empezamos a caminar y Anna empezó a decirme lo que hizo todo el día, por fin la escuchaba tal y como ella quería. Y sin mentir, sé que Anna se siente muy bien al contarme sus pequeñas anécdotas dentro y fuera del Reino.

Había dicho que intentó tomar los chocolates que suele traer un Señor de aquí, pero por cada vez que intentaba, ella sentía que todos podrían verla. Tal vez no ocasione algo de risa esto, pero cuando ella lo dijo con emoción y siendo graciosa, me hizo reír.

— Tal vez un día de estos tendré que ir a pedirte toda la tienda de Chocolates. — dije sonriendo y Anna se detuvo.

— ¿En serio harías eso por mi?.

— Anna, yo haría todo por ti. — Tomé su mano sin pensarlo y volvimos a caminar. Esta vez cambiamos de rumbo, decidí llevarla fuera de todo Arendelle.
Y no, no planeo hacer algo en este momento, solo que la Luna es bella en esta noche.

Después de unos pocos minutos, llegamos al lugar donde a veces suelo venir cuando siento que todo se viene encima de mí.

— Se que puedo ofrecerte una mejor vista, pero este es el lugar donde suelo venir y me gusta. — Me senté en el césped y fijé mi mirada hacia la luna.

— Es muy bello. — dijo Anna haciendo lo mismo que yo. — El árbol le da un toque romántico. — rio e hice lo mismo. — Pero si, es muy lindo.

— Lo sé. Espero que no vengas con Kristoff aquí. — reí y Anna lo hizo, pero un poco más fuerte. Al decir el nombre del rubio, recordé que faltan unos días para que él vuelva... Mi pregunta es, ¿Seguiremos haciendo esto?. — ¿Que harás cuando Kristoff regrese?.

— No tengo idea. — respondió Anna. — Pensaba en decirle la verdad y que quiero solo su amistad.

Sonará raro, pero lo que Anna dijo me hizo sentirme un poco mal por el rubio. No me gustaría regresar después de una semana y que me digan que es mejor solo ser amigos. El amor suele ser difícil para algunos, ¿Saben?.

— Anna, te propongo una idea. — dije sabiendo que me arrepentiré. — Piénsalo bien, cuando él regrese intenta de que todo de ustedes esté bien, y si eso no suele pasar y van peor, es mejor que terminen. — Anna solo asintió, sabía que estaba procesando mi opinión en su mente, pero era bueno, ¿No?. — Solo quiero que estés feliz a tu modo.

— Lo trataré. — Sonrió. — Yo también quiero verte feliz, Elsa.

Soy feliz de tan solo hablarte o verte, deberías saber eso pero no lo harás porque nunca te lo diré.

— Elsa. — mi hermana me llamó y decidí ponerle toda la atención. — Si llegaras a estar enamorada de alguien, ¿Como serías?.

Buena pregunta.

— Pues actuaría normal, quizás. — dije y luego pensé en algo más. — Tal vez llegaría ser diferente, ¿Sabes?, Yo creo en la frase que todos dicen, "El amor cambia a personas" seria alguien diferente, me vería muy feliz y siempre tendría una sonrisa en mi rostro.

Anna me sonrió y tomó mi mano.

— Espero verte así algún día. — dijo y sonreí como una niña pequeña.

— Yo también espero eso. — dije. — Solo que tengo que esperar a que todo esté tranquilo.

¿Tranquilo sería la palabra correcta para definir después tu situación con Kristoff?.
Porque me gustaría llegar a enamorarte cuando todo esté "bien", si es que llego hacerlo. Porque a este paso en la que voy, es muy difícil.

Volvimos a fijar nuestra mirada a la Luna, Anna se acercó hacia mí y se recostó encima mío. No lo niego, pero estaba más que nerviosa, en la posición que estábamos era la mejor que hemos tenido. Tomé su mano y la entrelacé con la mía. Si alguien llegara a vernos, ¿Que pueden pensar?, Solo somos dos hermanas viendo la luna mientras nos sostenemos de la mano, algo normal..

Pasaron los minutos y nos quedamos en silencio, solo podría escuchar el sonido de los grillos, las hojas de los árboles chocando contra otras... Tenía razón Anna, es un lugar muy romántico.

De todas las noches que he tenido junto con Anna, esta es la mejor. Si estuviéramos en otro momento, no dudaría en besarla, porque todo es prefecto ahora. Solo faltaría eso.

Olvidé aquel pensamiento porque no lo quería arruinar como otras veces, apoyé mi cabeza con la de Anna y me sentí bien, más que bien.
Éramos ella, yo y la luna. Una noche que sabré bien que tú no la vas a olvidar.

𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora