Perdido vaga en sus pensamientos, no era la primera vez que lo hacía, pero eso no quita el que no le guste. Era su deber proteger a su ser amado, solo esta siendo protector, nada más, lo que haría cualquiera por el amor de su vida ¿cierto?
Una semana que ella no está, se volverá loco de tanto esperar, solo tres días más y volverá. El campamento suena divertido, pero al mismo tiempo lo pone tremendamente celos ¿cuántos chicos o supervisores jóvenes estarán tras ella esos días? Pensar eso lo vuelve cada vez más inseguro.
No, ella lo ama sólo a él ¿verdad? Por eso no le importó el hecho de ser hermanos, por eso no le importó meterse entre las sabanas de su hermanito menor, por eso siempre va a su cama todas las noches ¿cierto?
Está desesperado, quiere escuchar su voz, los videos y audios ya no le sirven, necesita escucharla ya, ahora. Pero no puede, toda las veces que le llama esta no responde, eso lo hace llorar, su lejanía lo está matando.
-¡Bienvenida! - fue el primero en recibirla de su llegada, verla le causó un gran alivio, ella estaba bien, se sentía tan aliviado.
Con cuidado dejó el bolso en su cama, tal y como se le indicó. Escuchó la puerta de la habitación ser cerrada con cuidado, para no emitir sonido.
La mirada hambrienta de aquel repugnante ser lo estaba derritiendo, su pulso se aceleró al igual que su respiración, sus mejillas sonrojadas delataban que tenía las mismas intenciones que ella.
Había extrañado tanto esa sensación, el calor de su cuerpo lo calmaba mucho, escuchar como le decía te amo lo dejaban totalmente a su merced, sabía como tratarlo, como tenerlo a sus pies, era adicto a ella.
Un momento, ese chupón no lo dejó él, es acaso ¿ella lo había engañado?
No, no, no, no, no, No, imposible, eso es simplemente impensable, un mosquito la debió haberla picado... Claro eso es lo mas lógico, es imposible que le haya sido infiel, después de todo ambos se aman.El calor del verano va disminuyendo, ya está más cerca el otoño, la brisa fresca se anuncia en las mañanas, al igual que el inicio de clases. Por fin pasará a la misma escuela de su hermana, ya no es un niño de 13, ahora es un adolescente de 15, solo unos años más y podrá convertirse en un hombre digno de ella.