𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔

CAPITULO 3

Tener que despertar y lo primero que viera fue a mi hermana y su nuevo novio, era algo tan.. desagradable.
Aún no puedo aceptar que mi hermana estuviera con ese chico, acepto que es guapo, pero no es digno para Anna.

Ella necesita a alguien que la entienda, que daría su vida por ella y por fortuna la tiene pero no se da cuenta aún.

Y lo más terrible es que, ese apuesto y simpático chico esté en el castillo, a cada parte y en cada momento.
Tener que verlo, en el desayuno, comida y cena era... vuelvo a repetir, Desagradable.

Pero trataré de evitar sus escenas románticas que presentan.

—¿Elsa?— preguntó Olaf entrando a mi oficina.

—¿Sí?— pregunté, el solo cerró la puerta y se dirigió hacia mí.

—Estaba pasando por aquí y supuse que querías tener compañía. Sabes que a nadie le gusta estar solo.

—Gracias, pero no soy buena compañía. Estuve encerrada por mucho tiempo y eso hizo que mi presencia no se notara con el resto de las personas.— comenté, mientras seguía leyendo algunas peticiones del pueblo.

—Lo sé, ¿Puedo leer algo?— preguntó caminando y buscando algo que leer, hasta que tomó un viejo libro, sobre las cosas maravillosas que habitaba en este reino y su pueblo.—Prometo no hacer mucho ruido.

—Eso espero.— después de terminar, me percaté en una carta, su textura era diferente y supuse que era de otro reino, pero solo era una invitación a una celebración de los Northuldra.

Me alegra saber que ellos aún siguen dándonos invitaciones después de todo, esta vez será algo lindo tal y como ellos dicen. Invitaran todo el pueblo y por supuesto a nosotros.

En dos días será la fiesta.

—Olaf— llamé a mi pequeño amigo.—En unos días tenemos que ir a una fiesta.

—¡Oh! eso es bueno. Tendré que buscar nuevas cosas para conversar con la próxima generación que cambiará el mundo.

—Si, pero..-

—Majestad— Gerda hizo una reverencia y luego prosiguió.—Me pidió que le recordara su próxima reunión con el pueblo.

—Gracias por recordármelo.— sonreí, guardé la invitación y salí de la oficina seguida por Olaf.

—¿Que harás ahora, Elsa?

—Hace tiempo, el pueblo hizo una petición para hacer un teatro. En ese entonces no estaba muy interesada y pensé qué tal vez no generaría muchos recursos, pero ahora, viendo a las personas que habitan este pueblo y desean eso.— suspiré.— Creo que sería descortés rechazarlo.

—Me alegra saber que andas cambiando todo.— sonrío Olaf, tomé su mano y caminamos juntos hasta el pueblo.

Habían sillas, y la multitud de personas dando la reverencia. Lo único que deseaba era no ver a ese rubio; pero por mala suerte, ahí estaba con Anna y su reno.

Anna me vio y vino corriendo hasta nosotros.

—¡Elsa!— su voz agitada... No, Elsa no pienses eso.—Se que lo harás bien.

—Anna, eso espero.— sonreí, luego tuve que dirigirme hasta el frente donde era mi lugar. Las personas guardaron silencio y tuvieron que sentarse, algunas permanecieron parados.—Buenas tardes, como había prometido, leí algunas peticiones de ustedes. Y estoy aquí para decir cuando se llevará a cabo cada una.

Empecé a explicar y decir nuevamente lo que ya conocían, la mayoría estaba de acuerdo y alegres a la vez. La mirada de Anna, me motivaba a estar con mi sonrisa y no perder la cordura cada vez que alguna persona preguntaba algo o quería saber más a fondo sobre las peticiones. Al terminar, tuve que decirles que el teatro se llevará a cabo y que en unas semanas se empezará a construir.