CAPITULO 14

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Después de un buen rato disfrutando lo que era el baile, me sentí algo cansado por recibir a varios príncipes que querían bailar conmigo o tener una simple platica.

Estuve hasta el fondo del centro donde se encontraban algunos bailando, pude notar que Anna estaba ahí con el príncipe que la invitó.

Se veía feliz y parecía que lo disfrutaba.

— Majestad — escuché que alguien me habló por detrás, así que tuve que voltearme. Era la chica de la mañana, escondida. — La veo muy aburrida, ¿Quiere caminar conmigo?

— ¿Me estás invitando a salir? — pregunté mientras me acerqué a Ella.

— Si, algo como una cita por el pueblo — Asentí y  salimos del castillo. — Parece que usted no le gusta las fiestas...

— No es algo que me guste, no le veo lo divertido.

— La entiendo — sonrió — Tampoco a mí, bueno, podría decirle que me gusta, pero cuando esté con la persona indicada..

— Parece que no hay nadie despierto a esta hora...

— Tiene razón, pero no estaremos caminado por todo el pueblo como en la mañana — confesó. — Quiero llevarla al bosque, hay una pequeña cabaña allí, no te preocupes, me tomé el tiempo de arreglarla para que esté a tu nivel.

— No tenías que hacerlo — sonreí un poco apenada, es la primera vez que alguien hizo algo por mí.

— Es por este camino — señaló hasta el otro lado del pueblo. — Creo que debería tomar mi mano para no lastimarse.

— ¿Lastimarme mientras camino? — pregunté riendo e hice que ella se sonrojara.

— Digo... No quiero que le pase nada...

Reí un poco más hasta que accedí. Tomé su mano, era tan cálida como pensé, su piel era tan suave...

— ¿Tus manos siempre están frías? — preguntó mientras nos introducíamos al bosque.

— Creo que si, nunca puedo notarlo...

Caminamos por unos minutos hasta que ella se detuvo, fijó su mirada en mí y luego observó nuestras manos.

— ¿Puedo hacer esto? — preguntó mientras entrelazaba su mano con la mía. — No quiero que te resbales en el camino...

— ¿O no quieres soltarme? — pregunté con una voz seductora que no sé de donde salió.

— No quiero soltarte ni que estés lejos de mí...

Me acerqué a ella para que estuviéramos más juntas mientras caminamos.

— ¿Falta poco? — pregunté y ella asintió.

Después de una larga caminata, llegamos a la cabaña que ella había mencionado al principio.

— Espero que sea de su agrado... — dijo, abrió la puerta y me dijo su nombre. — Soy Emily...

Entré y el interior era lindo.

— Hasta que me dijiste tu nombre — reí — Es un gusto conocerte Emily.

— Digo lo mismo — me sonrió y caminó hacia mí para después tomar mi mano — ¿Tienes hambre?

— No — respondí. — No tengo hambre por ahora.

— Te daré un tour, ven — ella me llevó a cada rincón de la cabaña. Había una pequeña cocina, una recámara, el baño, comedor y una pequeña sala que contenía una chimenea. Un lugar romántico. — ¿Te gusta?

— Me encanta — respondí. Ella me llevó a la sala para sentarnos en el sofá. Quedó viéndome y luego sonrió.

— ¿Tienes frío? Parece que está bajando la temperatura — o estará subiendo...

— Algo — ella se levantó y encendió la chimenea.
— Que buen servicio das.

— Eso dímelo después — rio un poco.

Volvió a sentarse conmigo, esta vez fui yo quien tuvo la iniciativa de tomar su mano para entrelazar con la mía.

— Eres hermosa — dije viéndola fijamente.

Sé que es algo pronto para decirle estas cosas, pero por favor, ella y yo sabemos que tenemos una conexión, desde el momento en la nuestras miradas se cruzaron.

No me importa ser cariñosa, pero siento que por ella vale la pena.

— Y tú eres perfecta... — Emily me besó en mi mejilla y luego suspiró. — En serio agradezco que me hayas visto..

— Me sentía acosada por ti, ¿Como no verte? — pregunté riéndome.

Nos quedamos en silencio y viéndonos fijamente. Mi corazón estaba acelerado, solo quería hacer una cosa pero tenía miedo a ser rechazada.

— ¿Por qué tan callada? — preguntó Emily y lo negué.

— No lo sé — respondí. Me acerqué un poco a ella, tomé el valor para acariciar su rostro. Mi dedo pulgar rozó por sus labios y lo dejé ahí. Sentía su respiración, pero lo que más me gustaban eran sus labios.

Seguí acariciando esa área, hasta que Emily besó mi dedo para después introducirlo en su boca lentamente.

Dios, eso fue excitante, sentí como tenía una presión en mi pecho y como mi respiración se agitaba.

No dudé más y besé sus labios.

Como lo pensaba, eran tan suaves que me daban ganas de morderlos, sin importarme si le causo dolor.

— Elsa... — pronunció mi nombre después de separarse de mí para tomar aire. — ¿Quieres hacerlo?

Estaba en duda, ¿Puedo hacerlo? ¿Ahora?.

Hace tiempo yo le había dicho a Anna que hacerlo era un gran paso, pues no solo te entregabas físicamente, sino que también entregarías todo tus sentimientos a la persona.

Aunque he deseado este momento con Anna, debo decir que eso nunca sucederá. Ella se entregará solo para Kristoff y si no lo hago ahora, me culparé toda mi vida, ¿Pues quien rechazaría a una chica como Emily?.

— Quiero tenerte conmigo — respondí besando su mano. Ella se sentó a horcajadas de mi e inició a besar mis labios.

Rodeé mis brazos con su cintura y apegué más a mí.

Sentí a Emily un poco nerviosa, así que supuse que es su primera vez así como la mía.. bastante normal.

Nos separamos por falta de respiración, nos volvimos a besar cuando la recuperamos, esta vez besé el cuello de Emily.

— Elsa... — habló la chica mientras jadeaba. — Hay que ir a...

No dejé que terminara, porque la besé en ese momento. Me levanté aún con Emily encima de mí y la llevé a la habitación, pues es lo que ella quería.

La acosté delicadamente, y seguí besándola. Esta vez yo estaba encima de ella. Pude sentir que me acariciaba en mi espalda, sin importarle mi vestido.

Aún no quería despojar su ropa ni la mía, pues no quería que fuese algo rápido.

Así que seguí besándola, mordí su labio inferior y escuché un gemido de parte de ella.

— Lo siento, ¿Te lastimé? — pregunté, pues me había preocupado.

— No no... — respondió y besó — Sigue haciéndolo...

Hice caso a lo que ella me dije, esta vez nos besamos con lujuria y pasión, tanto ella mordía mi labio como yo.

Todo estaba yendo muy bien, pero el rostro de Anna regresó a mi mente y esta vez no pude evitarlo.

𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora