¿Cómo podeis hacerme ésto? No lo puedo tolerar. Cuántas lunas han pasado que el gran anhelo de mi corazón por verte ha sido pisoteado y destruido. Comprometido, eso es lo que me haz dicho la tarde de éste domingo ¿Cómo puedes ser tan vil y cruel?
Os habéis comprometido a mis espaldas. Sin duda un acto repugnante y bajo, algo de esperarse de ella, pero de usted no.
Me he quedado atónita ante tus palabras y aún así tienes el descaro de pedir que se la dama de honor de vuesta prometida. Sin duda no eres el hombre del cual me enamoré, él jamás sería capaz de traicionarme de esta forma.
-No creo que sea posible lo que usted pide Duque Dagger- cómo se atreve a siquiera pensar que su propuesta llegase a ser de mi agrado.
-Piénsadlo bien (T/N), sería muy beneficioso para el apellido Callen- Ante tal respuesta sólo pude reír de forma irónica ¿Es que acaso no piensa?
-Sabe usted muy bien el porqué de mi rechazo, aún más ¿A caso usted quiere que sea la burla de esta primavera?- Sin duda alguna ya no soporto seguir escuchando tales propuestas.
-Creo que no está entendiendo mi punto (T/N). Esto sería perfecto para el negocio de vuesta familia y le puedo garantizar que la reputación de su familia estará por las nubes.- Es suficiente ya no aguanto más ésto.
-Le recuerdo que usted y yo no somos nada para que diga mi nombre con tal confianza- El sólo escuchar como dice mi nombre me duele.
-Por favor no digas eso, recordad los buenos tiempos- ¿Buenos tiempos? ¡Por favor! ¿Cuáles? en los que te escribía mil cartas y tú solo respondías una o tal vez cuán os esperé de la guerra y ni siquiera habéis dignado en avisar de vuestro regreso.
-Ya he dejado en claro mi respuesta, no insistais más. Le pediré que se retire, ya es suficiente. No queréis que vuesta prometida espere mucho tiempo ¿no? - Me he cansado de ésto lo mejor es que se marche.
-Pero Marqusa- Le interrumpí, no quiero que esté aquí por más tiempo.
-Ya es hora de que os marchéis.- ya no aguanto más.
-Bueno si ese es vuestro deseo lo haré. Adiós Marqusa. - Dijo sin más besando el dorso de mi mano.
En el momento en que las puertas se habían cerrado me desplomé en el frío piso de mármol, y lloré como quise desde esa noticia, lloré a más no poder. El hecho de que se fuese a casar me partía el corazón. Mis criados me consolaron y llevaron a mis aposentos, Lilith me abrazo mientras William secaba mis lágrimas con un suave pañuelo de seda.
Tras varios días de la noticia fui recomponiendome. Volví a ser la gran Marquesa de Callen. Ya para ese momento Brant y Edra habían jurado su amor ante Dios, por ende Edra Villin ahora era Edra Dagger.
Tiempo después de tal tragedia fui invitada a la gran fiesta que su majestad el rey organizó, puesto que era la presentación de la joven princesa Eleonora a la sociedad. Sin esperar más decidí llamar a uno de los mejores diseñadores para hacer un vestido a medida para el gran evento. Tenía tantas ganas de poder deslumbrar a todos con mi próximo vestido. Después de mucha espera el gran vestido ya estaba listo, justo a tiempo para el baile.