Capítulo 34

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Allan

Silencio. Oscuridad. Y miedo.

Eso es lo que sentí cuando Luca Muller me apuntó con un arma en la cabeza.

Me arrastró en sus mentiras y me vi obligado a fingir mi muerte, para protegerla a ella. A Maya Collins Henderson.

Estos meses he tenido que vivir entre las sombras, sin que nadie sepa de mi existencia, viviendo entre la mugre de un sótano frío y sucio.

Intenté escapar varias veces y cuando lo hice, me arrepentí por las consecuencias.

Luca Muller me enseñó las fotos de Maya ensangrentada y de lo que le había hecho.

Cinco apuñaladas, una por cada vez que hice algo mal, cuatro por intentar escapar, tres por mis ataques de ira, dos por los puñetazos que pegué a la pared y uno por intentar llegar a un acuerdo con él.

Rabia. Impotencia. Odio. Asco.

Todos los sentimientos juntos estallaron cuando perdí el control sobre mí mismo.

Y verla, a ella, a Maya, en ese estado me partió en mil.

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora