CAPITULO 1

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El amor suele ser resultar tan difícil para uno, no sabemos de quien nos podremos enamorar, solo sucede y ya. A unos les resulta fácil porque saben cómo controlarse... Incluyendo sus sentimientos.

En mi caso resulta que mi enamoramiento fue hacia mi hermana menor, Anna. ¿Quien diría que pasaría esto? ¡No es nada normal!

Pero como era de esperarse, mi amor no es correspondido. Claro, no es porque me haya rechazado sino que ella está con su novio, Kristoff.

El chico rubio con una gran amabilidad, que envidia.

Estar con ellos dos en el desayuno, comida y cena me resulta tan pesado, no soporto verlos tan juntos. Me bastaba cuando el rubio era solo un amigo de mi hermana ¿Pero ser su novio? Aún no me lo creo.

Aceptaba que tenía celos, se ven tan dulces pero esa dulzura no la soporto, incluso cuando Kristoff dice que Anna es suya. ¿Pero que puedo hacer? Su amor de ellos do, es mutuo y rival de Kristoff no soy.

O quizás si.

Ahora, teniendo en cuenta que Anna es mi propia hermana y que está mal enamorarme de ella ¿Puede resultarle a todos algo extraño? ¿Que pensarían que su Reina estaría enamorada de otra chica? ¿Harían un escándalo? ¿Querrán asesinarme?

He tenido varías preguntas desde que supe que estaba enamorada de Anna. Si mi amor hacia ella fuera correspondido de la misma forma ¿Que dirán los otros Reinos? ¿Traerán la guerra hasta mi Reino? Supongo que lo harían y dejarían de necesitar nuestros comercios.

Si, por eso digo que a mi me resulta difícil. ¿Que más esperaba?

Hace unos minutos, mientras que yo estaba en mi oficina leyendo peticiones del pueblo, Anna llegó a decirme que el desayuno estaba listo. Su actitud era muy diferente a lo de siempre, parecía que necesitaba decirme algo que para ella era secreto.

¿Que podría ser?

Como una gran hermana le dije que me esperara donde siempre. Al llegar a la mesa, viendo a mi hermana, Olaf y Kristoff me hizo sentir en lo que cabe de familia.

— ¡Elsa! — Saludó Olaf mientras me sentaba.
— ¿Como te va?

— Bien — Aunque solo sean unas peticiones, me cansaba en lo más mínimo.

— ¿Quieres que te ayude a manejar algunos de tus asuntos, Elsa? — Preguntó Anna, pensándolo muy seriamente si ella estuviera conmigo todo el día, podría ser difícil para mí y no me concentraría.

— Te lo agradezco pero estoy bien así — Empecé a desayunar y miraba de reojo algunas sonrisas que Kristoff y ella se daban. No es solo eso, también que se decían "Amor" uno al otro, eso hacía que mi corazón se rompiera cada vez más.

— Elsa — Llamó Anna. — ¿Estarás libre esta noche? Necesito hablar contigo sobre un asunto que es importante para mí.

¿Que podría ser importante? ¿Planea hacerle una fiesta al chico?

— Yo quiero estar allí — comentó Olaf. — Hace tiempo que no estoy conviviendo con ustedes.

En eso tiene toda la razón, cómo Anna tiene a su novio y yo tengo mis deberes, casi no salimos en nada. Antes solíamos hacerlo, pues porque tenía tiempo para ella y Olaf pero ahora tomando mi papel como Reina ya no puedo hacer nada más que eso.

— Tal vez — respondí.

— Si tienes tiempo solo avísame.

— Claro — Asentí y así fue durante todo el desayuno. En cuanto terminé volví a mi oficina y empecé con mis asuntos importantes.

𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora