CAPITULO 36

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—¿Un secreto?

Agradezco que la atención de Kristoff se había ido y todos las personas siguieron con lo suyo sin darle nada de atención a este pedazo de hipócrita.

—La fiesta se acabó, las puertas se cierran. — al decir eso mi único destino era llegar al interior del Reino, escuché preguntas provenientes de este par de idiotas y todos los que están bajo mi cargo hicieron lo que ordené.
Honeymaren me acompañó, le pedí que se quedara conmigo esta noche y ella lo aceptó. No pasaron varios minutos hasta que Anna, Olaf, Kristoff y los demás estuvieran junto a nosotras.

—Majestad, las personas se están marchando así como usted lo pidió.

—Y por eso digo que amo las fiestas— habló Olaf riendo.

—Elsa no puedes hacer esto, la fiesta apenas estaba comenzando— habló Anna. —Hablarán mal de ti después de esto.

—Anna tiene razón. Deberías estar muy agradecida que las personas estén festejando aquí en el Reino después de todo. – y ese era el rubio. —Elsa tú...

—Cierra la boca— interrumpí y todo el ambiente se volvió tenso y muy serio. —¿Quiénes son ustedes dos para difundir a todo el mundo que hoy había una fiesta? Una fiesta en la que el gran invitado estaría feliz por su regreso— dije con sarcasmo. —Tu regreso no es más que uno cualquiera, ¿Crees que a las personas de este pueblo estarían feliz después de todo lo que hiciste?

—¿Y que hice?

—Elsa yo creo que...-

—Desde ahora todos los que están en este salón deben llamarme Majestad o Reina Elsa. Veo que el respeto se perdió junto con la dignidad de ustedes.

—¿Necesita algo más, Majestad?— preguntó Kai.

—Elsa yo creo que tu estás exagerando todas las cosas.

—Elsa...— dije mi nombre —Se ve que aún no tienes respeto hacia mí.

—¿Respeto? Lo tengo... — respondió Kristoff.

—Hermana yo creo que deberíamos hablarlo y pensar bien las cosas.

—Y déjame decirte Anna que tus opiniones de inmadurez no van conmigo.

—Oye...— Kristoff habló con furia y se acercó a mí. Agradezco que habían dos guardias detrás de mí para que detuvieran al rubio.

—Le pido respeto a la Reina Elsa.

—Kristoff... eres un chico bueno, o al menos eso haces creer... pero tus faltas de respeto tendrán un castigo.

—Pero si yo solo quiero hablar contigo, Elsa.

—Y yo te pido el respeto que merezco como Reina. Ahora...

—Elsa por favor... — Anna quiso interrumpir pero no dejé que lo hiciera.

—Arrodíllate frente la Reina — dije con un gran odio esas palabras. Kristoff me quedó viendo confundido pero su rostro cambió y se arrodilló en frente de mí. —¿Viste que no es tan fácil? Ahora levántate y lárgate de aquí.— Kristoff hizo lo que le pedí y Anna solo se dispuso en llorar. Ella quería detenerlo e ir detrás de él pero se lo impedí. —Acuérdate que sigues bajo mi mando, Anna. ¿Correr por un hombre que meses atrás te había dejado? eso no es digno de una princesa.

—Yo no obedezco tus órdenes.

—Bien, Kai lleva a Anna a su habitación, ella no debe salir de el durante tres días. ¿De acuerdo? ve acompañado por si quiere escaparse de ti. Recuerda que Anna cambia tanto por tan solo un poco de atención. No me sorprende si vuelve hacer lo mismo que hizo hace años.

—Aquella noche te habías marchado sin dejar rastro alguno.

—Y aun así dejaste que un desconocido tuviera el mando del Reino, ¿no recuerdas lo que pudo hacer si no estuviéramos las dos? – pregunté.

—Debí dejar que el se hiciera cargo de ti.

—¡ANNA! — gritó honeymaren para que Anna se callara.

—¿Sabes? debí dejarte que te casaras con Hans y que el mismo te llevara lejos de aquí porque no te soporto, eres solo una niña que trata de ser madura pero no, no tienes la menor idea de lo que hice era por tu bien, todo lo que hago es por ti y para el Reino pero prefieres tener una vida como en los libros de amor y felicidad pero no es así.

—Debiste estar en ese barco.— habló. Sentía el odio en sus palabras. —Mis padres no estarían muertos si no fuera por tu culpa, tu debiste estar en ese barco que ellos.

—Princesa Anna no puede hablar de...-

—Quisiera matarte, desearía que mañana no estuvieras en mi vida.

—Una amenaza a la Reina no se le permite a nadie, mucho menos a una princesa.

—Silencio— pedí que todos dejaran de hablar.
—Tu no debes estar en tu habitación...

—¿Y que harás? ¿me llevarás a las celdas como pudiste hacerlo con Kristoff? soy una princesa, la princesa de Arendelle y...

—Y yo misma puedo quitarte el derecho de serlo, ahora lárgate de mi vista.— dije alejándome de Anna. Parecía que cada quien sabía lo que tenía en mente, y me refiero que no quería que Anna estuviera en su habitación después de todo lo que me dijo.
Cada quien se alejó de mi, menos Honeymaren que se acercó para decirme que Anna no hablaba en serio sobre lo que dijo. A lo que vino a mi mente... si lo dijo es porque alguna vez lo pensó.

𝐅𝐎𝐎𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora