66| KRISTEN

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ADVIERTO QUE ESTE CAPÍTULO, CASI AL FINAL TIENE CONTENIDO EXPLÍCITO. JEJE

Que un chico me cargue en su hombro hasta llegar a su apartamento

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Que un chico me cargue en su hombro hasta llegar a su apartamento. Listo.

Ryder me deja sobre mis pies y me sujeto a sus hombros por estabilidad, él abre la puerta de su casa y enciende las luces. Entramos en el apartamento en silencio y me siento un poco descolocada. Mi intención no era terminar aquí.

Todd estaba en mi casa, suele visitar a Deena con frecuencia y yo también he terminado siendo parte de su círculo social, me convenció de salir de casa por unas cervezas bajo la estrategia de que Deena aún no podía siquiera comprar una y como tengo un culo social a parte de provocativo acepté acompañarle. No llevo billetera, solo tenía un par de billetes en el bolsillo y mi celular en la cremallera de mi chaqueta.

Me esperaba de todo menos ser arrastrada por la ex novia de Ryder, esa flacucha de pómulos pronunciados debía haber estado colocada como para reaccionar de esa forma. Yo no soy un pan bajado del cielo y me encanta provocar, solo que no tendría previsto que la señorita quisiera jugar a las muñecas y peinar de una manera desastrosa mi cabello.

Si me hubiesen dejado no solo le habría halado su cabello mal teñido sino que también le hubiese partido un par de dientes. Solo con pensar en que me llamó zorra hace que mi enojo crezca. Segurísimo que es una cualquiera.

—Ponte cómoda, vuelvo en un momento. —Ryder se pierde tras una habitación y me deja sola en la sala.

Siento mi teléfono sonar en mi bolsillo y lo saco del mismo para encontrarme con la cara de Deena.

—¿Aló?

—¿Dónde estás?

Bailando merengue, seguro que no porque ni siquiera sé muy bien como suena.

—En la casa de Ryder, ¿por?

—Bueno, ya son la una de la madrugada. ¿Te vas a quedar allá?

Alejo mi celular de mi oreja para comprobar que tiene razón. Son la una y cinco de la mañana y no tengo ni una pizca de sueño ¿Cuándo se fue el tiempo? No recuerdo que fuese tan tarde cuando salí de casa junto a Todd, eran tal vez las nueve ¿y pasaron cuatro horas?

Vuelvo a llevar el teléfono a mi oído para concentrarme en la llamada.

—Mmm. No lo sé.

—Me tomaré eso como un sí. Pasen buena noche.

No me deja decir algo más cuando cuelga y yo resoplo, me tomo la molestia de, en lo que Ryder se cambia, lavar mi rostro y organizar el pelo que la loca esa de su ex me destrozó, luego vuelvo a la sala y me dejo caer en el sillón. Escucho pasos y alzo mi vista para encontrar a Ryder con ropa cómoda y holgada. Se sienta a mi lado en el sofá y señala su regazo.

Me quedo viéndolo, pero no me muevo de donde estoy, se supone estoy enojada, no voy a sentarme sobre su regazo por el amor al arte.

—¿Me tienes miedo? —dice sonriente y no hay que añadir nada más para terminar a horcajadas sobre él—. Quería decir que recostaras tu cabeza en mi regazo, pero esta posición me gusta más.

Seis Razones Para Cada Problema [Libro I] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora