74| SHAWNA

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Todos están en mi casa y cuando digo todos me refiero a todas las personas que se asoman a mi círculo social o al de Maya quien organizó todo: desde Kristen y Ryder hasta la madre de Dayle e incluso mi hermano menor, Mike y no sé cuantas personas ...

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Todos están en mi casa y cuando digo todos me refiero a todas las personas que se asoman a mi círculo social o al de Maya quien organizó todo: desde Kristen y Ryder hasta la madre de Dayle e incluso mi hermano menor, Mike y no sé cuantas personas más hay en el lugar, ni siquiera sé cómo es que la casa da para albergar tanta gente.

Hay decoración color rosa y una pila inmensa de regalos, han puesto una pizarra en un lado para intentar adivinar el nombre del bebé y quién lo haga se va a ganar cien dólares. Todos parecen muy entusiasmados, incluso Kristen que nunca es muy amante de los niños, pero supongo que a todos les motiva el premio.

Ivy como buena repostera ha creado dulces y panecillos para la ocasión y la vi compartir recetas con Ryder quién según me han contado es una maravilla en la cocina. Pero lo más divertido que se le pudo ocurrir a Maya fue recopilar fotos de los invitados cuando eran bebés y pegarlas en un lado de la pared para que pudiéramos adivinar quién es quién. No sé de dónde le salió semejante idea, pero sin duda ha sido muy divertido ver los ridículos trajes que muchos aquí usaban.

Mi foto es fácil de encontrar, solo hay que buscar una niña pelirroja, también es fácil encontrar a Ivy y Maya porque ambas llevan un afro.

Mike, mi hermano menor, al que no veía desde que fui a casa a buscar mis cosas, mira con detenimiento mi barriga, creo que aún no ha asimilado que va a ser tío.

—¿No soy muy pequeño para ser tío? —dice con el ceño fruncido—. Mis tíos son grandes.

Río ante su afirmación, desde que mi hermana lo trajo no ha dejado de verme y al fin ha dicho algo más que: «Hola, hermana. Te extrañé. ¿Por qué ya no estás en casa?» Seguido de un asentimiento después de haberle devuelto el saludo y respondido su pregunta.

—Eso no importa. —Me encojo de hombros—. Puedes ser tío incluso acabando de nacer.

—Ok.

Aún así sigue mirando mi vientre, bueno, es normal que Mike sea cortante la mayoría del tiempo, pero seguro hay algo más.

—¿Quieres tocarlo? —inquiero porque todo el mundo quiere tocar mi vientre y creo que podría hiperventilar si me dan tanta atención como la que estoy recibiendo.

Mike asiente y sonríe como si lo hubiese descubierto en algo que no quería ser descubierto. Tomo su pequeña mano y lo llevo a mi panza. Hace poco comenzó a moverse, fue la sensación más extraña de la historia y no sé si me vaya a acostumbrar a que quiera bailar ahí dentro. La sonrisa de Mike se ensancha cuando mi bebé parece estar de acuerdo con su cercanía y se mueve ante su tacto.

—¿Cómo se va a llamar? —inquiere alzando su vista hacia mí.

—Es un secreto, no puedo decirte. Pero puedes decirle a Maya que te deje apuntar un nombre en la pizarra.

Mike parece entusiasmarse y se va con mi amiga. ¿Qué hará ese niño si se gana esos cien dólares? Por el momento tengo una elección, pero si surge un mejor nombre no tendría problemas en cambiarlo.

Seis Razones Para Cada Problema [Libro I] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora