Mi madre y padre están muy enojados conmigo después del escándalo con mi hermana y yo estoy bastante enojado con ella. Ottavia fue la que empezó tirando mierda sobre mí y como cualquier persona en su sano juicio respondí. No me iba a quedar con los brazos cruzados y los labios pegados mientras ella me dejaba en ridículo. Pero al parecer nadie entiende eso, Ottavia es perfecta, ella tiene la razón, no hay porque refutar ninguno de sus argumentos llenos de intelectualismo, aquí el malo soy yo.
Papá me llamó el lunes pasado y ha puesto sobre mis hombros tantas responsabilidades como el armario de ropa que tiene mi madre, todo por mi supuesta falta de respeto. Ahora estoy en su compañía trabajando todos los días que mi horario de clases me permite hasta las seis treinta de la tarde.
Apenas tengo tiempo para hacer mis tareas o hacer algo que no sea dormir. Y no tengo derecho a quejarme porque su dinero paga mi matrícula y todo lo que consumo es gracias a él.
—Pareces como si te hubiese arrollado un auto —dice Bellamy asintiendo hacia mí.
—¿Quién dijo que no me arrolló un auto?
Bellamy sonríe.
—Ya estoy harto. ¡Cree que soy su puto asistente!
Ríe como si fuese algo gracioso.
Mi padre cree que debo llevarle el café y vivir pegado a la fotocopiadora. Estoy haciendo todo el trabajo de un sirviente junto con lo que le toca hacer a su secretaria, la mujer vive relajada cuando yo tengo que hasta jalarme de los pelos porque su agenda no cuadra. Puede darme otro tipo de responsabilidades, pero no quiere hacerlo.
La mejor parte es cuando me topo con Ottavia a la hora del almuerzo; mi padre, Ottavia y yo comemos juntos y es la cosa más fastidiosa de la historia. No sé qué tiene esa mujer pero parece tener un extraño fetiche hacia mi persona. Se queja de cada una de las cosas que hago solo para fastidiarme como si no fuese su hermano o como si le hubiese arruinado la vida. Pasa todo el día de mal humor por cosas estúpidas y sin relevancia, seguro su propia secretaria la odia como yo internamente lo estoy haciendo.
Esto es por haber armado un escándalo en la casa de tu cuñado.
—Esta tarde ha dicho que debo tomar clases de francés porque tiene muchas relaciones con países francófonos —digo exasperado.
Vuelve a reír.
—Joder, Bellamy, te juro que si vuelvo a escuchar tus carcajadas te daré un puñetazo que recordarás toda la vida.
Bell pasa uno de sus brazos por mi hombro y me arrastra entre las personas que nos rodean.
—Necesitas una cerveza.
—Creo que necesito algo más fuerte.
Llegamos a la barra a duras penas y Bellamy pide por los dos. No debería beber por el trabajo, pero ignoro abiertamente ese hecho.
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Seis Razones Para Cada Problema [Libro I] ✔️
General FictionMaya, Ryder, Kristen, Brayden, Shawna y Garrett van a la misma universidad, recorren los mismos pasillos y no tienen una razón para ser unidos, hasta que ciertos problemas llegan a sus vidas, hasta que ellos son el problema. ¿Cómo la vida de seis jó...