Allan (8 años)
Odio los hospitales pero siempre termino en uno. Estoy sentado en la sala de espera junto al padre de Maya, mi mejor amiga. Hoy termina su tratamiento contra el cáncer, hoy era su última sesión de quimioterapia.
No puedo parar de fijarme en el moratón del ojo derecho de Tom, Maya me lo contó todo, entre ella y yo no hay secretos y sé que la persona que provocó eso es la misma que está sentada frente a nosotros junto a Valeria.
Muevo mis pies como si pudiera acelerar así el tiempo, llevamos poco más de una hora aquí y aún los médicos no nos han dicho nada.
Observo de reojo como la madre de Maya se levanta junto a Valeria, puedo notar sus caras de desprecio, ellas dos son iguales. Aparentan ser la familia perfecta delante del resto, nadie sabe lo que oculta esa familia excepto yo.
Caminan hasta salir de la sala de espera y se marchan sin decir ni una sola palabra.
—Tom —pronuncio dándole varios golpecitos en el hombro con mi dedo índice.
—¿Si? —Responde cansado.
—¿Cuando denunciará?
El silencio es largo, se está pensando la respuesta, una respuesta que puede ser mentira.
—Pronto... pronto será —apenas susurra.
—¿Por qué no lo haces ya? —Inquiero.
—No es tan fácil, Allan —me da una sonrisa apagada.
Decido no preguntar nada más y esperar a que salga Maya.
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Silencio
RomanceLos silencios llenos de miradas sin respuestas, las dudas, los secretos, las mentiras, el sufrimiento detrás de gritos ahogados en desesperación que no se dejan salir y las sonrisas fingidas que se convierten en un rostro serio lleno de oscuridad y...