CAPITULO 24

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¿Que está diciéndome?

— Yo... Debo irme a mi habitación — dije levantándome. — Debes dormir y yo también, Anna.

Literalmente hacerlo no es una idea por ahora. No de esta forma.

— ¿Hice algo malo? — pregunté y negué con una sonrisa muy penosa. — ¿Entonces?

— No es el momento, Anna

— Por un momento pensé que no querías hacerlo...

— Claro que quiero, ¿Si?, Pero soy romántica en cuanto el lugar y tú habitación no es algo romántico — reí. — Ya vendrá el día. Por ahora debes dormir, mañana tienes que hablar con Kristoff.

— ¿Mañana?, ¿Quedé en mañana? — preguntó y alcé los brazos, no sabía si lo iba hacer de hecho no tengo idea que es lo que hará Anna. — Tienes razón... Creo que... —

— ¿Quieres que me quede y lo hablemos? — pregunté y ella asintió. — Bueno, no tengo ninguna idea en mente, tampoco quiero presionarte pero... ¿Recuerdas que tú boda ya será en unos días?, No falta nada Anna. Puedes hablar con el mañana, y decirle la verdad — me detuve y me senté a lado de ella. — No estás preparada para casarte, y el lo debe de saber.

— Tienes razón. Con un cariño que el me dió, pensé que ya sería el amor de mi vida. — comentó murmurando. — Una inexperta en el amor queriendo casarse...

— Tal vez los matrimonios no son lo tuyo, Anna — reí. — ¿Pero que opinas?

— Creo que debo cancelar la boda un día antes, se que es pasado mañana pero... Tengo miedo de que Kristoff actúe de una mala forma, ¿Me entiendes?. Es un chico muy lindo y amable pero tiene un pésimo humor...

— Lo sé, pero es lo mejor. Estaré contigo cuando se lo digas, si es que tú quieres.

— Prefiero que sea algo privado. Kristoff puede ir en contra de ti por la decisión.

Bufé.

— Bueno, entonces te daré tu espacio — sonreí.
— ¿Quieres que me vaya ahora?, Creo que ya hemos hablado lo suficiente.

Se que quiero salir corriendo de aquí por lo que iba a pasar ese rato. Lo que dijo Anna... "hazme tuya" fue como... ¡Maldición! No tengo palabras pero lo que ella susurró en mi oído fue lindo.
¿Lindo es la palabra correcta?, ¡Pues claro que no!
¿En qué estás pensando, Elsa?

— Se que ya no tienes trabajo por la mañana, ¿Puedes quedarte conmigo a dormir?, Me falta compañía — Anna se acostó en su cama y yo también. Su vista estaba hacia la ventana y la mía hacia la puerta. Pero me di vuelta para abrazarla.

— Tomes la decisión que sea, quiero que sepas que voy a estar para ti.



































Desde que me desperté, salí inmediatamente de la habitación de Anna para dirigirme a la mía. Me di una ducha para empezar mi día.
En la noche no pude dormir porque en mi mente estaba Anna y su frase que hizo que me tuviera a sus pies.
¿Lo dijo porque en verdad quiere, o solo lo dijo por el momento?.
Por ahora estoy fuera del Castillo, justamente en el jardín.

— Que extraña reacción — susurré caminando.
— ¿Que querrá decir?

— ¿Ahora estás hablando sola, Elsa? — preguntó Olaf saliendo de no se dónde. ¿Cómo es posible que el pueda llegar así como si nada?. — No sabía que al tener un corazón roto puedas hablar contigo misma. ¿Estás bien?, ¿Te afectó el calor?

— Que gracioso — imité una risa sarcástica.
— Pero no, solo son cosas de... Adultos

— ¿Adultos?, ¿Soy un adulto, Elsa?

— No tengo idea — respondí. — Pero eso no importa. Anna está pensando las cosas.

— Oh, dijiste que no querías saber nada de Anna y ahora sales con eso. ¿Hablaron?

— Si y también... Bueno, no puedo decirlo

— ¿Pasó algo entre ustedes? — tragué saliva por su pregunta. — Oh... Gracias por la respuesta

— ¡No era lo que quería decir!

— Pero tu rostro dijo más que una sola palabra.

¿De dónde aprende tanto Olaf?

— Bueno, ayer por la noche las cosas se salieron de control y accidentalmente caí encima de Anna. Pero, Anna susurró en mi oído que... Que pidiera perdón por el accidente. Entonces yo me levanté y quería salir corriendo para... —

— Estás mintiendo, eso no pasó.

— ¿Y tú qué sabes? — grité y me disculpé. — ¿Anna te dijo algo?, No me digas que...

— Si, Anna me dijo y no Elsa, No las estuve observando.

— Menos mal...

— Anna dijo que actuaste como una niña miedosa enfrentando su mayor miedo — rio.

— ¿Es gracioso?, Solo me dió vergüenza. No esperaba eso de Anna, créeme Olaf.

— Si, te creo. Me lo imagino, debiste sonrojarte — volvió a reírse y yo solo bufé. — Es gracioso cuando Anna lo dice.

— Es que ella está contando su versión. ¿Por qué a ella no le dió pena?

— Porque Anna no es así y tú...

— Yo si, no hace falta decirlo — empecé a caminar hacia el pueblo junto con Olaf. — Ayer también me besó aquí — señalé la banca dónde estábamos ayer nosotras dos. — Agradezco que no hubo ninguna persona alrededor.

— ¿Y si lo hubiera? — pregunté y pensé en muchas cosas. — ¿Algo malo pasaría?

— Así es, Olaf. — respondí a su última pregunta.
— Pero eso no va a pasar, ¿Si?

— Está bien... — cada persona del pueblo me hacía una reverencia, pero hubo una chica que no lo hizo. — Honeymaren

— Aquí está mi duo favorito — se empezó a reír.
— Su majestad — ahora sí hizo la reverencia.

— Maren — Sonreí. — ¿Cómo estás?

— Estoy bien, ¿Y dónde está tu hermana? — preguntó. — ¿Está con su futuro esposo?

— Uh, hablando de eso...

— Anna no se casará — interrumpió Olaf. — Pero debo irme.

Olaf se marchó dejándome a solas con Honeymaren.

— ¿Eso es verdad? — asentí. — ¿Que pasó?

— Muchas cosas, Anna no está lista para casarse y...

— ¿Kristoff lo sabe? — negué. — Ya veo...

— La verdad no sé si Anna se vaya a casar o no, pero está bien.

— ¿Y la Reina cuando se casará? — reí pero parecía una pregunta seria. — ¿No piensas casarte, Elsa?

— No por ahora, solo quiero hacer primero unas pequeñas cosas y al final pensaré en casarme.

No, casarme no sería una opción por ahora. Mi sueño es hacerlo con Anna, casarme con ella. Pero a nadie le agradará ver a dos chicas gobernado en Arendelle.
Y menos si se trata de dos hermanas, cuyos padres están muertos.

Pero si tuviera la oportunidad de hacerlo... No dudaría en cambiar todo.

𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora