Meterse en la piel de estos personajes, sentir sus gritos ahogados, sus emociones, sentimientos, sus miedos no fue nada fácil.
Encontrar la luz en aquel túnel oscuro de Maya me hizo explotar y sentir su dolor, porque ella estaba rota y lo descubrió cuando estaba al borde del acantilado entonces es ahí cuando se dio cuenta de que no había vuelta atrás.
Sentir la libertad acariciando cada centímetro de mi piel al acabar de sangrar los últimos párrafos ha sido una sensación indescriptible.
Nunca me imaginé que pudiera llegar a sentir las emociones de mis personajes, llorando cuando algo iba mal o sintiendo la adrenalina recorrer mi cuerpo de arriba a abajo, la felicidad o la nostalgia que transmiten.
Salté al vacío junto a Maya, amé como Allan lo hizo, sufrí como Marco y me equivoqué como Ales.
Porque para Maya la muerte era su libertad.
Porque Maya ahora es feliz.
Porque quizá Maya no podría tener un final mejor.
Quizá Maya nunca amó a Marco como él lo hizo.
Quizá Maya no merecía a Ales.
Quizá Maya siempre amó a Allan.
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Silencio
RomanceLos silencios llenos de miradas sin respuestas, las dudas, los secretos, las mentiras, el sufrimiento detrás de gritos ahogados en desesperación que no se dejan salir y las sonrisas fingidas que se convierten en un rostro serio lleno de oscuridad y...