𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔

CAPITULO 28

La noche había llegado, tanto como yo y los demás disfrutamos la celebración. Anna parecía la más feliz, y aunque hayamos bebido, todo estaba bajo control.

Era un poco tarde y las personas empezaron a retirarse para llegar a sus casas. Honeymaren nos visitó al igual que su hermano, ella estaba un poco confundida pero al final lo aceptó.

Por mi parte estaba más que nerviosa. Se que no es el día apropiado pero quería estar con Anna toda la noche. Así que tuve una idea, podríamos ir aquel árbol para ver el cielo y las estrellas, o mi otra opción era mi habitación.

No importa lo que pase pero solo quiero estar con ella.

—¿Nos vamos? — preguntó Anna, asentí y ella sonrió.— ¿En qué estás pensando?

— En nada — respondí algo nerviosa. Anna, a veces me das un poco de miedo.—¿Quieres dormir?

—Creo que sí —me levanté y tomé su mano. Así que mi segunda opción se queda. Ingresamos al castillo y me dirigí a mi habitación. Le dije a Anna que no me gustaba la idea de que ella estuviera sola, así que le pedí que se quedara conmigo esta noche. Al ingresar a mi habitación, Anna se fue inmediatamente a la cama, no pude evitar sonreír porque parecía una pequeña niña.
Yo me quedé ahí, no quería sentarme por ahora. Empecé actuar nerviosa y creo que Anna se daba cuenta. —¿Pasa algo...?

—Anna, yo te amo ¿si?— solté de repente.—Se que no es un gran momento, lo sé perfectamente pero me gustaría pedirte algo— aquella caja que sostenía en mis manos, la abrí para sacar lo que contenía. Eran unos anillos.— Creo que nunca lo hice y debería esperar unos días pero no quiero hacerlo, quiero hacer las cosas bien— me acerqué a ella y Anna se quedó viéndome muy confundida.— Oh, lo siento. No son de compromiso, no iba a pedirte que fueras mi esposa ahora mismo — reí. — Al menos de que tú quieras eso

— Por un instante pensé que lo ibas hacer — soltó una carcajada.— Eres más hermosa cuando estás nerviosa —me senté a lado de ella, tomé su mano y esperé mi gran valor para decirle si aceptaría ser mi pareja.

— ¿Te gustaría salir conmigo? —pregunté, con una sonrisa en sus labios, Anna tomó el anillo y se lo puso en su dedo.

— Novia o esposa, este anillo significa mucho, pero acepto —mi corazón empezó a latir, Anna tomó el otro anillo y continúó hablando.
— Elsa, haces que mi vida sea maravillosa, amo todo de ti y aunque no lo demostré las primeras veces, lo que siento por ti es real. ¿Te gustaría estar conmigo por el resto de nuestras vidas? — asentí y ella puso el anillo en mi dedo.—Te amo

Se acercó hacia mí y me empezó a besar. Con una gran fuerza Anna me empujó para que estuviera encima de ella en mi cama. Pasó sus manos por mi espalda, sabía dónde quería llegar pero prefiero que el momento sea el adecuado y romántico.

— Dijiste que querías dormir —dije separandome de ella.

—Esto es dormir — rió.

—No, no lo es — reí. — Créeme que lo deseo pero prefiero hacer las cosas bien, no quiero ser como Kristoff. Te mereces lo mejor y yo estaré para dártelo.

—¿Si? — asentí. —Eres muy linda cuando eres romántica, Elsa no creo que esta seas tu

—¿Y eso está mal?

—No, me refiero que es algo nuevo para mí, no estoy diciendo que no eras cariñosa antes pero... ¿Lo arruiné verdad?

—¿Que? No, me gusta —me acerqué a Anna y le dí un beso en su mejilla. — Tu me gustas.

—Tú me gustas

—Anna, no sabes lo mucho que quiero tomar tu mano mientras caminamos por el Reino o por el pueblo. No me gusta estar ocultando todo, nosotras...

—A mi tampoco pero respeto cualquier decisión tuya, amor — al escuchar la palabra "amor" mis mejillas se tornaron rojas y lo único que hice fue voltear mi rostro hacia otra parte, no quería que Anna notara lo que hizo hace unos segundos.

—Nadie pensará en nada si caminamos tomada de las manos ¿o si? — pregunté —Me refiero a que las personas de aquí nos ven como dos hermanas que se quieren mucho, nadie pensará que estamos saliendo a escondidas.

—Tienes razón, deberíamos hacerlo

—¿Y que pasa si deseo besarte? —Anna se quedó en silencio y se acercó a mi.

—Tu solo dime y encontraré la manera para cumplir tu deseo —una extraña sensación corrió por todo mi cuerpo, quería maldecir por lo que me sucedió... ¿por qué sentí eso? ¿Fue Anna que lo provocó? ¿Me gustó?
—Me gustaría complacer a la Reina todos los días.

[...]

El día comenzó, agradezco cada ser que habita aquí por seguir con sus vidas; pensé que algunos estarían hablando de lo que sucedió o iniciando rumores, pero no, no fue así.

Hoy Anna y yo decidimos caminar por todo el pueblo, nadie pensaba nada de nosotras, incluso algunas personas comentaron que nos veíamos muy felices. Ayer en la noche tuve un sueño rarísimo pero me gustó, éramos Anna y yo, en un lugar romántico haciendo lo que tanto me gustaría hacer. Pero está claro que debo ir despacio, no me gustaría que ella piense que solo la necesito en ese aspecto.

Regresamos al castillo para descansar un poco y seguir con nuestra aventura. Las dos nos dirigimos hacia mi oficina y se nos hizo muy sospechoso que la puerta estuviera abierta.

—Seguro fue Kai —comentó Anna.

—El no la dejaría así —entramos a mi oficina y todo estaba normal. Empecé a revisar por si acaso faltaba algo, pero todo estaba normal. No es por ser desconfiada pero hay que prevenir.

Anna se acercó al escritorio y tomó una nota que había allí. La leyó y sus gestos hizo que me preocupara.

—Elsa... —me acerqué a ella y leí lo que decía esa nota. —¿Que haremos?