𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔

CAPITULO 38

Estuve tres días en prisión, bueno a lo que se le puede llamar "prisión", realmente me sentí como la protagonista de una Reina que está en un calabozo oscuro y con temperaturas bajas. Si mi estado de humor estuviera a la altura de casi siempre, lo que dije debió ser divertido pero no, a estas alturas ando en un estado tan mal que no se que más hacer.

Kai pudo hablar con Kristoff y cambió la prisión por mi habitación, pero con una conducción: nunca debo salir, ni recibir visitas.

Anna no se ha comunicado conmigo, ni escribió una carta para mí, solo he escuchado que está demasiado feliz allá afuera y que el Reino está muy bien. Las personas que trabajan para el Reino vinieron a mí contando sobre que Anna hace esto y aquello; también hay ocasiones donde las personas del pueblo preguntan por mí, así que el rubio habla por la Reina, diciendo que estoy muy delicada de salud pero que próximamente tendrá nuevas noticias.

La única visita que puedo tener es de Kai y Olaf, obviamente a escondidas pero si Kristoff se llega a enterar, no se que más podría hacerme.
Quisiera entender el punto del por qué él se volvió de esta manera, antes era un gran chico y nunca se reveló contra mí, más bien, a veces hablaba conmigo y quería tener esa relación de familia ya que estaba con Anna y su pase de estar aquí era para siempre. Quizás las personas cambian cuando alguien las trata de una mala manera, si es así, entonces todo comenzó cuando Anna y el no regresaron a tiempo al Castillo. Desde esa noche que tuvieron su aventura y mi mala reacción hacia ellos dos, todo cambió.

Si pudiera regresar al tiempo a esa noche no hubiera actuado de esa manera, tal vez les daría una charla como una persona madura que soy. Mi otro error fue correrlo del Reino por su necesidad de estar con Anna, ¿lo hice por ella o por mi?.

A estas horas de la noche son las más tristes para mí. Mi futuro está en las manos de Kristoff, cualquier decisión que el tome, será algo malo para mí.

A lo mejor con Hans hubiera sido otra historia. Si, tal vez... quizás ya hubiera estado muerta.

Pero lo que hizo Kristoff es más... ¡Es una humillación!

Estaba completamente bien con Anna, él apareció y todo se volvió terrible para mí porque ella se alejó.

Alguien había tocado varias veces la puerta de mi habitación, parecía que tuviera prisa así que pensé que podría ser Anna, pero no, al abrir la puerta lo confirmé. Se trataba de Kai, otra vez.

—Majestad — hizo una reverencia. —Tengo malas noticias.

—Te escucho.

—Habrá un juicio en unas semanas, ese juicio se trata de que Kristoff la quiere expulsar del Reino y que la corona quede en manos de Anna, como su legítima Reina.

—¿Esa es la mala noticia?— pregunté al escuchar que no había algo malo en aquellas palabras de Kai.

—En el juicio se otorgará la decisión a las personas del pueblo, tendrán que decidir si la dejan libre o...

—¿O que?

—Me temo que se ha divulgado que usted tiene amoríos con algunas princesas, Reinas y chicas del pueblo...— habló. En cada palabra Kai bajaba la voz como si le avergonzara sacar ese tema en frente de mí.

—¿Que? Por favor, ¿así está jugando Kristoff, hablar mal de mí para que el tenga el poder de ser Rey de este castillo?

—Me temo que así es, Majestad.— respondió.
—Las acusaciones que se hace en contra suya es acoso, abuso del poder, manipulación y...

—¿Y? no me digas, este cuento ya me lo sé. Abuso sexual, ¿no es así?— asintió. —¿Que chica del pueblo eligió para que ella dijera que si abusé de ella?

—No es ninguna chica del pueblo Majestad.

—¿Entonces?

—No tengo el valor para decírselo, yo no dudo de su integridad y sé que Kristoff está manipulando a todos para que crean la realidad de cómo es usted en verdad. — suspiró, su mirada se fijó totalmente en mí. —Esas acusaciones pueden llevarla hasta...

—Mi muerte.— hubo un largo momento de silencio, no puedo creer que hasta ese grado pudo llegar Kristoff. —¿Anna lo sabe?

—No, ella no sabe nada.

—Es muy probable que las personas decidan mi muerte delante de ellas, así que... no hay más por hacer.— creo que por fin acepté mi derrota. —Kai, busca la manera de que pueda hablar con Anna. No hace falta que yo salga de mi habitación pero por favor, necesito que esté aquí conmigo.

—Haré lo que pueda Majestad.

Kai salió de mi habitación y no esperé mucho tiempo para que mis lágrimas salieran de mis ojos. Sentía un dolor fuerte en mi pecho, y sentí que todo el mundo se me vino abajo. Mis manos temblaban y mi cuerpo también... nuevamente el miedo llegaba en mí, y una vez más estoy sola en mi habitación y ya no tengo ninguna salida.